viernes, mayo 05, 2023

Pier Paolo Pasolini por Dino Pedriali

 
Pier Paolo Pasolini (1975)
Fotografía: Dino Pedriali
 
En realidad ante la relación entre Pasolini y Dino Pedriali podríamos decir que nos encontramos ante una historia de amor, una historia que en realidad no tuvo tiempo para ser vivida, pero que existió.
 
Pier Paolo Pasolini (1975) 
Fotografía: Dino Pedriali
 
En 1975 Dino Pedriali tenía 25 años. Un joven sin demasiada experiencia en, lo que acabaría siendo su profesión, la fotografía. Había trabajado como asistente de Man Ray, pero el punto de inflexión se produce gracias a Pier Paolo Pasolini, quien lo escogió para realizar las fotos de lo que sería su libro-testamento, "Petrolio", un libro que recogería todos los registros de Pier Paolo Pasolini, tanto de su escritura, entre notas y anotaciones como una carta a Moravia, una arqueología humana, una exploración de los misterios de la sexualidad junto a una muestra representativa de una Italia entre oscuras tramas de poder y masacres que quedaron impunes. Un libro que, tanto los textos como las fotografías no verían la luz hasta 1992, ya que como sabemos, Pasolini fue asesinado el 2 de noviembre de 1975 en el Idroscalo de Ostia. Un crimen que ha inspirado libros, documentales y películas, un caso aún sin resolver y sobre el que todavía hay demasiadas preguntas y demasiados misterios. 
 
Pier Paolo Pasolini (1975) 
Fotografía: Dino Pedriali
 
Pier Paolo Pasolini (1975) 
Fotografía: Dino Pedriali
 
Pier Paolo Pasolini (1975) 
Fotografía: Dino Pedriali
 
Pier Paolo Pasolini (1975) 
Fotografía: Dino Pedriali

Pier Paolo Pasolini (1975) 
Fotografía: Dino Pedriali
 
Pier Paolo Pasolini (1975) 
Fotografía: Dino Pedriali
 
Pier Paolo Pasolini (1975) 
Fotografía: Dino Pedriali
 
Según Dino Prediali, en una entrevista con Franca Leosini para un episodio de Storie Maledette "No fue un crimen político. Estoy convencido de que fue un asesinato que maduró en el ambiente de la prostitución masculina: es un asesinato que nació ahí, del rebaño, y no tiene nada que ver con la política". 
 
Pier Paolo Pasolini (1975) 
Fotografía: Dino Pedriali
 
Pier Paolo Pasolini (1975) 
Fotografía: Dino Pedriali
 
Pier Paolo Pasolini (1975) 
Fotografía: Dino Pedriali
 
Pier Paolo Pasolini (1975) 
Fotografía: Dino Pedriali
 
Pier Paolo Pasolini (1975) 
Fotografía: Dino Pedriali
 
Pier Paolo Pasolini (1975) 
Fotografía: Dino Pedriali
 
También afirma que "No hubiera tenido sexo con él, sólo amor. Me enamoré de Pasolini, pero nunca tuve la oportunidad de expresarlo". El problema entonces, como ya se mencionó, es que no hubo el tiempo necesario para que naciera ese sentimiento y poder vivirlo plenamente a pesar de la diferencia de edad, cultura y experiencia. Unos días antes de su muerte, Pasolini y Pedriali, pasaron un tiempo en la casa del escritor, cineasta y poeta en Sabaudia y luego en su amada villa de Chia, en el Viterbese, lugar donde el Pasolini se retiraba para escribir. Dino se convierte en una sombra tan presente como invisible que le espía en cualquier momento del día. Retratándolo mientras piensa, duerme o lee; con sus máquinas, la Giulietta gris y la Letter 22; lo fotografía en tejanos y camisa, con o sin gafas de sol negras. Consiguiendo un documento que ha acabado siendo icónico, tanto como el hombre al que representan. Pedriali también lo espía desde la ventana de esa casa con grandes ventanales que dan al jardín: se queda afuera y lo inmortaliza mientras se desviste y permanece desnudo mientras lee o recoloca objetos.
 
Pier Paolo Pasolini (1975)
En el puente Sabaudia 
Fotografía: Dino Pedriali
 
Pier Paolo Pasolini (1975) 
En el puente Sabaudia
Fotografía: Dino Pedriali
 
Pier Paolo Pasolini (1975) 
En el puente Sabaudia
Fotografía: Dino Pedriali
 
Pier Paolo Pasolini (1975)
En el puente Sabaudia 
Fotografía: Dino Pedriali
 
En dicha entrevista Pedriali, nos ofrece algo único, cómo se sentía Pasolini, un documento impactante ya que la noche siguiente, el cuerpo de Pasolini fue encontrado masacrado. "En esos días noté la profunda soledad que lo envolvía y lo desgarraba, vi a un hombre abandonado a sí mismo, algo que nunca había visto en nadie más. En el puente Sabaudia me dijo: mira este horizonte. Parece un paisaje del tercer mundo. Ya ni siquiera hay sitio para mí, ya nadie me quiere. Una frase impactante que no entendí en ese momento. Entre nosotros quedará un vínculo eterno”. 
 
 

1 comentario:

El Deme dijo...

Se ve cariño y devoción en las fotos.