viernes, noviembre 16, 2012

Tres Miradas sobre Barcelona


 
"Sempre a peu, Rambla amunt i avall; anava amb els ulls oberts, com si tingués dues antenes magnètiques, i anava gravant. Primer feia les seves incursions recorrent els carrers, després acostumava a tornar per fer la fotografia amb la llum adequada,"

Daniel Giralt-Miracle

Carrer Argenteria, 1950

Las Chimeneas del Paralelo

Monumento a Colón (el puerto)

Limpiabotas en la Gran Vía, 1954

Via Laietana


"La imagen debe subyugarnos de tal manera que nos preguntemos quién es el coco que hay detrás. No hay otro secreto."

Xavier Miserachs

Barber treballant al port, 1962

Carrer de Sant Domenec del Call, 1962

El Born, 1962

Festes de Gràcia, Barcelona, 1964.


En 1957 el poeta Carlos Barral, de la editorial Seix Barral, encargó a Leopoldo Pomés un libro de fotografías sobre su ciudad, Barcelona. Aunque el resultado les entusiasmó, el proyecto editorial nunca se llevó al cabo. Más de 50 años después, la Fundación Foto Colectania en colaboración con la editorial La Fábrica han sacado a la luz un trabajo fotográfico excepcional, que también es el recorrido por un mundo ya desaparecido.

"¿qué hago hoy en la Rambla? ¿Una denuncia? Y es que clama el cielo, o al infierno, que este paseo esté lleno de tiendas de recuerdos en las que se venden sombreros mexicanos, o que haya estatuas vivientes y una aglomeración de gente que hace imposible pasear por allí".

Leopoldo Pomés

Metro, 1957

Madre e hija, La Rambla, 1957

La Vasquita, 1958

Las Ramblas y Karin, 1959

Previamente:

Bajo el Signo de Libra: Xavier Miserachs: Barcelona en Blanco y Negro
Bajo el Signo de Libra: La Mirada de Leopold Pomés


16 comentarios:

El Deme dijo...

Desde Madrid, un soriano que ama Barcelona, te dice que el mundo de los fotógrafos que han captado el alma de esa ciudad me fascina, tienen sus calles y rincones una vida tan auténtica que cuando una cámara lo eterniza, queda puro arte.

Leopold Estapé dijo...

Tres mirades imprescindibles sobre una Barcelona que jo recordo. Algunes encare m'envien els sue olor de sardines i olives que omplien alguns carrers de la Ribera.

rogerbcn dijo...

Quina llum que te Barcelona! i com de be la van saber immortalitzar aquest fotògrafs.

MM de planetamurciano dijo...

La Barcelona de esas fotos es la Barcelona de "Nada" de Carmen Laforet; me encantaría pasar allí unos días, si hubiera maquina del tiempo, claro.

Uno dijo...

Los tres magníficos. Cómo entiendo la pena de Pomés por esa Barcelona perdida que yo también disfruté tanto. Aquella Rambla ,aquel Jazz Colón, aquel Café de la Opera que aunque no lo parezca, también ha desaparecido.

Un abrazo

Justo dijo...

La Barcelona de aquellos años se ha convertido ya en mítica.. los que la vivieron recuerdan la miseria, pero también otras muchas sensaciones que les fascinan. Pocas ciudades europeas -a lo mejor ninguna, quizá París- ha generado en esa década tantas evocaciones, literarias, cinematográficas, poéticas, visuales, en el momento y a posteriori.

Sin embargo la Barcelona moderna es y ha sido deseada, pero de una manera que no tiene nada que ver, casi como si fuera un objeto de consumo.

Javier dijo...

Las huellas del tiempo últimamente van siendo borradas por un exceso de comercialización, pero si sabes mirar la esencia sigue presente.

Javier dijo...

Es la ciutat que molts tenim encara impregnada a les nostres retines.

Javier dijo...

Mirant una i altre vegada les fotos un no deixa de versa reflectit, es la Barcelona dels barcelonins i no dels turistes.

Javier dijo...

Tal vez es el alma de esta ciudad lo que queda reflejado.

Javier dijo...

El Café de la Ópera no ha desaparecido, aunque en cierto sentido sí. Una ciudad que casi queda envuelta en el misterio de la leyenda.

Javier dijo...

Tal vez estés dando bastantes de las claves, aquella Barcelona era de verdad, era de sus gentes, había riqueza y pobreza, pero también autenticidad. Hoy somos casi un decorado, un telón de fondo para hordas turísticas en busca de una instantánea. Somos muchos los que no nos gusta este tipo de ciudad.

@ELBLOGDERIPLEY dijo...

Bueno, las fotos de Català-Roca, es un clásico: esa Barcelona sí que aventuro que no la conocimos ninguno...
Tiene razón Pomés con que no se puede pasear ya tranquilamente por las Ramblas, hace bastante...Es verdad que es un poco parque temático: "El café de la Ópera" sí que he estado hace no mucho (la última vez creo que hace cuatro-cinco años), conserva ése encanto, aunque el servicio atiende así bastante asépticamente, cobrando un poquito más caro, pero como si estuviéramos en cualquier lugar, la verdad que es un sitio con mucho encanto.
Supongo que cada cual tiene su Barcelona: Es claro que hay una anterior al 92 y otra posterior: Viví allí la del 92', pero a mi en confianza me gusta más la anterior, porque vivir en una gran urbe, ya no me gusta: Es cierto que no muy lejos de una y con mar, no estaría mal...Creo íntimamente que Barcelona resiste "muchas Barcelonas" posibles, y que como dices, los que conocemos su esencia, su alma, la reconozcamos un poquito debajo de tanto disfraz.

Lo de "mucha gente" me pasó con París, la primera y segunda vez que fui: Me pareció preciosa, pero también me pareció agobiante la aglomeración de gente, mucho más que Madrid y Bcn juntas: Se nota que hay prácticamente doce millones de personas ó más viviendo, sospecho que por edad y calidad de vida, empezamos a apreciar los sitios con menos de cien mil habitantes, no sé:-)
Un abraç, Petonets!

senses and nonsenses dijo...

jo, son maravillosas. creo que voy a repetirme, gracias a Pomés y Catalá-Roca podemos descubrir esa Barcelona que se ha ido perdiendo. no voy a entrar si mejor o peor, pero irrecuperable...
a Xavier Miserachs no le conocía.
Madre e hija, la fotografía que es portada del libro de Pomés, tiene una fuerza brutal, me encanta.

Javier dijo...

La comercialización, la venta al alma turística de gente que hace visitas de forma rápida y apelotonada hace que las ciudades vayan perdiendo su personalidad y aquello que las caracteriza, una pena.

Javier dijo...

Nos pasamos la vida viendo las miradas de otros fotógrafos sobre sus ciudades y tenemos la tendencia a olvidarnos de los nuestros.