Pablo Gargallo

Gargallo, el escultor del aire, hasta Pablo Gargallo la escultura se había centrado en el estudio volumétrico de la forma, la forma convexas dominaban el panorama, pero Gargallo romperá los esquemas, este escultor nacido en Maella en 1881, buscará en su afán investigador el estudio de la forma cóncava, vaciará los volúmenes, creando dibujos aéreos, de una gran sutileza, formas recortadas en el aire, que no obstante no pierden su contundencia. Cabe recordar que su obra es producto de la evolución ya que Gargallo es un artista de sólida formación Noucentista adquirida en la l’Escola de la Llotja en Barcelona, ciudad a la que llegaría en 1888, coincidiendo con la Exposición Universal, en pleno triunfo modernista y que su memoria va unida a otra institución de fuerte raigambre en la ciudad de Barcelona como es el caso de la cervecería Els 4 Gats, centro de reunión de personas tan influyentes y renovadoras como Pablo Picasso, Ramón Casas, Lluís Domènech i Montaner, Antoni Gaudí, entre otros muchos. A pesar del en un principio poco impacto internacional de su obra, esta sí que tendrá una importante representación en Barcelona en la que podemos encontrar los impresionantes relieves de las valquirias para el Palau de la Música Catalana, así como el "Pastor del águila" y el "Pastor del flautín" en la Plaza Catalunya obras de 1928 o los aurigas que coronan el Estadio Olímpico de Barcelona, obra de 1929 Al igual que todos los artistas de su época Gargallo también peregrinaría a Paris, en donde se interesaría principalmente por la obra de Rodin, máximo exponente de la escultura de época. Pero Gargallo irá mas allá del clasicismo y sustituirá los materiales clásicos, mármol , bronce por el hierro forjado, con el cual mediante el ensamblaje de diferentes láminas dotará a sus obras de una mayor fuerza expresiva creada a base de volúmenes abstractos, los cuales en las pequeñas máscaras nos recordarán el arte africano que tanta repercusión tubo en lo s cubistas y especialmente en Picasso, para ir evolucionando hacia formas más depuradas y libres de ataduras y convertirse en simples línea como los retratos de Greta Garbo en los que el soporte desaparecerá para dejar que el reflejo lumínico que queda atrapado en su interior logra el milagro del volumen, todo ello sin abandonar del la creación de obras de estilo más clasicista.

 

Hasta el 28 de Enero en la Fundació Caixa de Catalunya, edificio de La Casa Milá ( La Pedrera )