Ramón Martí i Alsina (1826- 1894) no es sólo la figura más destacada del realismo catalán y el renovador del arte catalán de la segunda mitad del siglo XIX, sino que es la figura más importante del realismo español. Un hombre que revolucionó las anquilosadas formas pictóricas que dominaban el mundo artístico español. En 1848 se trasladó a París, donde entrará en contacto con Coubert y con la Escuela de Barbizon, sintiéndose atraído por el pensamiento positivista y la actitud progresista de los artistas adscritos al realismo, cuyo postulado básico era buscar la inspiración directa en la realidad sin embellecerla ni idealizarla.
Desnudo (1858) Museo del Prado
Ruinas de la iglesia del Santo Sepulcro de Estella (Navarra). 1862. MNAC
El Gran día de Girona (1863-65) Auditori de l'antic Hospital de Santa Caterina (Girona)
El criminal. La mancha del crimen (1866) MNAC Barcelona
Su abundante producción enmascara la existencia de un taller con un gran número de colaboradores bajo la dirección de Martí i Alsina, el más importante de la época, lo que le permitió asumir un gran número de encargos. Este taller serviría como plataforma pedagógica al margen de la enseñanza oficial impartida en la escuela de Llotja.
Las albadas (1878). Museo de Montserrat
Un recodo del río Besós. 1880-1890. Museo de Montserrat
La obra de Martí i Alsina desestima cualquier sugerencia poética o sentimentalismo romántico o subjetivismo, siendo la realidad la única fuente de inspiración, descubriendo en la naturaleza el reflejo de sus estados de ánimo. Siguiendo sus ideales liberales rechazó el convertirse en pintor de cámara de Isabel II. Su actividad se centró principalmente en Barcelona, donde obtuvo gran prestigio.
La Siesta (1884) MNAC
El muelle de los pescadores La Barceloneta. 1885. Museo de Montserrat
Vista de Barcelona desde la azotea de la Riera de Sant Joan. 1889. MNAC
"El fin del arte es la verdad que se encuentra en la imitación de la naturaleza, fuente de toda belleza por lo que el pintor debe imitar lo más fielmente posible la naturaleza, debe conocer la naturaleza y no dejarse llevar por la imaginación."
Carlos de Haes
Carlos de Haes por Madrazo, Museo del Prado
Carlos de Haes, junto a Martín i Alsina, será el otro gran renovador del panorama pictórico español. Nacido en Bruselas (Bélgica) su familia se trasladó a Málaga por cuestiones de negocios, allí recibió su primera formación pictórica con Luis de la Cruz. En 1850 regresó a Bélgica, donde durante cinco años estudió con el paisajista Joseph Quinaux. En 1857 regresó a España empezando a pintar al aire libre, su técnica presentará un carácter tan preciso como delicado, con una mirada atenta a la realidad y ajena a cualquier elaboración del estudio. Aureliano de Beruete, Darío de Regoyos, Agustín Riancho y Jaime Morera fueron algunos de sus discípulos en la cátedra que ostentaba en la Academia de Bellas Artes de Madrid.
La vereda (1871) Museo del Prado, Madrid.
Desfiladero, Jaraba de Aragón (c. 1872) Museo del Prado, Madrid.
Tejares de la montaña del Príncipe Pío (c. 1872) Museo del Prado, Madrid.
7 comentarios:
Me pregunto porké nadie me enseñó nada de estos pintores en la universidad, y no me extrañaría ke fuera por razones cutrepolíticasregionales, como si lo viera.
Magnífica entrada sobre un pintor cuasi desconocido.
Sobre la pregunta de MM de planetamurciano, la causa de que no nos enseñaran nada es que el XIX ha estado y sigue estando mal visto salvo las vanguardias. La Universidad quiere ir de moderna y cae en el papanatismo.
YO tuve que llegar a un doctorado en XIX para enterarme de que existía este pintor y aun así sólo a través de una obra: el desnudo del principio. Por eso es tan buena esta entrada tan elaborada.
El siglo XX estuvo muy ocupado por imaginar y olvidó la importancia del positivismo, al que debemos agradecer todo un sentido de la realidad en sus movimientos artísticos, como el realismo y el naturalismo, toda una enciclopedia del mundo que habitó, una visión al menos. En todos estos testiminios y en tantos otros, hay más verdad que en todas las hemerotecas de la época. Maravilloso el óleo desde la terraza de Barcelona. Precioso. Buen fin de semana
Dos pintores soberbios, impresionantes.
El XIX y principios del XX es que no se estudia aún, no sé porqué, porque está al final de los planes de estudio y nunca llegan, ó porque se ha empezado a valorar hace relativamente poco: Madrazo, Fortuny, Sorolla, Gutiérrez Solana, Zuloaga, Darío de Regoyos, Francisco Pradilla. Es que hay auténticos genios.
Petons, nen!
no los conocía tpc, y son estupendos. Ramón Martí i Alsina, en particular. me ha encantado.
un post magnífico.
un abrazo.
Cuando estudiaba la carrera me inetresó mucho la escuela de Barbizon y luego pasee por los alerdedodres del bosque como si fuera un lugar sagrado.
Muy interesante, P-J.
Un abrazo
Genial entrada, una abrasada.
Publicar un comentario