Si alguien tiene previsto acercarse por Madrid, el Museo del Prado presenta hasta el 4 de mayo de 2014 "Las furias. De Tiziano a Rivera", exposición que muestra el desarrollo del tema de las furias en el arte europeo entre los años 1550 y 1700.
Originariamente Las Furias, Erinias o Euménides, hermanas de las Moiras (el Destino), eran hijas de la sangre derramada por el miembro de Urano sobre Gea cuando su hijo Crono lo castró, siendo por tanto divinidades ctónicas (dioses o espíritus del inframundo). Eran la personificación femenina de la venganza y del castigo.
Sus nombres:
Alecto (Άληκτώ, ‘la implacable’), castiga los delitos morales.
Megera (Μεγαιρα, ‘la celosa’), castiga los delitos de infidelidad.
Tisífone (Τισιφονη, ‘la vengadora del asesinato’), castiga los delitos de sangre.
Pero la exposición del Prado no trata de esto, sino de cuatro personajes trágicos de la mitología clásica: En España se conocía como Las Furias a los cuatro condenados por revelarse contra los dioses, a saber: Ticio, Sísifo, Ixión y Tántalo, que fueron condenados a horribles suplicios en el reino de Hades. Sísifo, condenado a cargar toda la eternidad con una gran piedra, Tántalo, a quién los alimentos no le proporcionaban nutriente alguno, Ticio, cuyo hígado era progresivamente devorado por un buitre e Ixion, que recibió el escarmiento de dar vueltas continuamente a través de una rueda gigante.
Pero cuáles fueron los delitos que les llevaron a semejante sufrimiento:
Ticio, el intento de violación, instigado por Hera, de Leto o, según otras versiones, de Artemisa.
Sísifo, antes de morir le hace prometer a su esposa que no realizaría el sacrificio habitual a los muertos y ésta así lo hizo, así que en el infierno se quejó de que su esposa no estaba cumpliendo con sus deberes, convenció a Hades para que le permitiese regresar al mundo superior y así castigarla. Pero cuando estuvo de nuevo en Corinto, rehusó volver de forma alguna al inframundo, viviendo varios años más en la tierra hasta que fue devuelto a la fuerza por Hermes.
Ixión, intentó seducir a Hera.
Tántalo, un personaje más que curioso, pero cuya condena se debe, al igual que en el caso de Ixión, a un delito menor, el cual colmaría la paciencia de los dioses. Pandáreo robó el mastín de oro, que le había hecho Cronos a Rea para que cuidara del recién nacido Zeus, y se lo dio a Tántalo para que lo ocultara. Una vez pasada la alarma inicial sin que se supiera nada del perro, Pandáreo le pidió que se lo devolviera, pero Tántalo le juró por Zeus que nunca había oído hablar de él.
Las furias aparecieron como conjunto pictórico a mediados del siglo XVI, cuando María de Hungría, hermana de Carlos V y gobernadora de los Países Bajos, solicitó en 1548 a Tiziano cuatro lienzos con estos personajes para su palacio en Binche (Bruselas), con los cuatro personajes mitológicos quería representar a los príncipes alemanes que se habían rebelado contra su hermano el emperador Carlos V, y a quienes había vencido un año antes en la batalla de Mülhberg.
Con todo lo anterior llegamos a la conclusión de que cualquier lectura que hagamos de la exposición es, como mínimo, un tanto peculiar, aún más si nos damos cuenta que en esta lista se ha incluido, de forma harto chocante, la figura de Prometeo, castigado por robar el fuego y entregárselo a los hombres. Así que cada uno saque sus propias conclusiones sobre esta exposición, aunque en este caso ni la mitología ni el arte son culpables, sólo el uso que de ellos se hace. A mi desde el título hasta el final, como mínimo me ha causado bastante perplejidad.
+ Información:
https://www.museodelprado.es/
http://www.maicar.com/GML/Prometheus1.html
http://www.maicar.com/GML/Ixion.html
http://www.maicar.com/GML/Sisyphus.html
http://www.maicar.com/GML/Tantalus1.html
http://www.maicar.com/GML/ERINYES.html
6 comentarios:
Supongo que el título con los nombres de Tiziano y Ribera es más un tema de promoción con dos nombres llamativos que la misma temática por si sugerente como bien explicas por su utilización iconográfica.
Estas comparaciones iconográficas siempre son divertidas sobretodo para entender la concepción plàstica de cada uno de los artistas.
Ver las obras y conocer sus historias es como preguntar por quien doblan las campanas. Siempre doblan por uno y siempre el dolor es el de uno aunque no se llame Prometeo.
Un abrazo
Además de lo que nos explica Galderich, de este tipo de exposiciones resulta muy sugerente el espacio compartido, el de la exposición, por las obras y los artistas. Es decir, ayuda a entender la concepción plástica de cada artista y da, a la vez, el contexto en el que el motivo toma mayor fuerza.
y tú no te vas a acercar a verla???
Por no saber del tema, no sabía ni de la existencia de la exposición. Iré a verla amparado por mi ignorancia e intentaré disfrutar de las obras. Será interesante ver los diferenctes enfoques.
Que buena investigacion ! Tantos hombres expuestos a las furias del odio o del deseo ( cual seria la mas violenta ?)
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