La luna pudo detenerse al fin [por] la curva blanquísima de los caballos.
Un rayo de luz violeta que se escapaba de la herida
proyectó en el cielo el instante de la circuncisión de un niño muerto.
La sangre bajaba por el monte y los ángeles la buscaban,
pero los cálices eran de viento y al fin llenaba los zapatos.
Cojos perros fumaban sus pipas y un olor de cuero caliente
ponía grises los labios redondos de los que vomitaban en las esquinas.
Y llegaban largos alaridos por el Sur de la noche seca.
Era que la luna quemaba con sus bujías el falo de los caballos.
Un sastre especialista en púrpura
había encerrado a las tres santas mujeres
y les enseñaba una calavera [por] los vidrios de la ventana.
Las tres en el arrabal rodeaban a un camello blanco
que lloraba porque al alba
tenía que pasar sin remedio por el ojo de una aguja.
¡Oh cruz! ¡Oh clavos! ¡Oh espina!
¡Oh espina clavada en el hueso hasta que se oxiden los planetas!
Como nadie volvía la cabeza, el cielo pudo desnudarse.
Entonces se oyó la gran voz y los fariseos dijeron:
Esa maldita vaca tiene las tetas llenas de leche.
La muchedumbre cerraba las puertas
y la lluvia bajaba por las calles decidida a mojar el co[razón]
mientras la tarde se puso turbia de latidos y leñadores
y la oscura ciudad agonizaba bajo el martillo de los carpinteros.
Esa maldita vaca tiene las tetas llenas de perdigones,
dijeron los fariseos.
Pero la sangre mojó sus pies y los espíritus inmundos
estrellaban ampollas de laguna sobre las paredes del templo.
Se supo el momento preciso de la salvación de nuestra vida
porque la luna lavó con agua
las quemaduras de los caballos
y no la niña viva que callaron en la arena.
Entonces salieron los fríos cantando sus can[ciones]
y las ranas encendieron sus lumbres en la doble orilla del r[ío].
Esa maldita vaca, maldita, maldita
no nos dejará dormir, dijeron los fariseos,
y se alejaron a sus casas por el tumulto de la calle
dando empujones a los borrachos y escupiendo sal de los sacrificios
mientras la sangre los seguía con un balido de cordero.
Fue entonces
y la tierra despertó arrojando temblorosos ríos de polilla.
Un rayo de luz violeta que se escapaba de la herida
proyectó en el cielo el instante de la circuncisión de un niño muerto.
La sangre bajaba por el monte y los ángeles la buscaban,
pero los cálices eran de viento y al fin llenaba los zapatos.
Cojos perros fumaban sus pipas y un olor de cuero caliente
ponía grises los labios redondos de los que vomitaban en las esquinas.
Y llegaban largos alaridos por el Sur de la noche seca.
Era que la luna quemaba con sus bujías el falo de los caballos.
Un sastre especialista en púrpura
había encerrado a las tres santas mujeres
y les enseñaba una calavera [por] los vidrios de la ventana.
Las tres en el arrabal rodeaban a un camello blanco
que lloraba porque al alba
tenía que pasar sin remedio por el ojo de una aguja.
¡Oh cruz! ¡Oh clavos! ¡Oh espina!
¡Oh espina clavada en el hueso hasta que se oxiden los planetas!
Como nadie volvía la cabeza, el cielo pudo desnudarse.
Entonces se oyó la gran voz y los fariseos dijeron:
Esa maldita vaca tiene las tetas llenas de leche.
La muchedumbre cerraba las puertas
y la lluvia bajaba por las calles decidida a mojar el co[razón]
mientras la tarde se puso turbia de latidos y leñadores
y la oscura ciudad agonizaba bajo el martillo de los carpinteros.
Esa maldita vaca tiene las tetas llenas de perdigones,
dijeron los fariseos.
Pero la sangre mojó sus pies y los espíritus inmundos
estrellaban ampollas de laguna sobre las paredes del templo.
Se supo el momento preciso de la salvación de nuestra vida
porque la luna lavó con agua
las quemaduras de los caballos
y no la niña viva que callaron en la arena.
Entonces salieron los fríos cantando sus can[ciones]
y las ranas encendieron sus lumbres en la doble orilla del r[ío].
Esa maldita vaca, maldita, maldita
no nos dejará dormir, dijeron los fariseos,
y se alejaron a sus casas por el tumulto de la calle
dando empujones a los borrachos y escupiendo sal de los sacrificios
mientras la sangre los seguía con un balido de cordero.
Fue entonces
y la tierra despertó arrojando temblorosos ríos de polilla.
Federico García Lorca 18 Octubre, New York, 1929
14 comentarios:
Pe-Jota, estás sublime.....
Esupendos el texto y la foto.
Magnífico, un poema del mejor libro de Lorca (cuánto le pesó el romancero gitano) que por desgracia nunca llegó a ver publicado. Una visión alejada del barroquismo "oficial".
1 saludo.
Toda sangre derramada es inutil y absurda...aunque sea relatada magistralmente por lorca....
estupendo post pe-
siempre es grato reencontrarse con los grandes¡¡¡¡
Mmm... maravillosos versos.
Yo también creo que el mejor Lorca está en "Poeta en Nueva York".
X
Hummmm genial poema, las metáforas son sencillas, clásicas y a la vez crean un mundo propio y profundo. Me gusta más el Lorca dramaturgo, pero es que era un genio completísimo. Nunca sabremos a donde hubiera llegado si no lo hubieran asesinado. Suerte que tenemos su obra para recordarlo cada vez que queramos. Bonita entrada.
no conocía este poema en concreto de lorca y me ha gustado mucho. y la combinación con la foto... sublime, sencillamente sublime.
bueno, en su línea, sr.pe-jota.
si no fuera por sus toques culturales...
besos.
Si algo admiro y moriré haciendolo es la tremenda vigencia de Lorca....
Nos podrá evocar muchas y de firentes maneras visiones aceptables, caóticas, hermosas, tristes, duras... según cada quien, lo que si es innegable es la terrible vigencia que se respira.
Te pongo casa.
TOTALMENTE DE ACUERDO CONTIGO....Y EL TEMA DEL DOBLAJE DARIA PARA UN POST ENTERO...
YO HACE MUCHO QUE INTENTO VER LAS PELICULAS SUBITULADAS....PERO AUN CUESTA ENCONTRARLAS DE BUENA CALIDAD...CON LOS SUBTITULOS COMPLETOS, ETC...
UN BESITO PE-
Siempre me entristece imaginar lo que no se ha escrito, lo que no se ha fotografiado, lo que no se ha compuesto, lo que no se ha cantado... por quienes no han podido seguir haciéndolo. Lo peor, que eso lo hayan impedido otros.
Perfecta la conjunción con esa imagen tan potente.
besinos
No conocia esto de FGL, me parecio muy bueno que lo rescates para la lectura en estos dias. Un saludo.
Tío Fantástico como siempre. Hoy me has logrado llevar muy lejos con este verso….Un abrazo enorme
chapeau...
Me uno a ese espiritu... y su cielo...
Federico Garcia Lorca es el artista inmortal de España y desde Chile envío mi modesto homenaje
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