viernes, abril 30, 2010

La Mirada de Gerardo Suter


Gerardo Suter
Tlapoyahua 1991

Fotógrafo argentino (Buenos Aires, 1957) afincado en México. Desde los años ochenta Suter es uno de los fotógrafos más reconocidos del panorama mexicano por su técnica puesta al servicio de imágenes y símbolos, tanto de la tradición mexicana como de la tierra o del hombre. Su trabajo se desarrolla preferentemente en blanco y negro.

Gerardo Suter
Tlaloc 1991

Gerardo Suter
El sueño de la memoria 1995

Gerardo Suter
Stratus IV 1977

Gerardo Suter
Ozomatli 1985

La memoria ha venido siendo el tema recurrente que culminó en su obra de 1996 "Geografía de la memoria" que se basa en el cuerpo humano, el tiempo y el territorio. Su fotografía incorpora ideas y símbolos de cultura Precolombina, no como una forma de documentar un período histórico, sino como una metáfora de sus orígenes, dioses y rituales. Al recrear estos momentos Suter difumina la línea entre los hechos registrados y la visión del fotógrafo. Finalmente la fuerza de su propuesta reside en su habilidad para retar a la audiencia a discernir entre la realidad y la ficción, y a conjurar historias personales profundas junto con la memoria colectiva.

Gerardo Suter
Tierra 1994

Gerardo Suter
Cielo 1995

Gerardo Suter
Arraigo 1995


7 comentarios:

senses and nonsenses dijo...

¡ME EN-CAN-TA!
¡Qué Fuerza!
me tengo que quedar con este nombre.

un abrazo.

pon dijo...

vaya forma de echar pafuera las peores pesadillas, magnífico

Juan Duque Oliva dijo...

Que miedo

tecla dijo...

Qué visiones tan dolorosas p-jota.
¿Qué sería lo que le dolía tanto?
Conocí a un pintor que creaba unos monstruos horribles, y después era la persona más dulce y divertida que uno se pueda encontrar. Un encanto.

tecla dijo...

Qué visiones tan dolorosas p-jota.
¿Qué sería lo que le dolía tanto?
Conocí a un pintor que creaba unos monstruos horribles, y después era la persona más dulce y divertida que uno se pueda encontrar. Un encanto.

tecla dijo...

Qué visiones tan dolorosas p-jota.
¿Qué sería lo que le dolía tanto?
Conocí a un pintor que creaba unos monstruos horribles, y después era la persona más dulce y divertida que uno se pueda encontrar. Un encanto.

Justo dijo...

El efecto de enraizamiento con la tierra está muy conseguido...