Antefija con la cabeza de Acheloo, 230-520 a.C
Museo Nazionale Etrusco di Villa Giulia, Roma
La civilización etrusca es sin duda una de las más fascinantes del Mediterráneo antiguo, pero también una de las menos conocidas a nivel internacional, debido a su carácter pacífico ya que carecieron del carácter belicista, que sí estuvo presente tanto en griegos como en romanos. Fueron una cultura avanzada y refinada. Una misteriosa civilización que floreció en el corazón de la actual Italia y que nos ha legado hermosos objetos de culto, joyas preciosas, armas, estatuas, sarcófagos, bronces y cerámicas, pero también objetos funerarios y cotidianos, testigos de las distintas facetas de la cultura etrusca.
Vaso biconico da Sant’Angelo in Formis (Capua) dell’Età del Ferro Museo Archeologico nazionale di Napoli
Urna cineraria en forma de cabaña, Mediados del siglo IX - principios del siglo VIII a.C. Florencia, Museo Archeológico Nazionale
Urna cineraria de arcilla pintada Museo Archeologico Nazionale Tarquinia
Colgante Pectoral, s.VIII a.C Museo Archeologico Nazionale di Napoli
Casco etrusco bronce, Primera mitad del s. VIII a.CFlorencia, Museo Archeologico Nazionale
Fíbula ceremonial, s.VIII a.C
Museo Archeologico Nazionale di Napoli
Carro ceremonial de bronce, s.VIII - s.VII
Museo Archeologico nazionale di Napoli
Recipiente para perfume en alabastro, s.VII a.C Musées Royaux d'Art et d'Hisyoire,Brusseles
Marte de Todi, finales s. V - inicio s. IV a. C
Musei Vaticani, Ciudad del Vaticano
Copia de pendientes de oro, 550-400 a.C
Museo Archeologico Nazionale di Napoli
Pueblo de comerciantes, los etruscos no se desarrollaron de forma aislada, sino que se nutrieron de intercambios con toda la cuenca mediterránea. Incluso las zonas a las que no llegaron materialmente se beneficiaron de su influencia gracias a la mediación de fenicios y cartagineses, con quienes mantuvieron fructíferas relaciones comerciales. Por tanto, no es de extrañar que también se hayan encontrado vestigios de su paso en las costas de España, especialmente en territorio valenciano, empezando por recipientes y utensilios relacionados con el consumo de vino, un artículo de lujo que exportaban los etruscos destinado a las élites de las antiguas sociedades ibéricas.
Dados de hueso, s.VI a.C
Cerveteri, Museo Nazionale Cerite
Offerente dell’Elba, finales s.VI, inicios s.V a.C
Museo Archeologico Nazionale di Napoli
Antefija elemento arquitectónico con forma de cabeza femenina, s.VI - V a.C
Musée du Louvre
Tomba dei Tori, 540-530 a.C
Necrópolis de Monterozzi, Tarquinia, Italia
Tomba dei Tori, 540-530 a.C / 530-520 a.C
Necrópolis de Monterozzi, Tarquinia, Italia
Durante mucho tiempo la pregunta dominante ha sido ¿Quienes era los
Etruscos? Hoy en día por fin podemos afirmar que los Rasna, ya que así se autodenominaban, eran un pueblo originario de la península itálica,así que Herodoto se equivocó al concederles un áurea de misterio
en cuanto a su origen.
Una civilización que gobernó gran parte de lo que hoy es Italia y que
probablemente fueran los fundadores de la mayor ciudad estado que se haya conocido, Roma. Inclusive algunos de los primero reyes de Roma fueron etruscos. Una civilización que prosperó durante siglos hasta que el 90 antes de Cristo fue asimilada por Roma. De hecho fue de los Etruscos de quien los romanos heredarían muchas de sus costumbres, tradiciones culturales y artísticas.
Copa Ática con figuras negras dedicada a Afrodita, 540 a.C
Museo Nazionale Etrusco
Sarcófago de los esposos, 530-510 a.C Musée du Louvre
Sarcófago de los esposos, 530-520 a.C Museo Nazionale Etrusco di Villa Giulia, Roma
El sarcófago de los esposos es un sarcófago de terracota pintado con forma humana que se encuentra en la antigua ciudad etrusca de Caere (ahora Cerveteri, Italia). El sarcófago, que originalmente habría contenido restos humanos, fue descubierto durante el curso de excavaciones arqueológicas en la necrópolis Banditaccia de la antigua Caere durante el siglo XIX y ahora se encuentra en Roma. El sarcófago es bastante similar a otro sarcófago de terracota de Caere que representa a un hombre y una mujer que actualmente se encuentra en el Museo del Louvre, París; estos dos sarcófagos son contemporáneos entre sí y quizás son producto del mismo taller artístico.
El sarcófago representa a un
hombre y una mujer recostados sobre su tapa. La pareja descansa sobre
cojines, tal como lo habrían hecho en un banquete real.
El cuerpo del sarcófago tiene forma de un kline. Ambas figuras tienen el cabello muy estilizado, en cada
caso trenzado con las trenzas estilizadas que cuelgan bastante rígidas a
los lados del cuello. En el caso de la mujer, las trenzas se disponen
de modo que cuelguen delante de cada hombro. La mujer luce una gorra sobre su cabeza; también usa zapatos con forma puntiaguda, característicamente etruscos. Las trenzas del hombre cuelgan
ordenadamente a lo largo de la espalda.
El sarcófago de los esposos se
ha interpretado como una escena de banquete, con la
pareja recostada en un solo sofá mientras come y bebe. Esto
sitúa la inspiración para el sarcófago directamente en la esfera de la
convivencia social y, como se nos recuerda a menudo, la convivencia
era fundamental para los rituales mortuorios etruscos. El arte funerario
etrusco, incluidas las tumbas pintadas, a menudo representa escenas de
juergas, tal vez como un recordatorio del banquete fúnebre que enviaría
al difunto al más allá o quizás para reflejar la noción de convivencia
perpetua en dicho más allá. En cualquier caso, los banquetes
proporcionan una gran cantidad de información.
En el caso del sarcófago es importante señalar que en los banquetes etruscos, hombres y mujeres
se reclinaban y comían juntos, circunstancia bastante diferente a otras
culturas mediterráneas, especialmente la griega. Vemos múltiples casos
de banquetes mixtos en un amplio rango cronológico, lo que nos lleva a
concluir que esta era una práctica común en Etruria. Esta costumbre
generó cierto resentimiento, incluso animus, por parte de los griegos y latinos de la antigüedad, que veían esta práctica
etrusca no solo como algo diferente, sino que la tomaban como un
comportamiento ofensivo. Las mujeres disfrutaban de un estatus
diferente y más privilegiado en la sociedad etrusca que sus contemporáneas
griegas y romanas.
Cratera de Eufronio, 515 a.C
Museo Nazionale Cerite de Cerveteri
Apollo di Veio, 510-500 a.C
Museo Nazionale etrusco di Villa Giulia, Roma
Copa Ática de figuras rojas, 510-500 a.C Bruselas, Musées Royaux d'Art et d'Histoire, Collection Ravestein.
Lastra de revestimiento, Terracotta, s.VI a.C Museo Archeologico Nazionale di Napoli
Antefija con la diosa Juno Sospita, 500 a.C
Altes Museum, Berlin
Stamnos ático de figuras rojas, Chiusis.V a.C
Florencia, Museo Archeologico Nazional
Estatuilla de Tinia (Zeus joven), s.V a.C Florencia, Museo Archeologico Nazionale
De hecho tanto los combates de gladiadores, el diseño de los templos, los rituales religiosos o la misma ingeniería hidráulica fuero heredadas por los romanos.
Hoy en día la mayoría de lo que sabemos sobre esta antigua civilización se debe al análisis de sus tumbas, esto se debe a que la mayoría de sus ciudades están habitadas, Florencia, Pisa, Siena... Los restos de su pasado se esconden bajo capas y más capas de historia, Roma, Medievo, Renacimiento...
Por suerte a los Etruscos les importaba mucho equipara a los muertos para la vida en el mas allá, lo cual nos permite asomarnos a su cotidianidad. En una primera fase de su civilización imaginaban el otro mundo como una continuación de este. Cuando alguien moría, lo incineraban y le proporcionaban un nuevo hogar, realizaban urnas cinerarias con forma de casa en miniatura. Con el tiempo y el desarrollo del comercio, y su consecuente enriquecimiento, las tumbas irían ganado en opulencia. El ajuar funerario ya no es sencillo, broches, pectorales de oro, vasijas de plata, brazaletes, todo ello nos da una visión del cambio que había sufrido su vida cotidiana.
Frescos de la Tomba del Tuffatore, 480-470 a.C Paestum, Museo Archeologico Nazionale
La Tomba del Tuffatore (Tumba del nadador) es el único testimonio de la pintura
griega de grandes dimensiones anterior del siglo IV. a.C, también es única por el tema
representado: un joven desnudo que se zambulle en el océano, imagen
metafórica del paso de la vida a la muerte. Mientras que tradicionalmente los
griegos tenían una visión muy negativa del más allá, en el siglo
quinto a.C se difundieron nuevas ideas, basadas en la esperanza de una
forma de supervivencia después de la muerte. En esta línea, Platón
definirá la muerte como la "liberación del alma", anticipando así las
creencias religiosas más recientes.
La tumba, encontrada a 2 km al
sur de Paestum, dentro de una pequeña necrópolis de los siglos VI-IV. a.C. La escena del nadador, que dio nombre a la tumba, se encuentra en el
lado interior de la losa del techo, frente al difunto. De hecho, tras
el funeral que tuvo lugar alrededor del 475 a.C., los frescos
permanecieron en total oscuridad durante casi dos milenios y medio, hasta
que fueron encontrados en 1968. Los muros del sepulcro, con una caja lítica de losas de travertino, están decorados con escenas de un simpósium.
La singularidad de la tumba
consiste en el mensaje metafísico que transmite a través del lenguaje
visual. En las ciudades griegas del sur de Italia, filósofos como
Pitágoras y Parménides abordaban cuestiones relacionadas con la
metafísica y la vida después de la muerte. Las creencias inspiradas en
el pitagorismo y el orfismo (a su vez inspiradas en el mito de Orfeo que
regresa del Hades gracias a la música) se difundieron, compartidas sólo
entre aquellos que fueron "iniciados" en los misterios de esta
tradición. Se ha planteado la hipótesis de que la persona enterrada en
la Tumba del nadador fuese un "iniciado".
Chimera d'Arezzo, 400 a.CFlorencia, Museo Archeologico Nazionale
Quimera de Arezzo: Obra maestra del arte
etrusco, fue encontrada en Arezzo en 1553 e inmediatamente reclamada por
Cosimo I, quien aparentemente se deleitó al limpiarla. Representa al monstruo mítico asesinado por Bellerofonte. Probablemente formaba parte de un grupo que incluía al héroe y al
caballo Pegaso: de hecho, se la representa herida, mientras se retira
rugiendo. La cola, encontrada más tarde, fue insertada
incorrectamente: la serpiente debía volverse contra el enemigo y no
morder la cabeza de la cabra en la espalda
Museo Archeologico Nazionale di Napoli
Yelmo tipo Montefortino, Bronce Siglo IV– II a.C. Volterra, Museo Etrusco Guarnacci
Acroterio configurado como guerrero de Cerveteri Perugia, primera mitad del siglo IV a. C.
Florencia, Museo Archeologico Nazionale
Oenochoé, Chiusi, primera mitad del s. VI a.C Soprintendenza per i Beni Archeologici della Toscana
Cesta joyero con inscripciones en Latín arcaico s. IV a.C., de Palestrina Roma, Museo Nazionale Etrusco di Villa Giulia
Museo Archeologico Nazionale di Napoli
Urna cineraria del Bottarone, Città della Pieve, inicios s. IV a.C Florencia, Museo Archeologico Nazionale
Volterra, Necrópolis de Montebradon, s.IV a.C
Volterra, Museo Etrusco Guarnacci
Cabeza de Leucotea, 340-330 a.C
Museo Nazionale etrusco di Villa Giulia, Roma
Paestum, Necropoli Lucana del Gaudo, 340-320 a.C Paestum, Parco Archeologico
Relieve con batalla entre Griegos y Amazonas.Sarcófago de Larth Tetnies y Thanchvil Tarnai sarcophagus, 350-300 a.C
Museum Fine Arts Boston
Relieve con Ramtha Vishnai y Arnth Tetnies flanquedos por asistentes Sarcófago de Ramtha Vishnai y Arnth Tetnies, 350-330 a.C
Museum Fine Arts Boston
Tumba del Carro Infernal de Cuatro Caballos, s.IV a.C Etruscan Necropolis de Pianacce
Museo Civico Archeologico di Sarteano
Cabeza de giovinetto da Fiesole, 330-300 a.C
Florencia, Museo Archeologico Nazionale
Giovanetto da Fiesole: Los labios carnosos, bien
definidos, las cejas espesas, el cabello cuidadosamente colocado en la
frente para enmarcar un rostro suave, con rasgos idealizados.
La cabeza y parte del cuello, las
únicas partes del cuerpo que han sobrevivido, debieron pertenecer a una
gran escultura. Los ojos, insertados más tarde, son huecos; el iris y
la pupila tenían que incrustarse con otro material de color. Un velo de
misterio envuelve la figura, ya que aún no conocemos la identidad del
sujeto representado. Lo cierto es que la Cabeza perteneció a una estatua votiva a escala humana , y que el refinamiento de la composición es emblemático del alto nivel artístico alcanzado por los talleres de bronce etruscos.
Arringatore, Retrato de Aulo Metelo, s. II-I a.C
Museo Archeologico Nazionale di Firenze
L'Arringatore: Escultura, encontrada en 1566
en Umbría, representa al noble etrusco Aulo Metello, cuyo nombre está
grabado en la toga. El hombre, vestido a la romana, indica
que ya ha tenido lugar el proceso de asimilación política y cultural
de la antigua civilización Etrusca por parte de Roma. La escultura atrapa el momento inmediatamente
anterior a la arenga, mientras Aulo Metelo, con el brazo levantado, pide la
atención de los transeúntes. La estatua se realizó en siete partes y luegofue ensamblada.
Ulises y las sirenas, Volterra, mediados del s. II a.C. Museo Archeologico Nazionale de Firenza
Il Veiove di Monterazzano, s.I d.C
Viterbo, Museo Nazionale Etrusco Rocca Albornoz
Veiove (Vediove) era una antigua
divinidad de origen itálico o etrusco, cuyo carácter original se había
vuelto oscuro incluso para los eruditos romanos que escribieron sobre
ella, tratando de aclarar su origen. Según Varro , el culto de Veiove fue uno de aquellos cuya institución se remonta al reinado de Titus Tazio.
Para
algunos, además, Veiove era una divinidad de carácter infernal, similar
a Plutón. Otros, por el nombre, lo conectaban con Júpiter, donde el
prefijo "ve" indicaba a Ovidio un Júpiter "niño"; para Aulus Gellius un Júpiter "negativo", un dios peligroso, perteneciente al mundo subterráneo.
El aspecto tectónico e infernal de Veiove fue confirmado por Macrobio, confirmando la presencia de su nombre en los antiguos ritos romanos de
maldición del ejército enemigo, que tenían el poder de entregarlo a los
poderes del inframundo. A esta oscura divinidad se le
sacrificaban los culpables de traición a las leyes del Estado,
como testificó Dionisio de Halicarnaso.
Tradicionalmente, sin embargo, Veiove también era el dios patrón del Asylum , el bosque sagrado en las laderas del Capitolio, donde cualquiera podía refugiarse sin correr el riesgo de ser capturado.
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