El Gran Teatre del Liceu se construyó mediante las aportaciones de accionistas particulares, según una estructura similar a una sociedad mercantil. Este hecho condicionó la estructura del nuevo edificio, falto, por ejemplo de palco real.
El proyecto de viabilidad se encargaría a Joaquim de Gispert i d’Anglí. Este proyecto proveía la creación de dos entidades: la Sociedad de Construcción y la Sociedad Auxiliar de Construcción. Los accionistas de la primera obtenían, a cambio de sus aportaciones económicas, el derecho de uso a perpetuidad de algunos palcos y butacas del futuro teatre. En cambio, los de la segunda aportaban el resto de dinero necesario a cambio de la propiedad de otros espacios del edificio.
La Sociedad Auxiliar de la Construcción sería el origen del Cercle del Liceo.
Miquel Garriga i Roca fue el arquitecto encargado de la construcción del Liceu. Las obras se iniciaron el 11 de abril de 1845, y el Teatro se inauguró el 4 de abril de 1847.
Actualmente, tras la reordenación jurídica que se acordó en 1994 para poder afrontar su rehabilitación, el Liceu es un teatro de titularidad pública, propiedad, a partes iguales, de las cuatro principales administraciones presentes en Barcelona: la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Barcelona, la Diputación de Barcelona y el Ministerio de Cultura de España.
Una historia convulsa
En 1893 el anarquista Santiago Salvador tiró una bomba en la
platea del Liceu que causó 20 muertos.
A comienzos de la Guerra Civil española, en 1936, el Liceu fue expropiado, nacionalizado y convertido por las autoridades republicanas en Teatre Nacional de Catalunya. En 1939, a principios de la dictadura franquista, volverá a los antiguos propietarios en el mismo régimen de siempre.
El Liceu ha sufrido dos incendios que lo han destruido totalmente. El primero el 14 de abril de 1861, que destruyó totalmente la sala y el escenario, y que obligó a tener cerrado el teatro, por las tareas de reconstrucción, durante un año y seis días.
El segundo el 31 de enero de 1994, y ha sido reconstruido y mejorado, respetando su decoración y estilo originales, responsables de su apreciada sonoridad, pero con importantes mejoras tecnológicas que lo convirtieron en uno de los teatros más modernos del mundo.
Colaboración de Vulcano Lover
Pero lo más importante del Liceu es la gente que lo promovió, y ese sustrato ineludible de una forma de ver las cosas profundamente vinculada a la cultura catalana que hizo de este foso, que lleva haciendo de este foso, el verdadero (y desgreciadamente único) referente de la vanguardia belcantista en este país... Las grandes operas del siglo XX se estrenaron siempre aquí antes que en Madrid... La Crème musical catalana siempre fue más abierta a europa y a las corrientes nuevas, a las vanguardias... Tan sólo la Residencia de Estudiantes de Madrid puede paragonarse (en impulso musical hacia lo emergente) a lo que el Liceu significa en ópera... Ahora la ópera ya no es lo que era... pero ese Liceu de los años 60 y casi 70 debió ser algo tan, tan tan lleno de magia...
Hoy en día Liceu y Real están a un nivel:internacional muy similar
9 comentarios:
Pero lo más importante del Liceu es la gente que lo promovió, y ese sustrato ineludible de una forma de ver las cosas profundamente vinculada a la cultura catalana que hizo de este foso, que lleva haciendo de este foso, el versadero (y desgreciadamente único) referente de la vanguardia belcantista en este país... Las grandes operas del siglo XX se estrenaron siempre aquí antes que en Madrid... La Crème musical catalana siempre fue más abierta a europa y a las corrientes nuevas, a las vanguardias... Tan sólo la Residencia de Estudiantes de Madrid puede paragonarse (en impulso musical hacia lo emergente) a lo que el Liceu significa en ópera... Ahora la ópera ya no es lo que era... pero ese Liceu de los años 60 y casi 70 debió ser algo tan tan tan lleno de magia...
Un beso, y disfrútalo tú que puedes...Afortunadamente (para los que vivimos aquí) hoy en día Liceu y Real están a un nivel:internacional muy similar
EN fin, que me caigo de sueño
besos, más besos
Muy interesante escrito sí señor.
¿Ya han acabado del todo las obras de cuando se quemó el otro año?...
No estoy muy puesto en Ópera y eso...aunque las revisiones que hace Calixto Bieito deben ser lo mejor de lo mejor: creo que es el único tipo de Ópera que me gustaría...
Para mi la Ópera es algo burgués, decadente y de otro tiempo afortunadamente superado.
La música de la Ópera en general es excelente lo malo es que cantan y con mi problema de oído no entiendo los berridos que pegan y me distorsionan la buena música. ¿No hay Óperas sin letra? (esto va totalmente en serio).
Yo es que, en esto, debo ser un incultazo pero para mi la palabra Liceo (a parte de "Instituto Francés" pero con minúscula) sólo me evoca una estación de metro de Las Ramblas en una zona llena de turistas y de "carturistas" donde tienes que llevar la mochila bien agarrada o te desaparece...
Buen escrito erudito como sueles hacer.
Abrazos.
cuánta documentación! un post exquisito.
todos los teatros tienen algo especial: desde el Liceo y el Real hasta el más pequeño de un pueblo cualquiera. pero pocos tienen la historia de estos dos teatros.
aunque el Arriaga, como teatro, no tiene nada que envidiarles.
un abrazo.
Visité El Liceu poco tiempo antes del incendio y recuerdo sentir escalofríos cada vez que veí las imágenes del desastre en televisión.
Vulcano.- Querido Vulcano creo que al paso que vamos ta voy a nombrar colaborador, yo pongo la parte informativa y tu la emocional.
Lobo.- Nooooooooooo, no hay Óperas sin letra, en tal caso hay Óperas en versión concierto, las obras del Liceo hace tiempo que se terminaron, y la Ópera por mucho que te empeñes en denostarla es uno de los más maravillosos ejemplos de lo que la creatividad humana puede llegar a conseguir.
Sense.-Sí estos teatros son algo especial, poseen magia, misterio, el Arriaga es un gran teatro por el han desfilado las primeras fguras del Bel Canto, aunque no se haga tanta publicidad.
Chica fina.- Creo que aquel día fue un día aciago, nadie podiamos creer lo que estaba pasando, era desgarrador, parte de nosotros estaba ardiendo allí dentro, era una sensación de impotencia y de que algo se perdía irremediablemente.
Perdona:
* No me empeño en denostar la Ópera.
Independientemente de si realmente me gusta o no (eso de momento prefiero que siga perteneciendo a mi más íntima intimidad...) lo que escribo al respecto es por llevar la contraria.
Que si no al tener un blog tan bueno te crece el ego, te haces un divo insoportable y engordas como la Caballé. Y eso nunca: que con tu tipito estás muy bien...;).
Abrazos.
Así que dejas entrever que no dices lo que piensas, ummmm, eso tiene un nombre.......
No tengo madera de divo, soy muy normalito, y bastante humilde, bueno lo necesario, jajaja
...la última vez que estuve delante de este edificio fue tan especial que lo tengo vinculado a hermosos recuerdos. Lo que hace una buena compañía...
Besotes.
Me congratula que este edificio te produzca bellas sensaciones, ahora te falta acceder a su magia interior, magia que emana de las cenizas del anterior, ya que el incendio no logró apagar los ecos de los sonidos del pasado.
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