"Antonio Botto es el Dios de la poesía moderna"
Fernando Pessoa, definió el poemario "Canções" como el ejemplo máximo de una nueva conciencia de aceptar la imperfección como un acto único y maravilloso. Este himno al placer y a la belleza física, como también lo llamara en su ensayo "António Botto e o ideal estético em Portugal" , se considera la obra más importante de una de las voces más originales e injustamente poco recordadas de la literatura de expresión portuguesa y universal, el poeta, dramaturgo y cuentista António Botto (1897- 1959)
António Botto nació en Concavada, el consejo parroquial de Abrantes, Portugal, hijo de María Sharp Pires y Francisco Thomaz Botto. Su padre trabajaba como marinero en el río Tajo. En 1908 su familia se mudó al barrio de Alfama, en Lisboa, el ambiente popular de este famoso barrio lisboeta influirá decisivamente en la obra de Botto. Tuvo muy poca educación y desde muy pequeño empezó a trabajar en las librerías, donde conoció y entrará en contacto con muchas de las figuras literarias de la época. Entre 1924-25 trabajó en Santo Antonio do Zaire y Luanda, en la entonces colonia de Angola, como funcionario público.
Su obra más conocida, y también la más controvertido es el libro de poemas "Canções" que, por su carácter abiertamente homosexual, causó un gran revuelo entre los ambientes religiosos y conservadores de la época. Fue amigo personal de Fernando Pessoa, quien en 1930 tradujo "Canções" al Inglés y con quien colaboró en una antología de poemas modernos de Portugal. Abiertamente homosexual a pesar de estar casado con Carminda Silva "O casamento convém a todo homen belo e decadente", su obra refleja mucho de su orientación sexual. Murió en 1959, exiliado en Brasil en la más dolora miseria, a donde había huido para escapar del acoso homofóbico que sufrió tras haber sido despedido de la función pública por:
A lo que Botto Irónicamente respondería : Sou o único homossexual reconhecido no País…"
Sus restos reposan en el cementerio de San Juan Alto en Lisboa desde 1966.
António Botto tenía una fuerte personalidad. Lo describen como de altura media, un dandy de cara ovalada, boca muy pequeña, labios finos y ojos almendrados, un hombre curioso e irónico que a menudo se escondía bajo un sombrero ala ancha.
La biografía de Botto está adornada por el escándalo, la controversia y el elogio de contemporáneos como Antonio Machado, Miguel de Unamuno, Camilo Pessanha, Virginia Woolf, Teixeira de Pascoais, Luigi Pirandello, Stephan Zweig y Rudyard Kipling, quienes lo consideraron uno de los poetas más brillantes de su tiempo, James Joyce, le llamó " poeta del amor y de la pasión. Artista eminentemente ateniense y genial." André Gide dijo: " Veo y siento en el libro " As Canções de António Boto" -el soberbio mensaje de un Poeta genial y único. Predestinado renovador moderno de las raíces de una Biblia e de unos Evangelios de otro Dios.", Federico García Lorca, poeta cercano a Botto tanto en espíritu como en poesía le llamo: "Maestro, tal vez, único en el mundo, Escritor, Poeta y Artista incomparable...", Gabriela Mistral, también demostró su admiración por el escritor lusitano, cuando expresó "En António Boto admiro su observación serena de todas las almas, de todas las vidas, de todos los mundos. Lo que le acerca a la perfección de conocernos y comprendernos a nosotros mismos mejor de lo que nos conocemos y nos comprendemos. una gran sensación de belleza me fue dada por los extraordinarios y tan puros y humildes poemas, sonetos, canciones como sólo él sabe escribir". Para Paul Valéry leer a António Botto era "Olvidar a Homero y ver un nuevo sol en la gran poesía de gran humanidad". Y para su gran amigo y mentor Fernando Pessoa "O meu maior mestre na poesia".
Tanto su vida como su obra esta definida por la emoción. Sus poemas van desde la total euforia del placer, a la expresión más patética y dolorosa de todos los aspectos de la vida, van desde la perdida del amor y la fe, a la observación minuciosa del cuerpo masculino; desde la descripción sinestesica de encuentros sexuales, al más autentico narcisismo. La poesía de Botto posee un desarrollo que oscila entre la reflexión y el coloquialismo popular, Su poesía está llena de humor, de rabia, de luz, de sexo y sobre todo de música. Botto, fue uno de los defensores más entusiastas del fado e impregnó su obra de la atmósfera de este género musical, entregándole ese sabor a mar, a saudade, a nostalgia que le caracteriza.
16
Lo encontré en la calle
de un barrio nuevo, moderno,
de arquitectura avanzada... !
La tarde,
mostraba el presentimiento
de una noche muy azul,
tupida, rica, estrellada !
Todo el aliento de la luz
sumía en la dorada inquietud
de dar mas luz a un barrio
a donde mi corazón,
en dolor, en febril deseo,
latiera en la confusión
amarga y dulce de un beso !
Los ojos puestos en los míos.
Unos ojos redonditos,
en un momento me dijeron
todo cuanto me pidieron..
En un momento preguntaron
el origen de mis pecados.
Atosigado, paré..
mas pienso que no miré
hacia su bulto caminando hacia mi.
Asustado, quería escapar dando a mis pasos
un movimiento mas largo,
mas distraído, mas fuerte.
como quien huye al camino
donde ve el dedo la sombra
serenísima de la muerte !
Pasó, y al pasar
me tocó el hombro y me dijo:
Buena tarde ! y siguió andando
erguido con simpatía
sobre las piernas resistentes,
abrió la boca en sonrisa,
eran bonitos los dientes !
Moreno ! Un todo excitante:
muchacho de pueblo, lavado,
viril,saludable - un cuerpo
ya batido en la aventura
de los amores prohibidos
por el código aprobado !
Ya sabedor de la existencia,
de esos sagrados impulsos;
ya con práctica en el abrazo
eterno y triste amor
que pasa y ríe de la moral impuesta por el favor
de los que viven para mentir
y no saben derribar
esa doctrina mezquina
que pretende combatir
la libertad liberada
que Dios pone en el verbo amar !
Moral ! Que viene a ser eso
que se da sin pedir ?
Hombres, cantad la verdad,
bien alto, para que se escuche !
Me senté en un banco,
allí.
En la plaza donde la arboleda
me parece ayudar
este sueño, este secreto...
Poco después, a mi lado,
se puso a mirarme sentado
Apenas sus manos,
manos trigueras y rudas del trabajo
se juntaron una con otra
refregándose nerviosas,
muy apretadas, nerviosas,
como si en lucha estuviesen
dos almas, dos vidas.
No era la carne
esa atadura maldita
que me hiciera sentir
el alborozo inmortal
de hablarle, de escucharlo..
Era otro sentimiento,
mas bello, mas espiritual..
Una razón al margen de los sentidos
que entre dos hombres viviese
y los volviese, lealmente,
sin divergencias, unidos.
Ocultos,
tras un alto cantero
de arbustos de ramas sueltas
batidos por la brisa frasca y blanda
de ese vago fin de la tarde
dos bultos
iban notando el idilio...
Disfracé la posición..
cambie, hable de atletismo,
de política, de todo
que apartase a los vigilantes..
El me miraba pasmado
intentando comprender
ese súbito cambio contrahecho
sin el natural reverso de quien va
dando forma a las ideas lentamente
evocando una cena del pasado
o escarbando un motivo en el presente,
pero ellos continuaban
como espías de un caso condenado !
Me levante sin palabras..
Lo miré como quien pierde
la dirección encontrada...
Di algunos pasos, paré...
Caminé una vez mas
me giré para observarlo..
Nunca mas puedo olvidar
el tristísimo reflejo
que brilló en aquel mirar.
+ Información
http://es.wikipedia.org/wiki/António Botto
http://www.bmab.cm-abrantes.pt/Antonio Botto
17 comentarios:
Home que véns d'humanes desventures,
que aferrat a la vida t'enamores,
que tot ho saps, que tot també ho ignores,
vençut heroi de tantes oradures,
i que t'endinses pàl·lid en les hores
de les teves eternes amargures
i en el desig de coses més impures
només ets gran en el moment que plores,
i que promets complir mes no compleixes,
lliurat a la virtut o bé al pecat,
que t'exaltes i cantes i avorreixes,
artífex de desig i il·lusió,
irrisori ninot articulat,
jo sóc el teu company i el teu bessó.
La bellesa de la paraula amor passada a poeme.
De PEQUENAS ESCULTURAS
Afirmam que a vida é breve,
Engano - a vida é comprida :
Cabe nela amor eterno
E ainda sobeja vida
António Botto
XIV
Todos esos que yo amé
mucho antes de a ti amarte
fueron gradas que subí
para después alcanzarte
Por consiguiente no tengas
celos de lo que pasó
Desde que me doy contigo
ya nadie más me besó.
No vale la pena, créeme,
complicar nuestro destino.
Cuando la vida es eterna
¡Todo puede ser divino!
António Botto
Totalmente desconocido por mí, muy buen poema describiendo ese amor posible pero imposible, con ese final tan entrañablemente tristón.
Curioso que los primeros comentaristas te hayan contestado con respectivos poemas también...
Besotes
Xim
Ay lo que se aprende contigo, otro grande que no conocía, no se como podía estar así.
Besos
El prólogo de Fernando Pessoa en “As Canções” de Antônio Botto, con el “ideal helénico” como signo codificado de la homosexualidad:
Antonio Botto es el único portugués, de los que hoy conocidamente escriben, a quien la designación de esteta se puede aplicar sin disonancia. Con un perfecto instinto el sigue el ideal a que se tiene llamado estético, y que es una de las formas, si bien que la ínfima, del ideal helénico.
Lo sigue, al tiempo de con el instinto, con una perfecta inteligencia, porque los ideales griegos, como son intelectuales, no pueden ser seguidos inconscientemente.
La obra de Antonio Botto, en lo que realmente típica, se resume, por ahora en su último libro "Canciones". Que esa obra se distingue con facilidad de la obra de cualquier otro poeta,
portugués o extranjero, todos lo que pueden ver. Ya no es tan fácil explicar en qué consiste, distintivamente, esa diferencia. Algún interés habrá en determinarlo.
Nace el ideal de nuestra consciencia de la imperfección de la vida. Tantos, por ende, serán los ideales posibles, cuantos Fueran los modos porque es posible tener la vida por imperfecta.
A cada modo de tenerla por imperfecta corresponderα, por constaste a semejanza, un concepto de perfección.
Es a ese concepto de perfecciónσn que se le da el nombre de ideal.
Por muchas que parezcan que debes de ser las maneras de que se puede tener la vida por imperfecta, ellas son, fundamentalmente, apenas tres. Como efecto, hay solo tres conceptos posibles de imperfección, y por tanto, de la perfección que se le opone.
Podemos tener cualquier cosa por imperfecta, simplemente porque ella es imperfecta: es la imperfecciónσn que imputamos a un artefacto mal fabricado. Podemos, por contra, tener la por imperfecta porque la imperfección resida, no en la realización, sino en la esencia.
Será cuantitativa o cualitativa a diferencia entre la esencia de esa cosa imperfecta y la esencia de lo que consideramos perfección; cuantitativa como si dijésemos de noche, comparándola al día, que es imperfecta porque es menos clara, cualitativa como si, en el mismo caso, dijésemos que la noche es imperfecta porque es lo contrario del día.
Por el primero de estos criterios, aplicándolo al conjunto de la vida, la tenemos por imperfecta porque no parece que reside en aquello mismo porque que se define, en aquello mismo que parece de debería ser.
Asν, todo cuerpo es imperfecto porque no es un cuerpo perfecto; toda vida imperfecta porque, durando, no dura siempre; todo placer imperfecto porque lo envejece el cansancio; toda la compresión imperfecta porque, cuanto más se expande, en mayores fronteras confina como el incompresible que tiene cerca.
Quien siente de esta manera la imperfección de la vida, quien asν la compara como ella propia, teniéndola por infiel a su propia naturaleza, fuerza es que sienta como ideal un concepto de perfección que se apoya en la vida misma.
Este ideal de perfección es el ideal helénico, o lo que puede asν designarse, por haber sido los griegos antiguos quien más distintivamente lo tuvo, quien, en verdad lo formó, de quien por cierto, fue heredado por las civilizaciones posteriores.
Por el segundo de esos criterios tendremos la vida por imperfecta por una deficiencia cuantitativa de su esencia, o, en otras palabras, por consideramos inferior- inferior a cualquier cosa, o a cualquier principio, en el cual, en relación a ella, resida la superioridad.
Es esta inferioridad esencial que, en este criterio, da a las cosas la imperfección que ellas muestran. Porque es vil el terreno, el cuerpo muere, no dura el placer, porque es del cuerpo, y por eso vil, es la esencia de que es vil uno puede durar; desaparece la juventud porque es un episodio de esta vida pasajera; marchita la belleza que vemos porque crece en el plano temporal.
Solo Dios, y el alma, que el crió y se le asemeja, son la perfección y la verdadera vida. Este es el ideal al que podemos llamar cristiano, no solo porque es el cristianismo la religiσn que mas perfectamente lo definió, y también porque es aquella que mas perfectamente la definió para nosotros.
Por el ultimo de los criterios tenemos la vida por imperfecta porque la juzgamos consustanciada con la imperfección, esto es, no existente, porque la no-existencia, siendo la negación suprema, es la imperfección absoluta. Tendremos la vida por ilusoria: no ya imperfecta como para los griegos, por no ser perfecta; no ya imperfecta, como para los cristianos, por ser vil y material, sino imperfecta por no existir, por ser mera apariencia, absolutamente apariencia, vil por tanto, si vil, no tanto con la vileza de lo que es vil, cuanto con la vileza de lo que es falso.
Es de este concepto de imperfección que nace aquella forma del ideal que nos es familiarmente conocida en el budismo, y sus manifestaciones que han surgido en la India mucho antes de aquel sistema místico, hijos ambos, el cómo ellas, del mismo sustrato metafísico.
Es cierto que ese ideal aparece, con formas y aplicaciones diversas, en los espiritualistas simbólicos, o ocultistas, de casi todas las confesiones. Como, no obstante fue en la India donde las manifestaciones formales de ello aparecieron distintivamente, podremos ser impreciso, pero no inexactos, si damos a este ideal, por conveniencia, el nombre de ideal indio.
Por la propia naturaleza de su ideal, es la civilización helιnica esencialmente la civilizaciσn artística. Hacer arte es querer tornar el mundo más bello, porque la obra de arte, una vez hecha, constituye belleza objetiva, belleza acrecentada a la que hay en el mundo. Para que esta actividad recuerde y preocupe, es necesario que haya un criterio objetivo de belleza y perfección.
Ahora, dos o tres criterios de perfección, solo el de los griegos tiene objetividad. Que impulso natural puede tener para crear obras de arte, formas que pertenecen al mundo y a la vida, como el cristiano, tiene el mundo por pobre y malo, la vida por vileza y pecado, o quien, como el místico de la India, tiene toda apariencia por ilusión absoluta, flor que nacerá marchita en la frontera de la Mentira.
Si la creación artística no procediese de un instinto irreprimible en las comunidades civilizadas, nunca tendría lugar el arte indio, ni arte cristiano.
Y el arte cristiano, por cierto, se habría aproximado mas a la imperfección estructural y formal del arte indio, si no fuese porque el helenismo es un elemento componente del cristianismo, y que el arte de los pueblos cristianos, teniendo a los griegos como ejemplo, se guía, en sus manifestaciones superiores, por los principios asistentes como fundamentales por el precepto y el ejemplo de los clásicos.
Hay además otra razón, está más emotiva y profunda, para que el ideal helénico sea, de todos, el que más directamente conduce a la creación artística.
El cristiano es metafísicamente feliz. Tiene los ojos del alma puestos en aquella perfección divina en que no hay cambio ni cesación.
Le pesa poco la vileza del mundo: vivir y ver es solo para ιl un malestar transitorio. Al indio nada le duele del mundo, vuelve el rostro para otra lado, y contempla el Todo en lo que le falta del Nada. Es metafísicamente feliz también.
Otra es la vida espiritual del ideal helénico. Esta ve que la vida es imperfecta, porque es imperfecta: por tanto no rechaza la vida porque es en la misma vida en donde tiene puesta su mirada. Tanto que vea el mundo de los dioses aquella belleza suprema, por la cual ansνa, ansían también por esa belleza en los hombres. "La raza de los dioses y de los hombres es una sola" dice Píndaro. A unos debe pertenecer lo que a los otros pertenece.
Por eso, de los tres idealistas, es el helénico el único que no puede rechazar aquella vida que llama imperfecta. Su ideal es, por tanto, el más trágico y profundo.
Acabo de publicar no meu blogue uma entrada sobre António Botto, inspirado neste teu belíssimo trabalho. Obrigado, a ti também!
Luís
gayfield.blogspot.com
PENA SER TÃO ESQUECIDO EM PORTUGAL
¡cuánto se aprende en este blog!
un beso.
Hombres, cantad la verdad,
bien alto, para que se escuche!
Un desconocido para mí poeta portugués, tan cerca y tan lejos.
La historia está llena de gente maravillosa con vidas destrozadas que es necesario reivindicar para entender mejor el mundo, para entendernos a nosotros mismos.
Poetas que cantan al sudor de los hombres..., claro que sí...y a vivir, que son dos días...
Qué poco conocemos de Portugal.
Jamás oí hablar de este poeta. Qué haría yo sin ti.
Ke chulada de poesía y ke injusto ke sepamos tan poco de Portugal.
Conocía algo de su obra, pero nada de su vida. Qué tío!!!
Pues no conoía nada de este poeta, de nuevo me excitas la curiosidad de conocer más de su obra.
¡ Continuas currándotelo como siempre !
Un abrazo.
pues no lo conocía, casi ni me sonaba... esto de estar poniéndonos tareas, en fin...
¡pues no lo he leído, pjota, pero me ha puesto los colmillo de gallina, o sea, eso, que me ha dado ganas!
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