Para poder entender el qué pasa es necesario abrir puertas y ventanas, así evitaremos que el árbol nos impida ver el bosque. Esto es el que sucede con el juicio a Oscar Wilde, nos centramos tanto en su figura, que perdemos de vista el entorno, y no acabamos de comprender el motivo por el cual siempre se acaba con la aseveración de que la sociedad británica quedó traumatizada. El motivo es sencillo cuando vemos todo el cuadro y entendemos el por qué, una cuestión que hubiera desaparecido, a más tardar en un año, acabó como acabó, todo por la terquedad de Wilde, que no mesuró sus fuerzas y obvió el entorno. Tendría que haber hecho caso a Robert Ross.
Los escándalos sexuales de todo tipos - incluyendo el adulterio, la homosexualidad (cuando era ilegal) y cualquier otros pequeños pecados - han ido de la mano con el poder político durante siglos.
El cuerpo sin vida de Francis Douglas, el hijo mayor del ateo noveno marqués de Queensberry y hermano del amante de Oscar Wilde, Lord Alfred "Bosie" Douglas, fue descubierto dentro de una zanja al lado de un campo de nabos en Somerset en un frío jueves de octubre de 1894, su escopeta de calibre 12 estaba a su lado.
Desde el momento que, durante la fiesta dada por Sir Edward Stanley MP en Quantock Lodge, cerca de Bridgewater, se sintió una explosión sorda, se desencadenó una investigación frenética de Drumlanrig, que había desaparecido hacía unos minutos.
Alfred Egerton Smith, el médico que certificó su muerte, señaló que el aristócrata fue encontrado cerca de una valla con quemaduras de pólvora en su bigote, sangre alrededor de su boca y terribles lesiones en la base del cráneo. Pero inmediatamente, una extraordinaria máquina de encubrimiento se puso en marcha. Una investigación realizada cinco días más tarde dictaminó que Drumlanrig había sufrido un trágico accidente escalando.
En cuestión de horas, los rumores sobre la muerte y las razones del suicidio se desataron a todo Westminster, así como la clave de la naturaleza de su relación con el primer ministro, el conde de Rosebery.
El Marqués de Queensberry no tenía ninguna duda. Culpó a los "maricons snobs como Rosebery" de corromper y matar su hijo. Rosebery había nombrado Drumlanrig como su secretario privado y le aseguró un título nobiliario. El sobrino de Drumlanrig, el 11 Marqués, fue todavía más lejos, sosteniendo que su tío se quitado sacado la vida por las acusaciones sobre cierta relación sexual. Hasta aquí hemos asistido al primer acto.
A partir de aquí podemos empezar a intuir que la verdadera razón detrás la persecución de Oscar Wilde, por su relación con Bosie, fue un intento de ocultar que el Gobierno liberal contendía un gran número de homosexuales.
En otras palabras, Rosebery persiguió Wilde en los tribunales para desviar la atención de su propia relación homosexual.
Si los rumores eran ciertos, Rosebery no estaba solo en los escalones superiores del partido liberal. Lewis Harcourt, hijo de su oponente más feroz de la jefatura del gobierno en 1894, fue reconocido por su propensión homosexual, por cierto asediando muchachitos bastante jóvenes.
Tras haber perdido su madre durante el parto, Lewis disfrutó de una fenomenal (algunos dirían no natural) y estrecha relación con su irascible padre Sir William, un secretario del Interior tormentoso y canciller de Gladstone.
"Lulú", como era conocido, fue elegido diputado liberal por Rossendale poco antes de la muerte de su padre, y entró rápidamente en el armario. Vivía cerca de Herbert Asquith y parecía tener una vida familiar feliz en una mansión de lo más extravagante.
Sin embargo uno de los amigos próximos de Loulou, el vizconde de Esher, opinaba todo el contrario. Esher estaba muy bien conectado, y disfrutaba de la confianza de Eduardo VII y Arthur Balfour.
Todo y las ofertas regulares de avanzar en su carrera política, se mantuvo en un discreto segundo plano, probablemente por sus relaciones con hombres jóvenes y, simplemente como detalle, mantenía una larga relación incestuosa con su hijo Maurice. Pero sus ambiciones eran grandes, puesto que también sedujo a la hija de Esher, Dorothy, quie molesta y muy educadamente lo tildó de libertino. Son estas cosas tan británicas de las buenas formas.
"Es tan malo con los chicos como con las chicas ... simplemente es un maníaco sexual ... Con un incontrolable deseo sexual por ambos sexos"
La verdad salió a la luz cuando la madre de un alumno de Eton de 12 años, Edward James, se quejó a la policía sobre las insinuaciones de Loulou. Loulou fue encontrado muerto en su casa días después, el 24 de febrero, 1922.
Escandalosamente un médico forense descartó la teoría que podría haberse quitado la vida como algo "grotesco", ya que estaba muy bien conectado, por sus predilecciones sexuales, con las élites. Por ciertos, tras de la muerte de "Loulou", Esher, con un toque de distinción y buscando conservar el patrimonio histórico y cultural, recuperó la colección de pornografía pedófila de la casa de Loulou.
1 comentario:
Molt bona entrada¡¡¡¡
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