viernes, octubre 22, 2021

Los Etruscos

 
 
Antefija con la cabeza de Acheloo, 230-520 a.C
Museo Nazionale Etrusco di Villa Giulia, Roma
 
La civilización etrusca es sin duda una de las más fascinantes del Mediterráneo antiguo, pero también una de las menos conocidas a nivel internacional, debido a su carácter pacífico ya que carecieron del carácter belicista, que sí estuvo presente tanto en griegos como en romanos. Fueron una cultura avanzada y refinada. Una misteriosa civilización que floreció en el corazón de la actual Italia y que nos ha legado hermosos objetos de culto, joyas preciosas, armas, estatuas, sarcófagos, bronces y cerámicas, pero también objetos funerarios y cotidianos, testigos de las distintas facetas de la cultura etrusca.
 
Vaso biconico da Sant’Angelo in Formis (Capua) dell’Età del Ferro
Museo Archeologico nazionale di Napoli
 
Urna cineraria en forma de cabaña, Mediados del siglo IX - principios del siglo VIII a.C.
Florencia, Museo Archeológico Nazionale
 
Urna cineraria de arcilla pintada
Museo Archeologico Nazionale Tarquinia
 
Colgante Pectoral, s.VIII a.C
Museo Archeologico Nazionale di Napoli
 
Casco etrusco bronce, Primera mitad del s. VIII a.C
Florencia, Museo Archeologico Nazionale
 
Fíbula ceremonial, s.VIII a.C
Museo Archeologico Nazionale di Napoli

 
Carro ceremonial de bronce, s.VIII - s.VII
Museo Archeologico nazionale di Napoli
 
Recipiente para perfume en alabastro, s.VII a.C
Musées Royaux d'Art et d'Hisyoire,Brusseles
 
 
Marte de Todi, finales s. V - inicio s. IV a. C
Musei Vaticani, Ciudad del Vaticano

 
Copia de pendientes de oro, 550-400 a.C 
Museo Archeologico Nazionale di Napoli 
 
Pueblo de comerciantes, los etruscos no se desarrollaron de forma aislada, sino que se nutrieron de intercambios con toda la cuenca mediterránea. Incluso las zonas a las que no llegaron materialmente se beneficiaron de su influencia gracias a la mediación de fenicios y cartagineses, con quienes mantuvieron fructíferas relaciones comerciales. Por tanto, no es de extrañar que también se hayan encontrado vestigios de su paso en las costas de España, especialmente en territorio valenciano, empezando por recipientes y utensilios relacionados con el consumo de vino, un artículo de lujo que exportaban los etruscos destinado a las élites de las antiguas sociedades ibéricas.
 
Dados de hueso, s.VI a.C
Cerveteri, Museo Nazionale Cerite
 
Offerente dell’Elba, finales s.VI, inicios s.V a.C
Museo Archeologico Nazionale di Napoli
 
 
Antefija elemento arquitectónico con forma de cabeza femenina, s.VI - V a.C
Musée du Louvre

 
Tomba dei Tori, 540-530 a.C
Necrópolis de Monterozzi, Tarquinia, Italia

 
Tomba dei Tori, 540-530 a.C / 530-520 a.C
Necrópolis de Monterozzi, Tarquinia, Italia
 
Durante mucho tiempo la pregunta dominante ha sido ¿Quienes era los Etruscos? Hoy en día por fin podemos afirmar que los Rasna, ya que así se autodenominaban, eran un pueblo originario de la península itálica,así que Herodoto se equivocó al concederles un áurea de misterio en cuanto a su origen. 
 
Una civilización que gobernó gran parte de lo que hoy es Italia y que probablemente fueran los fundadores de la mayor ciudad estado que se haya conocido, Roma. Inclusive algunos de los primero reyes de Roma fueron etruscos. Una civilización que prosperó durante siglos hasta que el 90 antes de Cristo fue asimilada por Roma. De hecho fue de los Etruscos de quien los romanos heredarían muchas de sus costumbres, tradiciones culturales y artísticas.
 

 
Copa Ática con figuras negras dedicada a Afrodita, 540 a.C
Museo Nazionale Etrusco
 
Sarcófago de los esposos, 530-510 a.C
Musée du Louvre

Sarcófago de los esposos, 530-520 a.C
Museo Nazionale  Etrusco di Villa Giulia, Roma 
 
El sarcófago de los esposos es un sarcófago de terracota pintado con forma humana que se encuentra en la antigua ciudad etrusca de Caere (ahora Cerveteri, Italia). El sarcófago, que originalmente habría contenido restos humanos, fue descubierto durante el curso de excavaciones arqueológicas en la necrópolis Banditaccia de la antigua Caere durante el siglo XIX y ahora se encuentra en Roma. El sarcófago es bastante similar a otro sarcófago de terracota de Caere que representa a un hombre y una mujer que actualmente se encuentra en el Museo del Louvre, París; estos dos sarcófagos son contemporáneos entre sí y quizás son producto del mismo taller artístico.
 
El sarcófago representa a un hombre y una mujer recostados sobre su tapa. La pareja descansa sobre cojines, tal como lo habrían hecho en un banquete real. El cuerpo del sarcófago tiene forma de un kline. Ambas figuras tienen el cabello muy estilizado, en cada caso trenzado con las trenzas estilizadas que cuelgan bastante rígidas a los lados del cuello. En el caso de la mujer, las trenzas se disponen de modo que cuelguen delante de cada hombro. La mujer luce una gorra sobre su cabeza; también usa zapatos con forma puntiaguda, característicamente etruscos. Las trenzas del hombre cuelgan ordenadamente a lo largo de la espalda.
 
El sarcófago de los esposos se ha interpretado como una escena de banquete, con la pareja recostada en un solo sofá mientras come y bebe. Esto sitúa la inspiración para el sarcófago directamente en la esfera de la convivencia social y, como se nos recuerda a menudo, la convivencia era fundamental para los rituales mortuorios etruscos. El arte funerario etrusco, incluidas las tumbas pintadas, a menudo representa escenas de juergas, tal vez como un recordatorio del banquete fúnebre que enviaría al difunto al más allá o quizás para reflejar la noción de convivencia perpetua en dicho más allá. En cualquier caso, los banquetes proporcionan una gran cantidad de información. 
 
En el caso del sarcófago es importante señalar que en los banquetes etruscos, hombres y mujeres se reclinaban y comían juntos, circunstancia bastante diferente a otras culturas mediterráneas, especialmente la griega. Vemos múltiples casos de banquetes mixtos en un amplio rango cronológico, lo que nos lleva a concluir que esta era una práctica común en Etruria. Esta costumbre generó cierto resentimiento, incluso animus, por parte de los griegos y latinos de la antigüedad, que veían esta práctica etrusca no solo como algo diferente, sino que la tomaban como un comportamiento ofensivo. Las mujeres disfrutaban de un estatus diferente y más privilegiado en la sociedad etrusca que sus contemporáneas griegas y romanas.  

Cratera de Eufronio, 515 a.C
Museo Nazionale Cerite de Cerveteri
 
Apollo di Veio, 510-500 a.C
Museo Nazionale etrusco di Villa Giulia, Roma

Copa Ática de figuras rojas, 510-500 a.C
Bruselas, Musées Royaux d'Art et d'Histoire, Collection Ravestein.
 
Lastra de revestimiento, Terracotta, s.VI a.C
Museo Archeologico Nazionale di Napoli

Antefija con la diosa Juno Sospita, 500 a.C
Altes Museum, Berlin
 
Stamnos ático de figuras rojas, Chiusis.V a.C
Florencia, Museo Archeologico Nazional
 
Estatuilla de Tinia (Zeus joven), s.V a.C
Florencia, Museo Archeologico Nazionale
 
De hecho tanto los combates de gladiadores, el diseño de los templos, los rituales religiosos o la misma ingeniería hidráulica fuero heredadas por los romanos.
 
Hoy en día la mayoría de lo que sabemos sobre esta antigua civilización se debe al análisis de sus tumbas, esto se debe a que la mayoría de sus ciudades están habitadas, Florencia, Pisa, Siena... Los restos de su pasado se esconden bajo capas y más capas de historia, Roma, Medievo, Renacimiento...

Por suerte a los Etruscos les importaba mucho equipara a los muertos para la vida en el mas allá, lo cual nos permite asomarnos a su cotidianidad. En una primera fase de su civilización imaginaban el otro mundo como una continuación de este. Cuando alguien moría, lo incineraban y le proporcionaban un nuevo hogar, realizaban urnas cinerarias con forma de casa en miniatura. Con el tiempo y el desarrollo del comercio, y su consecuente enriquecimiento, las tumbas irían ganado en opulencia. El ajuar funerario ya no es sencillo, broches, pectorales de oro, vasijas de plata, brazaletes, todo ello nos da una visión del cambio que había sufrido su vida cotidiana.

 




Frescos de la Tomba del Tuffatore, 480-470 a.C
Paestum, Museo Archeologico Nazionale

La Tomba del Tuffatore (Tumba del nadador) es el único testimonio de la pintura griega de grandes dimensiones anterior del siglo IV. a.C,  también es única por el tema representado: un joven desnudo que se zambulle en el océano, imagen metafórica del paso de la vida a la muerte. Mientras que tradicionalmente los griegos tenían una visión muy negativa del más allá, en el siglo quinto a.C se difundieron nuevas ideas, basadas en la esperanza de una forma de supervivencia después de la muerte. En esta línea, Platón definirá la muerte como la "liberación del alma", anticipando así las creencias religiosas más recientes. 

La tumba, encontrada a 2 km al sur de Paestum, dentro de una pequeña necrópolis de los siglos VI-IV. a.C. La escena del nadador, que dio nombre a la tumba, se encuentra en el lado interior de la losa del techo, frente al difunto. De hecho, tras el funeral que tuvo lugar alrededor del 475 a.C., los frescos permanecieron en total oscuridad durante casi dos milenios y medio, hasta que fueron encontrados en 1968. Los muros del sepulcro, con una caja lítica de losas de travertino, están decorados con escenas de un simpósium.

La singularidad de la tumba consiste en el mensaje metafísico que transmite a través del lenguaje visual. En las ciudades griegas del sur de Italia, filósofos como Pitágoras y Parménides abordaban cuestiones relacionadas con la metafísica y la vida después de la muerte. Las creencias inspiradas en el pitagorismo y el orfismo (a su vez inspiradas en el mito de Orfeo que regresa del Hades gracias a la música) se difundieron, compartidas sólo entre aquellos que fueron "iniciados" en los misterios de esta tradición. Se ha planteado la hipótesis de que la persona enterrada en la Tumba del nadador fuese un "iniciado".  
 
Chimera d'Arezzo, 400 a.C
Florencia, Museo Archeologico Nazionale
 
Quimera de Arezzo: Obra maestra del arte etrusco, fue encontrada en Arezzo en 1553 e inmediatamente reclamada por Cosimo I, quien aparentemente se deleitó al limpiarla. Representa al monstruo mítico asesinado por Bellerofonte. Probablemente formaba parte de un grupo que incluía al héroe y al caballo Pegaso: de hecho, se la representa herida, mientras se retira rugiendo. La cola, encontrada más tarde, fue insertada incorrectamente: la serpiente debía volverse contra el enemigo y no morder la cabeza de la cabra en la espalda
 
Cesta, s.IV - III a.C
Museo Archeologico Nazionale di Napoli
 
Yelmo tipo Montefortino, Bronce Siglo IV– II a.C. 
Volterra, Museo Etrusco Guarnacci
 
Acroterio configurado como guerrero de Cerveteri
Perugia, primera mitad del siglo IV a. C.
Florencia, Museo Archeologico Nazionale

Oenochoé, Chiusi, primera mitad del s. VI a.C
Soprintendenza per i Beni Archeologici della Toscana

Cesta joyero con inscripciones en Latín arcaico s. IV a.C., de Palestrina 
Roma, Museo Nazionale Etrusco di Villa Giulia

Colgante, s.IV a.C
Museo Archeologico Nazionale di Napoli

Urna cineraria del Bottarone, Città della Pieve, inicios s. IV a.C
Florencia, Museo Archeologico Nazionale

Volterra, Necrópolis de Montebradon, s.IV a.C
Volterra, Museo Etrusco Guarnacci
 

Cabeza de Leucotea, 340-330 a.C
Museo Nazionale etrusco di Villa Giulia, Roma


Paestum, Necropoli Lucana del Gaudo, 340-320 a.C
Paestum, Parco Archeologico

Relieve con batalla entre Griegos y Amazonas.
Sarcófago de Larth Tetnies y Thanchvil Tarnai sarcophagus, 350-300 a.C
Museum Fine Arts Boston

Relieve con Ramtha Vishnai y Arnth Tetnies flanquedos por asistentes
Sarcófago de Ramtha Vishnai y Arnth Tetnies, 350-330 a.C
Museum Fine Arts Boston

Tumba del Carro Infernal de Cuatro Caballos, s.IV a.C
Etruscan Necropolis de Pianacce
Museo Civico Archeologico di Sarteano

Cabeza de giovinetto da Fiesole, 330-300 a.C
Florencia, Museo Archeologico Nazionale

Giovanetto da Fiesole: Los labios carnosos, bien definidos, las cejas espesas, el cabello cuidadosamente colocado en la frente para enmarcar un rostro suave, con rasgos idealizados.
 
La cabeza y parte del cuello, las únicas partes del cuerpo que han sobrevivido, debieron pertenecer a una gran escultura. Los ojos, insertados más tarde, son huecos; el iris y la pupila tenían que incrustarse con otro material de color. Un velo de misterio envuelve la figura, ya que aún no conocemos la identidad del sujeto representado. Lo cierto es que la Cabeza perteneció a una estatua votiva a escala humana , y que el refinamiento de la composición es emblemático del alto nivel artístico alcanzado por los talleres de bronce etruscos.
 
Arringatore, Retrato de Aulo Metelo, s. II-I a.C
Museo Archeologico Nazionale di Firenze
 
L'Arringatore: Escultura, encontrada en 1566 en Umbría, representa al noble etrusco Aulo Metello, cuyo nombre está grabado en la toga. El hombre, vestido a la romana, indica que ya ha tenido lugar el proceso de asimilación política y cultural de la antigua civilización Etrusca por parte de Roma. La escultura atrapa el momento inmediatamente anterior a la arenga, mientras Aulo Metelo, con el brazo levantado, pide la atención de los transeúntes. La estatua se realizó en siete partes y luegofue ensamblada.
 
Ulises y las sirenas, Volterra, mediados del s. II a.C.
Museo Archeologico Nazionale de Firenza

Il Veiove di Monterazzano, s.I d.C
Viterbo, Museo Nazionale Etrusco Rocca Albornoz

Veiove (Vediove) era una antigua divinidad de origen itálico o etrusco, cuyo carácter original se había vuelto oscuro incluso para los eruditos romanos que escribieron sobre ella, tratando de aclarar su origen. Según Varro , el culto de Veiove fue uno de aquellos cuya institución se remonta al reinado de Titus Tazio
 
Para algunos, además, Veiove era una divinidad de carácter infernal, similar a Plutón. Otros, por el nombre, lo conectaban con Júpiter, donde el prefijo "ve" indicaba a Ovidio un Júpiter "niño"; para Aulus Gellius un Júpiter "negativo", un dios peligroso, perteneciente al mundo subterráneo.

El aspecto tectónico e infernal de Veiove fue confirmado por Macrobio, confirmando la presencia de su nombre en los antiguos ritos romanos de maldición del ejército enemigo, que tenían el poder de entregarlo a los poderes del inframundo. A esta oscura divinidad se le sacrificaban los culpables de traición a las leyes del Estado, como testificó Dionisio de Halicarnaso.
Tradicionalmente, sin embargo, Veiove también era el dios patrón del Asylum , el bosque sagrado en las laderas del Capitolio, donde cualquiera podía refugiarse sin correr el riesgo de ser capturado.



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