Defensa de Cádiz contra los ingleses (1634-35)
Museo Nacional del Prado, Madrid
El Salón de Reinos, cuyo nombre hace referencia a los veinticuatro reinos; que conformaban los dominios de la corona española representados mediante sus escudos en los lunetos de la bóveda formaba parte del desaparecido Palacio del Buen Retiro. El cual comenzó a construirse en los años treinta del siglo XVII, como un lugar de evasión del rey Felipe IV.
Hércules y el León de Nemea (1634)
Museo Nacional del Prado, Madrid
Hércules y la Hidra de Lerna (1634)
Museo Nacional del Prado, Madrid
En el siglo XIX la práctica totalidad del palacio desapareció victima en de la especulación. Sólo los jardines, convertidos en parque público, el Casón del Buen Retiro, con su bóveda pintada por Luca Giordano y el Salón de Reinos han llegado a nuestros días.
Será para aquí, el Salón de Reinos, para donde Francisco Zurbarán realizará su trabajo más insólito, los diez trabajos de Hércules. En origen iban a ser doce, ya que en realidad son doce los trabajos realizados por Hércules, pero al decidirse que irían colocados sobre las ventanas, y estas eran diez, el número quedaría reducido a tal número. Estos lienzos simbolizaban el poder de Felipe IV, el Hércules que mantenía la unidad imperial. Una monarquía todopoderosa que se encontraba en su zenit y que empezaba a encarar una lenta decadencia, la cual se alargaría hasta 1898 con la pérdida de Cuba y Filipinas.
En cuanto a la singularidad de las pinturas realizada en 1634 por Zurbarán para el Salón de Reinos, nace de dos hechos fundamentales, el primero se debe a que Zurbarán no era un pintor de la corte y el segundo a la temática. El genial pintor extremeño alcanzará su fama y reconocimiento por sus lienzos de temática religiosa, sobretodo por sus santos y frailes. algo muy alejado de los Trabajos de Hércules o del otro lienzo que realizará para el Salón de Reinos, la Defensa de Cádiz contra los ingleses.
Francisco de Zurbarán
Hércules separa las montañas de Calpe y Abyla (1634)
Museo Nacional del Prado, Madrid
Hércules lucha con Antaeus (1634)
Museo Nacional del Prado, Madrid
Pero en realidad si analizamos fríamente ambas cuestiones veremos que la elección no fue caprichosa, Zurbarán ya contaba con cierto prestigio, sobretodo en la importante ciudad de Sevilla, lo cual podemos unir a la fuerte presencia sevillana en la corte, comenzando por el propio Conde Duque de Olivares y el principal pintor de la corte, ni más ni menos que Velázquez, el cual conocía desde hacía bastante tiempo a Zurbarán. En cuanto a la temática, si bien esta no tiene ninguna relación con el trabajo de Zurbarán, si lo tiene el hecho de ser una figura única, la cual centra toda la escena.
Hércules lucha con Cerberous (1634)
Museo Nacional del Prado, Madrid
2 comentarios:
Interesant !!
Absolutamente cautivador el trabajo de estos Hércules con la expresividad del cuerpo humano. Enorme Zurbarán.
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