Este artista siempre, en todo lo que dejó hecho, deja un regusto inquietante, sugerente y a la vez con una decadencia exquisita, por llamarlo de alguna manera. Diría que es un ejemplo de la fractura que se produjo en los 60-70 entre los viejos valores y la nueva sociedad todavía en busca de nuevos valores éticos, morales y estéticos que en su persona y su obra se mezclan y confunden. La evidente sexualidad de muchas de sus obras, la clara alusión al proceso de convertirnos a todos en serie y a la iconografía de un siglo básicamente violento y comercial no dejan claro si denuncian, apoyan o simplemente reflejan la realidad de un mundo demasiado desorientado. Esta imagen es muestra de todo ello: un hombre va a poner o quitar un disco ante un espejo, iconografía casi clásica, el hombre y el espejo (el hecho de que tradicionalmente sea la mujer y el espejo añade un matiz ambiguo no ajeno a su personaje), el disco deja ver su texto, una escena cotidiana que rompe con los pantalones bajados ¿provocación? Indudablemente, ¿Sexualidad? Indudablemente, pero hay más. Desorientación en las expresiones, juego de realidades con la cabeza a la manera velazqueña que aparece en el espejo. En el fondo un profundo vacio. Magnifica elección y perdona la extensión del comentario. Un abrazo
Qué blanquito que era, de tomar poco el sol:-). El gayumbo roto, un "deshabillé" calculado, digo yo...ó la polilla:-) Siempre genial, ayyy con un vinilo de "Philips", a punto de "Dj session"... Petons
7 comentarios:
Que retro los calzoncillos todo rotos
Pues muy mono no es que esté, ¡ ni en calzoncillos !. Prefiero sus cuadros.
Saludos
Nunca hubo ni habrá otro como Warhol!!! Para mí la palabra Arte se escribe con "W"...
Besotes
Xim
Este artista siempre, en todo lo que dejó hecho, deja un regusto inquietante, sugerente y a la vez con una decadencia exquisita, por llamarlo de alguna manera. Diría que es un ejemplo de la fractura que se produjo en los 60-70 entre los viejos valores y la nueva sociedad todavía en busca de nuevos valores éticos, morales y estéticos que en su persona y su obra se mezclan y confunden. La evidente sexualidad de muchas de sus obras, la clara alusión al proceso de convertirnos a todos en serie y a la iconografía de un siglo básicamente violento y comercial no dejan claro si denuncian, apoyan o simplemente reflejan la realidad de un mundo demasiado desorientado.
Esta imagen es muestra de todo ello: un hombre va a poner o quitar un disco ante un espejo, iconografía casi clásica, el hombre y el espejo (el hecho de que tradicionalmente sea la mujer y el espejo añade un matiz ambiguo no ajeno a su personaje), el disco deja ver su texto, una escena cotidiana que rompe con los pantalones bajados ¿provocación? Indudablemente, ¿Sexualidad? Indudablemente, pero hay más. Desorientación en las expresiones, juego de realidades con la cabeza a la manera velazqueña que aparece en el espejo. En el fondo un profundo vacio.
Magnifica elección y perdona la extensión del comentario.
Un abrazo
Qué blanquito que era, de tomar poco el sol:-). El gayumbo roto, un "deshabillé" calculado, digo yo...ó la polilla:-)
Siempre genial, ayyy con un vinilo de "Philips", a punto de "Dj session"...
Petons
Qué curiosa página, la que has enlazado...
Ay, andy. Esa carita de susto irreverente siempre... Una foto bien inquietante.
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