Tal vez Maurice Béjart sea el digno sucesor de personalidades como
Sergei Diaghilev y Serge Lifar. Su innovacíon y su espectacular visión
del mundo de la danza contemporanea, así como su afán de divulgarla
entre todos los sectores sociales le ha llevado a ser una figura
absolútamente preeminente a lo largo de la última mitad del S.XX.
Primero bailarín, después coreógrafo y finalmente director de su propia compañía,
Maurice Béjart fue poseedor de una gran formación clásica la cual se forjó bajo las enseñanzas de Madame Egorova, Madame Roussane ( Sarkisian) y Léo Staats, así como gracias a su trabajo al inicio de su carrera bajo las ordenes de Jamine Charrat y Roland Petit. Confesó alguna vez, que fue en una gira con el Ballet Cullbert, donde bailaba hacia 1949, cuando descubrió la expresividad coreográfica. Unos años más tarde estrenaba su primera creación, "Sinfonía para un hombre solo" (1955), con su compañía Ballet de l´Etoile, y con partitura de Pierre Henry y Pierre Schaeffer, esta obra será la primera en incorporar música electrónica como fondo a una obra de danza, y con ello la vía que buscaba hacia un nuevo lenguaje. Fundará poco después el Ballet del Siglo XX (1960) y estrenará con el "Boléro" (1961) y "Messe pour le temps présent" (1967). Con la funadación de esta compañía empezará a investigar su idea del ballet como un teatro total y la forma de expresión de las sacudidas que sufre la sociedad actual.
"La coreografía, como el amor, se hace en parejas, desde que empecé, he estado creando perpetuamente el mismo ballet, diarios de amistades, mis amores, mis decubrimientos del universo"
En 1987 la compañía pasó a llamarse Béjart Ballet Lausanne y creó, al mismo tiempo, una fundación destinada a la promoción de actividades relacionadas con la danza.
Le Presbytére, La route de la soie y À propos de Shéhérazade, serán algunas de sus emblemáticas obras. Destaca en la trayectoria de Béjart, su especial colaboración con destacados bailarines como el argentino Jorge Donn, el Italiano Paolo Bortoluzzi y el español Víctor Ullate, para quien creará el ballet "Gaite parisiense" (1978) y a quien otorgaba importantes papeles en su agrupación. Gran parte del repertorio de Maurice Béjart, aparece como el germen del Ballet Clásico Nacional (hoy Compañía Nacional de Danza), fundado en 1979 por el Ministerio de Cultura, y con primera dirección artística de Ullate.
Aún hoy con el paso de los años su capacidad para asombrar y enfurecer al mismo tiempo se ha mantenido incólume, ahí estan los casos de "Ballet for Life" (1997) donde combinará a Mozart con Queen, en un homenaje doble a dos amistades fallecidas victimas del S.I.D.A. el bailarín Jorge Donn y el cantante y lider carismático de Queen Freddie Mercury y en 1999 rendirá homenaje al que fuera amigo y creador del bestuario de Bolero, Gianni Versace con "Bolero for Gianni".
Esta entrada no podría terminarse sin reconocer la labor pedagógica que ha realizado Maurice Béjart en de su escuela, fundada en 1992 con sede en Lausanne, y que es la continuación de Mudra, primer centro de danza que el coreógrafo creó en 1970 en Bruselas. Por las dos escuelas han pasado algunas de las principales figuras de la danza de hoy.
Maurice Béjart fallecía en Lausanne a los 80 años.
Enlaces: Béjart Ballet Lausanne
9 comentarios:
Precioso el tema del artículo. No me gusta la danza clásica, pero las teorías de Béjart resultan interesantes y comprometidas con las claves de nuestra existencia.
Salud y Libertinaje
gatito, Béjart no hace para nada danza clásica... es un auténtico renovador, uno de los padres de la danza contemporanea... Un visionario y un apasionado... sí, tiene muchas cosas comprometidas con las claves de nuestra existencia, como tú dices.
Hace tiempo que no contesto a los comentarios de mis posts, ya que en cierta medida reflejan mi pensamiento y mi forma de ver las cosas, pero en este caso sí añadiré, ya que parece que no ha quedado suficientemente claro, que Béjart es ante todo uno de los grandes pilares de la danza contemporánea, con una gran base de conocimientos de lo que es la danza clásica, gracias a lo cual pudo transgredir, alterar y variar las normas creando y desarrollando un nuevo lenguaje corporal adaptado a los nuevos tiempos.
Antes de nada, confesaré la poca autoridad que tengo en danza como para comentarla con base, pero aún así, alli van algunos apuntes...
Recuerdo que durante mi adolescencia, durante los pocos años que me puse mallas y recibí clases de danza (ballet, contemporáneo, jazz, tap...), los profesores coincidían en que para ser un buen bailarín en cualquier modalidad danzística, se requería una buena base en clásico. Así que suscribo lo que dice el dueño de este blog en el segundo comentario.
Como comentaba, he visto muy poco clásico (en vivo y en directo, quiero decir, en vídeos algo más). De momento solo he visto dos clásicos: el maravilloso "El lago de los cisnes" en el Novedades, una reciente revisión de "El cascanueces" y al genial Julio Bocca en su última actuación en el Liceo de Barcelona. Es una de mis asignaturas pendientes... Espero que la estela de Béjart se ha larga.
Buen artículo.
Besos
Humildememnte declaro mi ignorancia en el tema.
Y agradesco la lección.
Besos.
Hola,
No sabía que había fallecido! No soy una gran entendida en el tema pero he tenido la suerte de ver a su compañía en tres ocasiones y me pareció genial. Coreografías frescas,renovadoras y cargadas de sentido.
Ojalá sean muchos los que sigan sus pasos...
Estupendo post.
Fenomenal y rigurosa reconstrucción biográfica de Bèjart, como siempre son tus entradas....Una pena no haberlo podido ver bailar. Estas cosas, por desgracia, si no coinciden en el tiempo, pues no se peude hacer nada, pero hay grabaciones....A quién sí que he visto bailar fue a Víctor Ullate, algo es algo, por mencionar a alguien nombrado aquí, y que debe mucho al maestro.
Petons.
eso me pregunto yo por qué ya no contestas a los comments, yo era adicto...
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