Leopoldo Alas o la dificultad de ser reconocido a la sombra de su importante tío-abuelo, Leopoldo Alas (Clarín), ¡Aún no me lo puedo creer!, lo más curioso es que la noticia me ha llegado cuando preparaba un post sobre "Vetusta" y "La Regenta"; poeta literato, periodista y gran defensor de los derechos LGBT, y sobretodo alguien muy especial, ¡siempre estará con nosotros!.APOCALIPSIS
Sociedad de náufragos que exhiben sus naufragios.
Enjambres de pequeños egos
o máquinas de reclamar afecto.
Con una sed obscena de protagonismo
el hombre masa proclama
a la desesperada su individualismo.
Demasiados mensajes
como para leer ni tan sólo uno de ellos.
No existe el receptor de tantos emisores.
Al menos las plegarias se las hacían a un Dios.
Pero no hay público para tanto artista
ni penitencia posible para tantas confesiones.
¡Si nos dejaran descansar a los unos de los otros!
Cuánta paz encuentro en recogerme y en aislarme
de esa red de intromisiones constantes: por la calle,
en las pantallas, al teléfono.
Bajo a buscar provisiones y enseguida vuelvo a casa.
Fuera hay demasiadas vanidades,
un exceso de sujetos sin objeto.
Dentro puedo no hacer, no pensar,
no preguntar ni responder,
ni mostrarme ni ocultarme.
Entre estas paredes, que son más de cuatro,
puedo no explicarme nada ni explicárselo a nadie.
Puedo descansar de los sentimientos y del deseo.
Me agotan las agonías
de tantas personas insustanciales
y me rompe la dolorosa manía
que tienen nuestros mejores amigos
de morir de uno en uno.
Ahora sabemos que nadie vendrá a rescatarnos.
Sociedad de náufragos que exhiben sus naufragios.
Enjambres de pequeños egos
o máquinas de reclamar afecto.
Con una sed obscena de protagonismo
el hombre masa proclama
a la desesperada su individualismo.
Demasiados mensajes
como para leer ni tan sólo uno de ellos.
No existe el receptor de tantos emisores.
Al menos las plegarias se las hacían a un Dios.
Pero no hay público para tanto artista
ni penitencia posible para tantas confesiones.
¡Si nos dejaran descansar a los unos de los otros!
Cuánta paz encuentro en recogerme y en aislarme
de esa red de intromisiones constantes: por la calle,
en las pantallas, al teléfono.
Bajo a buscar provisiones y enseguida vuelvo a casa.
Fuera hay demasiadas vanidades,
un exceso de sujetos sin objeto.
Dentro puedo no hacer, no pensar,
no preguntar ni responder,
ni mostrarme ni ocultarme.
Entre estas paredes, que son más de cuatro,
puedo no explicarme nada ni explicárselo a nadie.
Puedo descansar de los sentimientos y del deseo.
Me agotan las agonías
de tantas personas insustanciales
y me rompe la dolorosa manía
que tienen nuestros mejores amigos
de morir de uno en uno.
Ahora sabemos que nadie vendrá a rescatarnos.
16 comentarios:
Me he quedado ingratamente sorprendido. Es una verdadera pena.
Tremendo. Además un apasionante conversador...sabía de cualquier tema, inquieto, nervioso, de esas personas que no se escuchan, sino que saben escuchar también, siempre estaba aprendiendo... Una pena.
Petons.
No se le hizo justicia, como a tantísimos en este país. Pero es que pasará hasta desapercibido, y eso que hablamos de uno de los poetas que mejor supo recoger la áspera esencia de los novísimos. Siempre fue/será el poeta de los gays que querían pasar desapercibidos. Dolorosamente sensible su pérdida...
La vida es plena de casualitats, el mon un espai petit.
Avui marxava ma cosina a “Vetusta”.
una abrasada.
Pues era un chico muy majo, que hablaba claro y contundente, con las ideas muy claras, un tertuliano interesante, de las veces que lo ví por la tele. No había leído nada de él, pero aquí está pe-jota para remediarlo.
Me declaro totalmente ignorante sobre esta personalidad, me encantó el poema, pero parece que yo no se mucho ni de él, ni del tema.
De todas maneras me uno a tu pena por la pérdida, siempre es triste perder un buen poeta o un buen artista o un buen amigo.
Un beso desde el rincón o en el rincón.
Tengo que decir que no lo conocía mucho.
Pero es triste que se fue tan jóven.
Un abismo detrás de otro. Y nosotros sin poderlo entender.
Aparte de sus méritos literarios están los afectivos: le apreciábamos tanto todos, y eso es tan difícil.. el mundo LGTB a veces parece una jaula de grillos, y él se situaba bien por encima de todo eso.
Un abrazo fuerte
sólo conozco algunos artículos suyos, pero a todos nos ha impresionado la noticia. tan joven, tan lúcido.
¡Si nos dejaran descansar a los unos de los otros!...
era uno de los nuestros.
un abrazo.
Voy a buscarlo en la prensa, me gustaban sus artículos, me parece increíble, en fin.
"La Regenta" es una de mis novelas españolas preferida. Desde mi punto de vista, lo mejor de Clarín, algún cuento también.
No conocía a este señor, pero el texto me ha impactado,he seguido el enlace a la comunidad donde escribía.
Gracias P.J. por la noticia y por el texto, te empiezo a deber bastante P.J.
Te dejo aqui el blog de una convocatoria
http://sextoenell.blogspot.com
al Encuentro Nacional de Estudiantes de Literatura y Lingüistica que va a ser del 20 al 25 de Oct en el D.F.
SE PUEDE PARTICIPAR CON ENSAYO ACADEMICO O CONCURSAR EN CREACION LITERARIA
OJALA TE INTERESE Y MANDES ALGO :D
No lo conocia, sin embargo lamento su perdida y quiero conocer de su trabajo.
Saludos!
que pena...tan joven..¡¡¡
:-(
AL FILO DE LOS CUARENTA
Hasta cuándo podré querer a muchos sin entregarme a nadie.
Cuántos días de espontánea indefinición me quedan por delante.
Él me espera y tiene mis facciones.
Cuarenta años, hermano.
Lo prefiero a todos: amables rostros que reflejaron el mío volátil,
almas afines que completaron mi esencia fragmentada.
Después de tanto errar por tantos cuerpos, doy con el mío.
Por fin un hombre interesante. Soy él.
No era yo dirigiendo una nave imperfecta de carne,
tan firme y rotunda en su ingrata juventud.
Tomad y comed porque yo soy mi cuerpo.
Yo quise ser vosotros, amigos del alma,
y en cada uno aprendí a quererme.
Pero en mí mismo estoy mejor acomodado
que en la insaciable búsqueda exterior de inteligencia y belleza.
Cuarenta, hermano.
Olvida el paraíso de la infancia, que muchos cuestionan:
tan hermosos fueron aquellos días suspendidos
de horizontes inmensos
como estos de ahora, caídos y sin perspectiva.
Y del amor ni hablemos
pues todo lo apostado se perdió en el propio engaño.
Pero me tengo al fin.
Ya no me busco en el espejo. Soy el que soy.
Leopoldo Alas
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