viernes, abril 30, 2010

La Mirada de Gerardo Suter


Gerardo Suter
Tlapoyahua 1991

Fotógrafo argentino (Buenos Aires, 1957) afincado en México. Desde los años ochenta Suter es uno de los fotógrafos más reconocidos del panorama mexicano por su técnica puesta al servicio de imágenes y símbolos, tanto de la tradición mexicana como de la tierra o del hombre. Su trabajo se desarrolla preferentemente en blanco y negro.

Gerardo Suter
Tlaloc 1991

Gerardo Suter
El sueño de la memoria 1995

Gerardo Suter
Stratus IV 1977

Gerardo Suter
Ozomatli 1985

La memoria ha venido siendo el tema recurrente que culminó en su obra de 1996 "Geografía de la memoria" que se basa en el cuerpo humano, el tiempo y el territorio. Su fotografía incorpora ideas y símbolos de cultura Precolombina, no como una forma de documentar un período histórico, sino como una metáfora de sus orígenes, dioses y rituales. Al recrear estos momentos Suter difumina la línea entre los hechos registrados y la visión del fotógrafo. Finalmente la fuerza de su propuesta reside en su habilidad para retar a la audiencia a discernir entre la realidad y la ficción, y a conjurar historias personales profundas junto con la memoria colectiva.

Gerardo Suter
Tierra 1994

Gerardo Suter
Cielo 1995

Gerardo Suter
Arraigo 1995


miércoles, abril 28, 2010

El Coronel Gustavo Durán

 
Gustavo Durán 
 
Nacido en Barcelona en 1906, Gustavo Durán acabará siendo el militar republicano más atípico de la Guerra Civil, en la que alcanzaría el grado de coronel. Será uno de los personajes de "L'Espoir" de Malraux y Hemingway le nombra directamente en "Por quién doblan las campanas". Pero aquello que da origen a esta entrada son los comentarios vertidos por Buñuel sobre Durán y que aparecen en la obra de Ian Gibson "Lorca y el mundo gay". Para el cineasta que había trabajado con Durán en el doblaje de películas para la Warner a lo largo de los años 30 y posteriormente en el MOMA de Nueva York, "Gustavo era el único homosexual de verdad". De Lorca según quería recordar Buñuel todo se reducía a "afeminamientos, cobardías, pequeñas ñoñeces, toqueteos".pero Durán era un hombre de acción y no sólo en el campo de batalla. "¡Y con obreros -dijo Buñuel a Max Aub -. Eso a mi, creyente en el proletariado, me hería doblemente". 
 
Gustavo Durán y André Malraux
 
No se sabe exactamente cuando llegó Durán a la Residencia de Estudiantes, probablemente en 1922, a la edad de 16 años. Él y Lorca intimarían enseguida, prueba de lo cual es el hecho de que le dedicará su primera composición musical " El corazón de Hafiz". Del nivel al que llegó esta amistad no hay constancias, salvo alguna carta y las declaraciones de María Luisa Gonzáleaz, esposa de Juan Vicéns, la cual afirmó que "Federico admiraba intensamente al joven y guapo músico, excelente pianista, que se consideraba hasta cierto punto su discípulo". 
 
 Néstor Martín Fernández de la Torre 
"Mar en reposo" del Poema del Atlántico (1913-24)
Museo Néstor Martín-Fernández de la Torre (Las Palmas de Gran Canaria)
 
También, según Luis Antonio de Villena, fue amante y amigo del famoso pintor canario Néstor de la Torre, el cual le retrataría en varias de sus obras, como en "Mar en Reposo" perteneciente a la serie del "Poema Atlántico", gracias a esta relación Nestor de la Torre acabaría trabando amistad con Federico García Lorca. Gustavo Durán a los 20 años compuso varias canciones, un ballet, El Fandango del Candil, para "La Argentina", Antonia Mercé- y musicalizó poemas de la primera obra en verso de Alberti, "Marinero en Tierra". 
 
Antonia Mercé "La Argentina"
 
A comienzos de 1930 se trasladó a París, donde romperá amigablemente con Nestor cuando creyó que nunca llegaría a ser un gran compositor, y se dedicó al doblaje cinematográfico, amigo (y quizá amante) de Anaïs Nin, de Hemingway o de Alejo Carpentier. Regresará a Madrid en 1933, donde seguirá dedicándose al cine, hasta que la guerra civil le llevó a alistarse en el bando republicano, de esta época datará su amistad con Pablo Neruda. Al acabar la contienda, en 1939, abandonará España a bordo de un buque de guerra británico, era ya coronel del Ejército Republicano. Más tarde sería diplomático y se casaría con la norteamericana Bronte Crompton en Inglaterra, con la que tuvo tres hijas. El destino escribe sus caminos de forma extraña pero a veces casi premonitoria, ya que como no podía ser de otra manera a comienzos de la década del 60, debido a la persecución ideológica comenzada por McCarthy, Durán será destinado a Atenas para dirigir el programa de desarrollo de la ONU en Grecia. Allí conocerá a Jaime Gil de Biedma, el cual le dedicará el poema "Para Gustavo en sus sesenta años", poema en el que Gil de Biedma traza paralelismos entre las vidas de ambos. PARA GUSTAVO, EN SUS SESENTA AÑOS Algo de tu pasado, me dijiste que yo te devolvía. Horas alegres de los años veinte, conversaciones, risas que en tu memoria son la juventud, la camaradería -músicos y poetas- de tu generación, por la guerra esparcida. Yo dije que lo bueno entre los dos y lo raro –tú ya te divertías antes de yo nacer-, es que aprendimos la historia de la vida en distinto ejemplar del mismo libro. Y que hemos hecho guardia en iguales garitos. De viva voz, entonces, no me atreví a decir que en ti veía algo de mi futuro, por miedo a una respuesta demasiado íntima. Hoy –desde lejos- ya puedo ser sincero y egoísta. añadiendo: goza por muchos años, sé feliz todavía. Y en el momento de morir da las gracias. Una vez me dijiste que lo harías. En 1969 Durán abandonaría este mundo, allí en Grecia, mientras releía Don Quijote de la Mancha, treinta años después de salir de España, a la que nunca pudo regresar. Sus restos reposan en la isla de Creta. 

 

+ Información: 
 
 
 
 
 

martes, abril 27, 2010

"The Face of Mercy" Solidaridad sin fronteras

 
 Sebastião Salgado - Eastern Camboya, circa 1975-1979

El cirujano Bruno Dehaye, ajusta una lámpara en la sala de operaciones en el campamento de refugiados de Kompong Cham (Camboya), donde el refugiado Heng Chu ha llegado huyendo del régimen de los Jemeres Rojos de Pol Pot ( se estima que entre un millón y dos millones de camboyanos, una cuarta parte de la población, fue masacrada por el régimen de Pol Pot) .

"Es nuestro deber como seres humanos y médicos", dicen los fundadores de Médicos sin Fronteras , "ayudar y dar testimonio de los pueblos en peligro de muerte, tanto si sus gobiernos lo aprueban o no." En los países donde la atención básica, en cuestiones sanitarias, es escasa y difícil de conseguir, incluso en tiempo de paz, se convierte en un inmenso desafío durante la guerra. Con este fin un pequeño grupo de médicos franceses se unieron en 1971 bajo el nombre de Médicos Sin Fronteras. La organización ahora moviliza cada año unos ochocientos médicos y enfermeras para paliar las crisis mundiales.


The Face of Mercy - A Photographic History of Medicine at War

Vía: Hardcore Judas

lunes, abril 26, 2010

Rimbaud, el esposo infernal


Foto tomada entre 1880 y 1890 en el Hotel Universo de Aden (Yemen) y en la que aparece Rimbaud (el primer hombre por la derecha)
 
La lectura de la noticia del descubrimiento, por parte de dos libreros parisinos, de un retrato de Arthur Rimbaud cuando contaba unos 30 años y había abandonado la creación poética para convertirse en un traficante de armas, me ha hecho recordar el pasaje "Delirios I" de "Una temporada en el infierno". Obra surgida tras los hechos acaecidos en julio de 1873 cuando, tras una pelea extremadamente violenta, Verlaine disparó a Rimbaud en en la muñeca. Rimbaud temiendo por su vida llamó a la policía, lo cual llevaría al arresto de Verlaine, y a su posterior condena a dos años de prisión. El juez tuvo en cuenta tanto el examen médico legal como la comprometedora correspondencia entre ambos y las acusaciones de la esposa de Verlaine respecto a la naturaleza de la "amistad" entre los dos hombres, así como desestimó la retirada de la denuncia por parte de Rimbaud.
 
 
Tras la ruptura escribiría este largo poema en prosa, única obra publicada personalmente por Rimbaud, en "Delirios I: La virgen necia" Narra la historia de una mujer que se siente esclavizada a su esposo infernal, quien la engaña y enamora con falsas promesas. En realidad en este capítulo Rimbaud alude a su tormentosa relación con Verlaine, la virgen loca no es otro que Verlain y el esposo infernal Rimbaud.


Delirios I: La virgen loca

El esposo infernal

Escuchemos la confesión de un compañero del infierno:

«Oh divino Esposo, mi Señor, no rechacéis la confesión de la más triste de vuestras sirvientas. Estoy perdida. Estoy borracha. Estoy impura. ¡Qué vida!

»¡Perdón, divino Señor, perdón! ¡Ah, perdón! ¡Qué de lágrimas! ¡Y qué de lágrimas espero más tarde, todavía!

»¡Más tarde, conoceré al divino Esposo! Yo nací sometida a El.

-¡El otro puede golpearme ahora!

»¡Ahora, estoy en el fondo del mundo! ¡Oh amigas mías!... no, no sois mis amigas... Jamás delirios ni torturas semejantes ... ¡Es idiota!

»¡Ah! yo sufro, grito. Sufro en verdad. Sin embargo, todo me está permitido, cargada con el desprecio de los más despreciables corazones.

»En fin, hagamos esta confidencia, aunque haya de repetírsela veinte veces más, ¡igualmente sombría, igualmente insignificante!

»Yo soy esclava del Esposo infernal, aquel que perdió a las vírgenes locas. Es precisamente ese demonio. No es un espectro, no es un fantasma. Pero a mí, que he perdido la prudencia, que estoy condenada y muerta para el mundo, ¡no me han de matar! ¡Cómo describíroslo! Ya ni siquiera sé hablar. Estoy de duelo, lloro, tengo miedo. ¡Un poco de frescura, Señor, si lo consentís, si así lo consentís!

»Yo soy viuda ... Era viuda ... por cierto que sí, yo era muy seria antaño, ¡y no nací para convertirme en esqueleto!...

El era casi un niño... Sus delicadezas misteriosas me sedujeron. Olvidé todo mi deber humano para seguirlo. ¡Qué vida! La verdadera vida está ausente. No pertenecemos al mundo. Yo voy adonde él va, no hay qué hacerle. Y a menudo él se encoleriza contra mí, contra mí, una pobre alma. ¡El Demonio! Porque es un Demonio, sabéis, no es un hombre.

»El dice: "Yo no amo a las mujeres. Hay que reinventar el amor, es cosa sabida. Ellas no pueden desear más que una posición segura. Conquistada la posición, corazón y belleza se dejan de lado: sólo queda un frío desdén, alimento del matrimonio hoy por hoy. O bien veo mujeres, con los signos de la felicidad, de las que yo hubiera podido hacer buenas camaradas, devoradas desde el principio por brutos sensibles como fogatas ..."

»Yo lo escucho hacer de la infamia una gloria, de la crueldad un hechizo. "Soy de raza lejana: mis padres eran escandinavos; se perforaban las costillas, se bebían la sangre. Yo me voy a hacer cortaduras por todo el cuerpo, me voy a tatuar, quiero volverme horrible como un mongol: ya verás, aullaré por las calles. Quiero volverme loco de rabia. Jamás me muestres joyas, me arrastraría y me retorcería sobre la alfombra. Mi riqueza, y o la querría toda manchada de sangre. Jamás trabajaré ..."

»Muchas noches, como su demonio se apoderara de mí, nos molíamos a golpes, ¡yo luchaba con él! Por las noches, ebrio a menudo, se embosca en las calles o en las casas, para espantarme mortalmente. "De veras, me van a cortar el pescuezo; va a ser asqueroso". ¡Oh! esos días en que quiere aparecer con aires de crimen.

»A veces habla, en una especie de dialecto enternecido, de la muerte que trae el arrepentimiento, de los desdichados que indudablemente existen, de los trabajos penosos, de las partidas que desgarran el corazón. En los tugurios donde nos emborrachábamos, él lloraba al considerar a los que nos rodeaban, rebaño de la miseria. Levantaba del suelo a los beodos en las calles oscuras. Sentía la piedad de una mala madre por los niños pequeños. Ostentaba gentilezas de niñita de catecismo. Fingía estar enterado de todo, comercio, arte, medicina. ¡Yo lo seguía, no había nada que hacer!

»Veía todo el decorado de que se rodeaba en su imaginación; vestimentas, paños, muebles; yo le prestaba armas, otro rostro. Yo veía todo lo que lo emocionaba, como él hubiera querido crearlo para sí. Cuando me parecía tener el espíritu inerte, lo seguía, yo, en acciones extrañas y complicadas, lejos, buenas o malas: estaba segura de no entrar nunca en su mundo. Junto a su querido cuerpo dormido, cuántas horas nocturnas he velado, preguntándome por qué deseaba tanto evadirse de la realidad. Jamás hombre alguno tuvo ansia semejante. Yo me daba cuenta -sin temer por él- que podía ser un serio peligro para la sociedad. ¿Quizá tiene secretos para transformar !a vida? No, no hace más que buscarlos, me replicaba yo. En fin, su caridad está embrujada y soy su prisionera. Ninguna otra alma tendría suficiente fuerza -¡fuerza de desesperación!- para soportarla, para ser protegida y amada por él. Por lo demás, yo no me lo figuraba con otra alma: uno ve su Ángel, jamás el Ángel ajeno-según creo-. Yo estaba en su alma como en un palacio que se ha abandonado para no ver una persona tan poco noble como nosotros: eso era todo. ¡Ay! dependía de él por completo. ¿Pero qué pretendía él de mi existencia cobarde y opaca? ¡Si bien no me mataba, tampoco me volvía mejor! Tristemente despechada, le dije algunas veces: "Te comprendo". El se encogía de hombros.

»Así, como mi pena se renovara sin cesar, y como me sintiera más extraviada ante mis propios ojos -¡como ante todos los ojos que hubieran querido mirarme, de no haber estado condenada para siempre al olvido de todos!- tenía cada vez más y más hambre de su bondad. Con sus besos y sus abrazos amistosos, yo entraba realmente en un cielo, un sombrío cielo, en el que hubiera querido que me dejaran pobre, sorda, muda, ciega. Ya empezaba a acostumbrarme. Y nos veía a ambos, como a dos niños buenos, libres de pasearse por el Paraíso de la Tristeza. Nos poníamos de acuerdo. Muy emocionados, trabajábamos juntos. Pero después de una penetrante caricia, me decía: "Cuando yo ya no esté, qué extraño te parecerá esto por que has pasado. Cuando ya no tengas mis brazos bajo tu cuello, ni mi corazón para descansar en él, ni esta boca sobre tus ojos. Porque algún día, tendré que irme, muy lejos. Pues es menester que ayude a otros: tal es mi deber. Aunque eso no sea nada apetitoso... alm4a querida..." De inmediato yo me presentía, sin él, presa del vértigo, precipitada en la sombra más tremenda: la muerte. Y le hacía prometer que no me abandonaría. Veinte veces me hizo esa promesa de amante. Era tan frívolo como yo cuando le decía: "Te comprendo".

»Ah, jamás he tenido celos de él. Creo que no ha de abandonarme. ¿Qué haría? No conoce a nadie, jamás trabajará. Quiere vivir sonámbulo. ¿Bastarían su bondad y su caridad para otorgarle derechos en el mundo real? Por momentos, olvido la miseria en que he caído: él me tornará fuerte, viajaremos, cazaremos en los desiertos, dormiremos sobre el empedrado de ciudades desconocidas, sin cuidados, sin penas. O yo me despertaré, y las leyes y, las costumbres habrán cambiado-gracias a su poder mágico-; el mundo, aunque continúe siendo el mismo, me dejará con mis deseos, con mis dichas, con mis indolencias. ¡Oh! me darás la vida de aventuras que existe en los libros para niños, como recompensa, por tanto como he sufrido? Pero él no puede. Yo ignoro su ideal. Me ha dicho que siente nostalgias, esperanzas: eso no debe concernirme. ¿Le habla a Dios?

»Quizá debiera yo dirigirme a Dios. Estoy en lo más profundo del abismo, y ya no sé orar.

»Si él me explicara sus tristezas, ¿las comprendería yo mejor que sus burlas? Me ataca, pasa horas avergonzándome con todo lo que ha podido conmoverme en el mundo; y se indigna si lloro.

»"¿Ves a ese joven elegante que entra en una hermosa y tranquila residencia? Se llama Duval, Dufour, Armando, Mauricio, ¿qué sé yo? Una mujer se ha consagrado a amar a ese malvado idiota: ella ha muerto, y es seguro que ahora es una santa en el cielo. Tú causarás mi muerte, como él causó la muerte de esa mujer. Esa es la suerte que nos toca a nosotros, corazones caritativos..." ¡Ay! había días en que todos los hombres con sus actos parecíanle juguetes de grotescos delirios: y, se reía espantosamente, durante largo rato. Luego, recuperaba sus maneras de joven madre, de hermana querida. ¡Si fuera menos salvaje, estaríamos salvados! Pero también su dulzura es mortal. Yo me le someto. ¡Ah, estoy loca!

»Acaso un día desaparezca maravillosamente; pero es menester que yo sepa si ha de subir a algún cielo, ¡que pueda ver un poco la asunción de mi amiguito!»

¡Vaya una pareja!

Fragmento de "Una temporada en el infierno" Arthur Rimbaud



Con esta nueva imagen Rimbaud deja, en cierta sentido, de ser el poeta con eterna imagen de adolescente debido a la hasta ahora única fotografía nítida que se tenía de él, la tomada en 1872 por Étienne Carjat, aunque el poder de una imagen que ha acabado siendo un icono es muy difícil de desterrar.

Enlace: http://es.wikisource.org/wiki/Una_temporada_en_el_Infierno

+ Información

http://abardel.free.fr/index.htm

 

 

domingo, abril 25, 2010

"Every traveled road" Scott Matthew

Scott Matthew, fotógrafa Flora Hanitijo


The longing the alone
with a fall from a height
and now you've come and gone
must the whole of europe die
we know that you inherit light
but for who does it shine
oh 'cause now I've lost the right
to consider you mine



+ Información

http://www.myspace.com/scottmatthewmusic

http://www.scottmatthewmusic.com/

viernes, abril 23, 2010

Arlene Gottfried, una mirada cálida sobre Nueva York


Arlene Gottfried
Three girls on Riis Beach (1980)
 
Arlene Gottfried
El Barrio, finales década de los 1970
 
Arlene Gottfried
Angel and Woman on Boardwalk, Brighton Beach (1976)
Pedro Slim Collection
 
Arlene Gottfried, nació en Brooklyn, se graduó en el Fashion Institute of Technology de Nueva York, trabajó como fotógrafa en una agencia de publicidad antes de convertirse en freelance para publicaciones como The New York Times Magazine, Fortune, Life y The Independent en Londres. Gottfried ha expuesto en la Galería Leica de Nueva York y en Tokio, así como en el Smithsonian Institution de Washington DC, entre otros. Sus fotografías se exhiben en las colecciones del Museo de Arte de Brooklyn, The New York Public Library, y en la Maison Européenne de la Photographie de París.
 
Arlene Gottfried
 
Arlene Gottfried
Backstage, Xenon, New York
 
Arlene Gottfried
Hassid and Jewish Bodybuilder (1980)
Pedro Slim Collection
 
Arlene Gottfried
Le Clique (1980)
Pedro Slim Collection
 
 
Arlene Gottfried ha recibido numerosos premios, incluyendo el del Concurso Internacional Berenice Abbott de Fotografía Documental de la Mujer. sus trabajos más conocidos son Midnigt (Libros Powerhouse, 2003) y The Eternal Light (Dewi Lewis Publishing, 1999). Gottfried vive y trabaja en Nueva York.
 
Arlene Gottfried
Micky, Fort Apachern
Serie Bacalaitos & Fireworks (1970-80)
 
Arlene Gottfried
Amores
Serie Bacalaitos & Fireworks (1970-80)
 
Arlene Gottfried
Sin Título
Serie Midnight (1984)
 
Arlene Gottfried
Sin Título
Serie Midnight (1984)
 
Arlene Gottfried
Sin Título
Serie Midnight (1984)
 
Arlene Gottfried
Sin Título
Serie Midnight (1984)
 
Arlene es una fotógrafa urbana que captura como pocos los borde duros de la vida ciudadana pero con una mirada entre divertida y cariñosa, que demuestra su amor por aquello que está mirando, lo cual le permite adentrase en la profunda identidad de los fotografiados. Arlene Gottfried una mirada cálida sobre Nueva York


+ Información

http://arlenegottfried.com/

 

 

miércoles, abril 21, 2010

Cy Twombly



"La inocencia es blanca. Puede consistir en el estado clásico del intelectual o en un mundo neorromántico de recuerdos o bien en la blanca inocencia simbólica de un Mallarmé. No es posible examinar con exactitud el significado y contenido actual de la inocencia. No obstante ella constituye el paisaje de mis acciones y tiene que significar algo más que una mera elección."

Cy Twombly

Aunque siempre tuvo un exiguo y muy selecto círculo de adeptos, la mayoría europeos y, en especial, italianos, alemanes y suizos, lo cierto es que el estadounidense Cy Twombly (Lexington, Virginia, 1928), al que todo parecía sonreír al comienzo de su carrera artística, a principios de la década de 1950, fue sucesivamente amonestado, despreciado y, finalmente, descartado. Este progresivo hundimiento del prometedor artista se produjo desde donde ya entonces se ejercía el control crítico mundial: Estados Unidos, su país natal, que por aquellos años en los que Twombly iniciaba su trayectoria artística, había convertido Nueva York en la capital internacional de la vanguardia.
Colega, amigo y compañero de Robert Rauschenberg de quien también fue amante y Jaspers Johns, Cy Twombly cursó estudios en los centros heráldicos de la vanguardia americana, como el Art Students League de Nueva York o Black Mountain College de Carolina del Norte, y sus primeros pasos fueron seguidos con interés por la crítica neoyorquina, pero, tras un largo periplo europeo y norteafricano iniciado en 1952, empezó a tomar decisiones que no sentarían muy bien en los círculos intelectuales neoyorquinos. Tras casarse con la italiana, Tatiana Franchetti, se instalará en el año 1959 en Roma. Aunque en la década de 1950 todavía no era extraño que un joven inquieto americano hiciera su tour por Europa o por el norte de África u Oriente Próximo, nadie consideraba que por allí un artista de vanguardia pudiera encontrar nada que valiera la pena, y, aún menos, que se instalara en la Italia de posguerra, donde lo único que despertaba atención internacional, salvo precisamente en Norteamérica, era el cine neorrealista o cierta literatura. Y desde luego Italia no encajaba en el concepto de vanguardia.

"Narcissus" (1960)

A pesar de esto, Cy Twombly mantuvo durante un tiempo cierto crédito en Nueva York, pero la reticencia ante su obra se convertiría en furia demoledora a partir de la exposición de su serie titulada "Nine Discourses on Commodus" (1963), exhibida en la galería Leo Castelli de Nueva York, en 1964, sería rechazada unánimemente por críticos de arte y artistas, todos abducidos por el pop art y el minimal, algo que estaban en las antípodas de la exuberancia pictórica barroca de Twombly.

"Nine Discourses on Commodus" (1963)

Ya a fines de 1950, había cundido la alarma ante sus rudimentariamente sutiles caligrafías, sobre todo, porque revelaban cierta influencia de los informalistas franceses, como Wols o Michaux, o ciertos proscritos como Mark Tobey. En verdad Twombly había combinado su admiración por los nuevos maestros americanos del expresionismo abstracto, como Pollock, Gorky, Kline, Motherwell o De Kooning, con la de viejos maestros de la vanguardia histórica europea, como Corinth, Soutine, Kokoschka, Beckmann o Klee, pero esta efervescencia pictoricista de comienzos de los sesenta, cuando los grandes popes del arte había establecido que no había nada más allá de la pintura mental y mecanizada hizo que se rasgaran muchas vestiduras. Este rechazo será tan profundo que se mantendrá incluso en la retrospectiva que sorprendentemente le dedicará el MoMA en 1994.


"Lepanto" (2001)

Por otra parte la aceptación a ojos ciegos de los dictados neoyorquinos en Europa harán que aquí tampoco tenga las cosas muy fáciles, aunque la mentalidad será mucho más abierta. Pero será Europa la que a partir de 1980 iniciará la campaña de reivindicación de su arte, hoy admirado universalmente. Lo cual nos demuestra que ningún dogmatismo es bueno, y que el estrechamiento de miras acostumbra a devenir en absurdo y excluyente, y por tanto en empobrecimiento.

No me resisto a terminar esta entrada sin dejar de compartir esta crítica de Lee Siegel, crítico de arte de Slate.

"You cannot fully understand Twombly's art unless you know that he is gay. It's often fatuous to reduce an artist to his or her sexuality, but Twombly is working in a tradition that associates homosexuality with an ideal human freedom. This tradition strives for an art unfettered by purpose, function, or meaning. You find such a style in Frank O'Hara's casual aimlessness and in John Ashbery's aimless obscurity—both poets think in the strokes of a subtle crayon. Such a sensibility derives from Walter Pater, the gay Victorian aesthetician who prized in art the quality he called "diaphaneite," a crystalline transparency that "crosses rather than follows the main currents of the world's life"—a "happy, unperplexed dexterity." Update Pater's notion with the brash off-handedness of so much postwar American art—think Pop art and cool jazz—and you arrive at the doodle. I have no idea if Twombly knew about Pater's ideas or cared for them if he did. But his art, distractedly crossing rather than following the main currents of the world fits Pater's values to a T."




+ información

http://en.wikipedia.org/wiki/Cy_Twombly

 

lunes, abril 19, 2010

"Visiones del Infierno" por Kawanabe Kyōsai

 
"Tortura en el infierno"
Kawanabe Kyōsai
 
Kawanabe Kyōsai (1831-1889), artista del periodo Meiji es conocido en Occidente por lo oscuro de sus ilustraciones, el cirujano escocés y coleccionista de arte japonés, William Anderson (1842-1900), le encargará un gran número de pinturas durante la década de 1870. Esta colección constituye, hoy en día, el núcleo de la pintura japonesa en el Museo Británico, incluido las que son objeto de esta entrada. 
 
"Enma, Rey del Infierno"
Kawanabe Kyōsai
 
"El Juicio de Enma"
Kawanabe Kyōsai

"Protestando ante Enma"
Kawanabe Kyōsai 
 
"Ardiendo en la Estaca"
Kawanabe Kyōsai
 
"El Asalto de los Monstruos"
Kawanabe Kyōsai
 
"La Caja de Pandora"
Kawanabe Kyōsai
 
"Aporreando al Monstruo en el suelo"
Kawanabe Kyōsai
 
"La Batalla de los Monstruos"
Kawanabe Kyōsai
 
"El Contraataque de los Halcones"
Kawanabe Kyōsai
 
"Animales contra Hombres"
Kawanabe Kyōsai
 
"Ratones contra Gatos" 
Kawanabe Kyōsai
 
 
 
 

domingo, abril 18, 2010

"Les Folies d'Espagne " Jean-Baptiste Lully


 
Jean-Baptise Lully
Nicolas Mignard  (1606-1668), dit Mignard d'AvignonChantilly
Musée Condé

Fue Lully, un genio innovador, quien en 1672 tomó La Folie y la reconvirtió para un conjunto de oboes y fagot bajo el nombre de "Folies d'Espagne". Logrando convertirlo en un tema increíblemente exitoso. Robert de Visée escribió en la introducción de su Livre de Guittarre (1682): « …on n’y trouvera point de folies d'Espagne. Il en court tant de couplets dont tous les concerts retentissent, que je ne pourrois que rebattre les folies des autres. » .



La Folia es originalmente una danza que aparece mencionada por primera vez en textos portugueses del siglo XV, en concreto en "Auto de Sibilla Cassandra" de Gil Vicente. Esta danza tenía un significado ritual asociado a la fertilidad y era interpretada por bailarines que portaban sobre sus hombros a hombres vestidos de mujer .