Museo Sorolla, Madrid
El Museo Sorolla y la Fundación Museo Sorolla presentan la exposición temporal Sorolla. Orígenes. La muestra explora, por primera vez, el camino que condujo al valenciano Joaquín Sorolla Bastida a convertirse en el pintor de mayor éxito nacional e internacional de la España de entre siglos, en el pintor inmortal de la luz y del Mediterráneo que sigue hoy cautivando al público que contempla su pintura.
Una exposición necesaria, que arroja luz y verdad sobre los inicios del pintor en su Valencia natal, sobre su formación en las Escuelas de Artesanos y en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, que nos habla de un joven que compagina las clases de dibujo con el trabajo en el taller de cerrajería de su tío José y que va abriéndose camino hacia el éxito con trabajo y mucho esfuerzo.
Joaquín Sorolla y Bastida
Bodegón, 1878.
Museo de Bellas Artes de Valencia
Joaquín Sorolla y Bastida
Marina. Escena de puerto, 1880.
Museo Sorolla, Madrid
Joaquín Sorolla y Bastida
Estudio de monje, 1881
Museo Sorolla, Madrid
En 1878, con 15 años, Sorolla ingresó en la Escuela de Bellas Artes para dedicarse, ya plenamente, a sus estudios artísticos. En este periodo de aprendizaje practica el cuadro amable, de género, con temática orientalista y también vistas de la ciudad, bodegones y floreros. Especialmente importante será para su carrera el Bodegón datado en 1878, pues será la obra que le ligue a su primer mecenas y futuro suegro, el fotógrafo Antonio García Peris. Entonces, realiza también sus primeros viajes a Madrid, donde copia en el Museo Nacional del Prado a Ribera y, sobre todo, a Velázquez, cuya profunda huella podrá observarse a lo largo de toda su carrera.
Copia de Menipo de Velázquez, 1882.
Museo Sorolla, Madrid
Marina. Puerto de Valencia, 1882
Museo Bellas Artes de Valencia
Joaquín aspiró a los mismos reconocimientos que cualquier pintor novel podría obtener. En Valencia nuestro pintor concurrió a numerosos certámenes como la Exposición Regional de 1883. Una muestra que contaba con dos secciones artísticas, una dedicada a los artistas valencianos contemporáneos y otra a las antigüedades. En ella tuvieron gran éxito los pintores Emilio Sala, Salvador Martínez Cubells, Antonio Gomar, Vicente Borrás y el joven Joaquín Sorolla quien participó con seis obras. Caballero con banda, 1882.
Museo Sorolla, Madrid
El oferente. Desnudo masculino, 1883
Museo Sorolla, Madrid
La esclava y la paloma. Desnudo, 1883.
Museo Sorolla, Madrid
A través de las fotografías existentes de las salas del certamen se han identificado todas las obras que pintó para la ocasión excepto un paisaje. La exposición muestra cuatro de estas obras: El oferente. Desnudo masculino, Caballero con banda, La esclava y la paloma. Desnudo y Monja en oración, con la que obtuvo su primera medalla de oro, un cuadro de mérito por su dibujo y colorido.Joaquín Sorolla y Bastida
En la posada, 1883
Museo Sorolla, Madrid
Joaquín Sorolla y Bastida
Monja en oración, 1883
Fundación Bancaja
Entre los años 1883 y 1884 Sorolla cosechó grandes triunfos que marcarán su porvenir artístico. Son dos años fundamentales en su desarrollo como pintor que quedarán marcados por dos grandes cuadros de historia: El dos de mayo y El grito del Palleter.
Soldado muerto. Estudio para el Dos de mayo de 1808, 1883.
Museo Sorolla, Madrid
Joaquín Sorolla y Bastida
Boceto para el Dos de mayo de 1808, 1883.
Museo Sorolla, Madrid
Cabeza de gitana, 1884.
San Telmo Museoa, San Sebastián
A la Exposición Nacional de 1884 Sorolla concurrió con un cuadro muy ambicioso que representa el alzamiento de Madrid contra la invasión francesa el 2 de mayo de 1808. Una obra pintada al aire libre pero muy sujeta aún a los academicismos de la época con la que, sin embargo, obtuvo una segunda medalla y que actualmente custodia el Museo Nacional del Prado.
El grito del Palleter o El Palleter declarando la guerra a Napoleón, 1884
Diputación de Valencia
El Palleter, 1884
Colección particular
Vestal o sacerdotisa romana, 1884.
Colección particular
Tras este éxito se presenta al concurso que la Diputación de Valencia organiza para conceder la pensión o beca de estudios en Roma. Llega al examen final para el que el jurado propone como tema una pintura que represente El grito del Palleter. De nuevo un hecho ocurrido durante la Guerra de la Independencia trae grandes éxitos al valenciano que unánimemente es elegido para continuar sus estudios en Roma.
Nota: Texto perteneciente al Dosier de Prensa de la Exposición
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