Jan van Eyck y taller
La Crucifixión y El Juicio Final, ca. 1390 - 1441
The Metropolitan Museum, N.Y.
Si amas el arte tienes que amar a Jan van Eyck, una cautivadora mirada plagada de detalles. Jan van Eyck era más que un pintor, era un creador docto y consumado. Tenía formación en letras y fue uno de los primeros en firmar sus cuadros, lo cual da testimonio de una gran consciencia de sí mismo como artista. Pero, además, poseía conocimientos que le colocaban en condiciones de desencadenar toda una revolución óptica. Revolución que se aprecia entres planos: su técnica al óleo, su observación del mundo y su pintura de fenómenos ópticos de la luz.
Antes de Van Eyck, la pintura al óleo era un medio poco práctico, hasta que se logró reducir el tiempo de secado y volver este material más fácil de trabajar, mediante la incorporación de secantes. Eso es precisamente lo que hizo Jan van Eyck, y este cambio técnico tuvo tales repercusiones legendarias que el toscano Giorgio Vasari le atribuyó abiertamente en 1550 la invención de la pintura al óleo.
Había nacido un mito en torno al genio Van Eyck, mito que no se despejaría hasta finales del siglo XVIII, gracias al descubrimiento de una copia de un manuscrito del XII. La segunda faceta de su revolución óptica es la atenta observación del mundo que practicó Van Eyck. El esmero que ponía en reproducir de forma minuciosa y casi palpable hasta los más pequeños detalles era algo nunca antes visto y sigue asombrando a día de hoy. En esta observación resultaba decisivo su profundo interés por la pintura de la luz. Personas, objetos o interiores reciben en Van Eyck forma tridimensional a través de la luz que brilla sobre ellos, o la ausencia de esta en las zonas de penumbra.
Jan van Eyck y taller
Crucifixión, ca. 1430
Gemäldegalerie der Staatliche Museen zu Berlin
Jan van Eyck,
Retrato hombre gorro (Philippe de Bourgogne Valois)
Brukenthal National Museum, Rumanía
Jan van Eyck
San Francisco recibiendo los estigmas, ca 1430-1432
Museo de Arte de Filadelfia
Jan y Hubert van Eyck
La Adoración del Cordero Místico, 1432
Catedral de San Bavón, Gante
Jan y Hubert van Eyck
La Adoración del Cordero Místico, 1432
Catedral de San Bavón, Gante
Finalmente, aún fue un paso más allá en su dominio de la luz, que ya era genial. Se baraja la hipótesis de que no solo se basaba en la percepción directa y la reproducción del mundo, sino que también tenía conocimientos del funcionamiento del elemento lumínico, que forma la tercera faceta de su revolución óptica. En los talleres de arte de su tiempo, era imposible tener una iluminación constante y homogénea, ya que se dependía del sol o de las velas. La más mínima modificación de las condiciones de luz modifica a su vez las características ópticas.Van Eyck decidió trabajar con esto, por ejemplo pintando en el Cordero Místico el ángulo de entrada de luz presente en la realidad en la capilla Vijd de la Catedral de San Bavón de Gante, lugar de destino de la obra. Así, parece como si la misma luz que entra en la capilla por la derecha ilumina los espacios pintados en los paneles exteriores, con una coherencia y una precisión que, en una época sin alumbrado artificial, producen un resultado inusitadamente fiel al natural.¿Cómo pudo Jan van Eyck lograr esto? A través del conocimiento de los principios de la incidencia de la luz, la proyección de las sombras y complejos fenómenos lumínicos como los reflejos y las distorsiones. En otras palabras, Van Eyck poseía probablemente un saber y un método racionalizado sobre cómo se comporta la luz en la realidad.
Jan van Eyck
Retrato de un hombre (‘Leal Souvenir’) 1432
National Gallery, Londres
Jan van Eyck
Retrato de hombre con Turbante, 1433
National Gallery, Londres
Jan van Eyck
El Matrimonio Arnolfini, 1434
National Gallery, Londres
La Anunciación, ca. 1434-1436
National Gallery of de Arts, Washington
Jan van Eyck
Diptico de la Anunciación ca. 1435
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid
Jan van Eyck y Taller
La Crucifixión ca. 1435
Gemäldegalerie der Staatliche Museen zu Berlin
Jan van Eyck
Retrato de Baudouin de Lannoy, ca 1435
Gemäldegalerie, Berlin
Madonna des Kanzlers Nicholas Rolin ca. 1435
Musée du Louvre, París
Jan van Eyck
El orfebre Jan de Leeuw, 1436
Kunsthistorisches Museum Wien, Gemäldegalerie
La Virgen y el Niño con el canónigo Joris Van der Paele, 1436
Groeninge Museum, Brujas
Jan Van Eyck
Dresden Triptych, 1437
Gemäldegalerie Alte Meister, Dresde
Jan van Eyck
Lucca Madonna, 1437
Städel Museum, Frankfurt
Jan van Eyck
Santa Bárbara de Nicomedia, 1437
Koninklijk Museum voor Schone Kunsten Antwerpen
Jan van Eyck
Retrato de un hombre (de la familia Arnolfini) c.1438
Gemäldegalerie der Staatliche Museen zu Berlin
Jan van Eyck
Retrato de Margareta van Eyck, 1439
Groeningemuseum, Brujas
Jan van Eyck
La Fuente de la Gracia, 1440-1450
Museo Nacional del Prado, Madrid
Hubert van Eyck o Jan van Eyck o ambos
Las tres Marías en la Tumba, ca. 1440
Museum Boijmans Van Beuningen, Róterdam
Jan van Eyck
Cristo, 1440
Groeningemuseum, Brujas
Jan van Eyck
Madonna en la Iglesia, 1440
Gemäldegalerie der Staatliche Museen zu Berlin
Jan van Eyck
La Virgen en la fuente, 1439
Museo Real de Bellas Artes, Amberes
Jan van Eyck
La Virgen y el Niño con Sta. Barbara, Sta. Isabel y Jan Vos, 1441-43
Frick Collection, N.Y.
Jan van Eyck
San Jerónimo en su estudio, ca. 1442
Detroit Institute of Arts
Jan van Eyck y Taller
Crucifixión, c. 1445
Galleria Giorgio Franchetti alla Ca’ d’Oro, Venecia
Jan van Eyck y Taller
Crucifixión, c. 1445
Museum Boijmans Van Beuningen, Róterdam
Jan van Eyck
Retrato de un hombre joven con una rosa roja, 1450
Gemäldegalerie der Staatliche Museen zu Berlin
1 comentario:
Estupendo reportaje, los detalles y la luz (ese efecto maravilloso en los pliegues de las telas) hacen de Van Eyck una joya. Gracias por tus pistas.
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