PALABRAS DEL JOVEN ALEXIS AL PASTOR CORYDON
No te seré entonces tan amargo doloroso pastor, tan esquivo. Iremos juntos a tu huerta y allí haré honores a las castañas y ciruelas que para mí recogiste, aunque no me importe la leche fresca, ni la enormidad de tus rebaños pastando a las orillas del Mincio.Yo también solía perderme entre las hayas y a la sombra de los montes de Sicilia vague como si fuera una de tus ovejas, recogiendo malvaviscos para adornar tu frente.Te veía sin verte junto a la fuente Libetra. No sabía que tú eras tú, que deshojabas tu zampoña de siete ruidos en el agua, echando a la corriente doradas monedas. No sabía que sin conocerte guardaba mi larga inocencia.Alguien me persigue como si mis huellas arrastraran las heridas del sol, caminando a su lado; viene tras de mí, lo presiento abrazarse a las piedras del sendero, ya cansado.Tengo miedo. Soy como la cera que la luz inflama al ponerle sus labios. Dime dónde es que los árboles nacen, con el nombre de amantes escrito en el tronco.Mereces acaso que te cante doloroso pastor, si después de él no eres tú el primero. Por él he bebido cicuta y almizcle, y vencí al Dios que le dejó seguirme a los infiernos.Podrías descanar esta noche aquí conmigo, sobre la triste hierba, pero no te conozco, solo hablas de tu ganado y tu prospera hacienda.No puedo tornarme, idos a casa. La tarde se cierra entre los tamariscos cual una mano. Todo es más oscuro, el camino se hace difícil, y a lo lejos humean las carnes de la ofrenda.
No te seré entonces tan amargo doloroso pastor, tan esquivo. Iremos juntos a tu huerta y allí haré honores a las castañas y ciruelas que para mí recogiste, aunque no me importe la leche fresca, ni la enormidad de tus rebaños pastando a las orillas del Mincio.Yo también solía perderme entre las hayas y a la sombra de los montes de Sicilia vague como si fuera una de tus ovejas, recogiendo malvaviscos para adornar tu frente.Te veía sin verte junto a la fuente Libetra. No sabía que tú eras tú, que deshojabas tu zampoña de siete ruidos en el agua, echando a la corriente doradas monedas. No sabía que sin conocerte guardaba mi larga inocencia.Alguien me persigue como si mis huellas arrastraran las heridas del sol, caminando a su lado; viene tras de mí, lo presiento abrazarse a las piedras del sendero, ya cansado.Tengo miedo. Soy como la cera que la luz inflama al ponerle sus labios. Dime dónde es que los árboles nacen, con el nombre de amantes escrito en el tronco.Mereces acaso que te cante doloroso pastor, si después de él no eres tú el primero. Por él he bebido cicuta y almizcle, y vencí al Dios que le dejó seguirme a los infiernos.Podrías descanar esta noche aquí conmigo, sobre la triste hierba, pero no te conozco, solo hablas de tu ganado y tu prospera hacienda.No puedo tornarme, idos a casa. La tarde se cierra entre los tamariscos cual una mano. Todo es más oscuro, el camino se hace difícil, y a lo lejos humean las carnes de la ofrenda.
Segunda Égloga
5 comentarios:
de lo más vanguardista a los clásicos. tu casa es una fuente inagotable de erudicción, y un placer siempre pasar por aquí con las propuestas que nos haces.
besos.
Muy bonito texto. André Gide, tiene una obra también llamada "Corydon", basada en los clásicos.
he estado cerquita de ti este fin de semana, sabes??????
Besos... te escribo con calma.
"Mereces acaso que te cante doloroso pastor, si después de él no eres tú el primero. Por él he bebido cicuta y almizcle"
Como se duele Alexis del amor perdido, como se niega saciar una sed pasajera en brazos de Corydon... dónde esta su amor escrito en el tronco de un árbol, dónde el fuego que lo inflama.
Perdona si mi interpretación es inadecuada, no he leído a Virgilio y comento por este trozo que he leído.
Amigo mío debe ser una delicia charlar contigo.
Menudo reto el que me has puesto... pero ya lo tengo estructurado, pronto lo podras leer.
Un abrazo
Qué maravilla encontrarse con un fragmento de las églogas de nuevo y releerlo y reconocerlo como si se tratara de un viejo amigo cuya cara, después de un tiempo, reconoces en la multitud...De la Eneida hay un verso que me tiene loco: "Entonces resuenan las ramas inaccesibles", qué poder de sugerencia en ese hexámetro..un saludo y felicidades por el blog
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