Las Pinturas de Santa Caterina de la Seu d'Urgell

"Disputa y arresto de santa Caterina"

M.N.A.C., Barcelona

El conjunto de santa Caterina es un ejemplo tardío pero extraordinario de pintura mural románica catalana. Fueron descubiertas detrás de un retablo barroco, que las sacó del anonimato pero que por desgracia provocó su dispersión.

"El martirio de santa Caterina"

Fundación Abegg-Stiftung, Riggisberg, Suza

El conjunto pictórico está integrado por tres partes. "Disputa y arresto de santa Caterina", conservado al M.N.A.C, que muestra el triunfo dialéctico de la santa contra los paganos. "El martirio de santa Caterina", conservado en el fondo de la fundación Abegg-Stiftung, donde las interpretaciones parecen que van encaminadas a mostrar la muerte de los mártires dominicanos a manos de los defensores de la herejía cátara. "La Santa Cena", del fondo del M.E.V, recoge el momento de la eucaristía. La importancia del conjunto pictórico de Santa Caterina de la Seu se debe, según Castiñeiras, en dos momentos importantes de la historia del patrimonio catalán: El siglo XIII y el siglo XX. La primera porque la obra, a pesar de ser del periodo final del arte románico, es el primer eco de la pintura gótica en Cataluña. Además la obra también muestra la crítica religiosa que había hacia los cátaros en L'Urgell.

"El Santa Cena"

M.E.V, Vic (Osona)

Durante el s.XIII, y especialmente durante el gobierno del obispo Ponç de Vilamur (1230-1257), entraron en conflicto el obispado de Urgell y los grandes señores feudales de su entorno, los vizcondes de Castellbò y sus aliados, los condes de Foix. La Iglesia acusaba a estos nobles de proteger la herejía cátara, identificando así a sus enemigos políticos con los enemigos de la fe cristiana. Y esta capilla será la glorificación de la ortodoxia y el triunfo ante la herejía. Así la disputa de la santa con los filósofos paganos se puede leer como un reflejo de los debates y controversias entre los cátaros y los frailes dominicos. La escena del martirio, podría recordar la muerte del predicador fray Ponç de Planès, envenenado en la villa de Castellbò el 1237-1238, y la presencia de la Santa Cena es una referencia. directa al sacramento de la Eucaristía, el valor dogmático de la cual los cátaros negaban explícitamente. Así pues nos encontramos ante un conjunto que no solo decoraba una capilla, sino que cumplía con una doble función, por un lado educar en la fe cristina y por otra servir como vehículo de propaganda de la Iglesia frente a sus enemigos. Y a todo esto tenemos que añadir el hecho de reflejar un conflicto que estaba teniendo lugar en aquel momento, es decir, funcionan como testigo histórico.

+Información:

http://www.museuepiscopalvic.com/laprincesasavia/cat/exposicio.htm