La fotógrafa Isabel Muñoz nos acerca con su cámara a las Maras, pandillas salvadoreñas, para tratar un tema más amplio: la violencia. Para lo cual viajó durante el año 2006 a El Salvador para fotografiar a los protagonistas.
Un trabajo en el que no establecía juicios previos, sólo consistía en ir, ver, conocer, intentar comprender, mirar y reflejar, para contar, la realidad del fenómeno de las pandillas en este país. En tan sólo dos viajes ha logrado algo que pocos fotógrafos han conseguido: poder trabajar dentro de las cárceles en un contacto directo con los presos.
60 fotografías realizadas en las cárceles salvadoreñas, en contacto directo con presos que le han contado sus historias personales a través de las marcas en su piel tatuada, signos de sus delitos y de su rango dentro de su grupo. Consiguiendo unas imágenes totalmente perturbadoras de un mundo lleno de códigos secretos, códigos que nos acercan el infierno a la tierra mediante una sucesión de tumbas, calaveras, cruces gamadas en una concepción del mundo en el que la muerte está muy presente. Un mundo cruel y violento muy alejado de la poética que reflejan las imágenes.
"Sólo hay tres sitios en los que puede estar un marero: la cárcel, el hospital y el cementerio"
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19 comentarios:
A mí lo que más me ha alcanzado y perturbado, fíjat tú, son esas miradas... esas miradas...
Si, es verdad, los ojos son tremendos.
Por cierto la performance de la anterior entrada ya me gustaría verla, tiene que estar genial, a ver si vienen por aquí.
Besos
tarea nada fácil lo de entrar en una cárcel del Salvador y amansar esas gentes para modelar sus imágenes...
Con diu Vulcano, les mirades…………..
Son per mi el mes impactant, la forma de mirar, la profunditat del ulls.
Els tatos…… no m’acaben de agradar, no m’agrada res escrit o dibuixat sobre la pell ni del ser humà ni dels animals.
Considero que es art, i mols son verdaderes obres amb majúscules.
El cos humà es bell nu. No necessita res mes. Prou marca la vida, no cal afegir res mes.
Para quienes estàn en el centro de Mèxico, tienen la oportunidad de ver en este mes de Abril la exposiciòn en Puebla, ademàs del trabajo del retrato es la tècnica de impresiòn que tiene Isabel Muñoz que es excepcional. Habrìa que remarcar aparte de la muerte presente en los tatuajes, el tema sexual. Por cierto, dentro del ritual de iniciaciòn, un mara debe penetrar... de alli toda una gran fantasìa en torno a ellos, por aqui, donde vivo, pasan continuamdente trenes (de carga)con estos personajes abordo.
Saludos!
Qué horror; si yo viara a Jorge así, en nuestra cama, no podría evitar frotarlo con un estropajo :)
Besos
Espeluznante, sobre todo al pensar la historia que habrá detrás de cada imágen.
Ya tuvo valor la señorita Muñoz, porque imagino el cuerpo con el que volvió de aquella experiencia salvadoreña, que no salvadora.
Un abrazo
Demasiadas tatuagens
Unas fotos que dan miedo, pensando que son personas reales carentes de libertad, que sólo tienen el mundo de su piel como huellas del pasado.
da la sensación de que se te tatuan los ojos. Acojona que te atrape tanto estas imagenes
Tiene valor la chica. Y mucho ojo para hacer fotos.
Los tatuajes son fascinantes, aunque esta gente los ritualiza hasta extremos increíbles. Quizás cuando uno no tiene otra forma de identificarse acaba señalizando hasta el último pelo del cuerpo. Quizás no tienen otra forma de pertenecer a algún sitio; las maras no dejan de ser otra tribu humana más con sus códigos identificatorios. Personalmente me espeluznan más los fieles cubiertos de capirotes morados en Semana Santa, como código identificatorio, o los uniformes militares. Con o sin tatus, todos nos significamos de alguna manera, ya sea con determinada corbata y maletín o con una cresta verde.
Sabes cuanto te respeto, con cuanta fervorosa admiración abro tu espacio..... Y....
Vamos, siempre he creido que la Mara Slavatrucha es más que un fenómeno sociológico.
Lo que para algunos es ezpelusnante yo lo encuentro intenso, me aprece que ellos viven con más libertad que la mayoría de nosotros, para ellos no existe la simulación, lo que parece fachada es sinónimo de Libertad.
Un perro no te ataca sin motivos, pero es seguro que obtendrás una respuesta de él.
Y la rabia le puede dar a quien sea.
Yo tengo 17 tattos.
Pero no soy Mara.
2046 Mareros Besotes
a la tercera va la vencida...
me está dando UNOS problemas blogger para comentar. de los nervios, me tiene...
mira, a mí el primer modelo me da mucho mucho morbo. en grupo quizá me den miedo, un poco, pero de uno en uno mucho morbo, no tengo remedio. soy una cerda...
un abrazo.
Increíble PJ, como siempre, un saludo!
Siempre me han fascinado los tatuajes, aunque yo no llevo ninguno.
Son unas fotografías sobrecogedoras. Y como dijo Vulcano, lo que más perturba son algunas de esas miradas.
Alucinante este trabajo, creo recordar que lo vi en un País semanal, y me impactó. Genial el proyecto y el tratamiento del tema. Las fotos, de lujo.
(jo, qué atrás me he quedado, qué falta de tiempo)
Insisto en aquello en lo que tú insistes: nos puede atraer la estética,pero la realidad que subyace es tremenda, con la muerte siempre presente y las -pocas- posibilidades de escapar de ese mundo férreo, jerarquizado e intransigente, muy peligroso y desesperanzador, según todos los testimonios.
Son personajes del aclamado documental La Vida Loca, os confirmo que la chica de la sexta foto ya ha fallecido y de los demas fotografiados no me extrañaria que alguno mas tambien..
Los tatuajes son muy buenos el tinte el mejor pero hay personas que se hacen unos tatuajes que para que...
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