"Su inteligencia visual es genio… Escuchar como describe Beaton, en términos estrictamente visuales, a una persona, un lugar, o un paisaje, es asistir a una representación divertida, brutal o bellísima, pero siempre y sin ningún género de dudas, brillante. Es justamente ésto, la extraordinaria inteligencia y comprensión visual de sus fotografías, lo que hace que la obra de Beaton sea única".
Truman Capote
Sir Cecil Walter Hardy Beaton, fotógrafo célebre por los retratos de múltiples personajes que son íconos culturales, nació en Hampstead, Londres, el 14 de enero de 1904, hijo mayor de un próspero comerciante de madera. Fue educado en Harrow y Cambridge, donde destacó en arte y comenzó a tomar contacto a modo de hobby con la fotografía.
William Walton, Cecil Beaton, Hon Stephen Tennant, Rex Whistler, Georgia Sitwell, Zita Jungman and Teresa Jungman (1927)
Beaton abandona Cambridge, donde sus intereses han sido más social que académico, sin conseguir un título en 1921, y se propone hacer carrera en el mundo de la fotografía mientras trabajaba como oficinista en Londres.
Edith Sitwell (1928)
Sus trabajos fotográficos llamarán la atención de la poetisa y crítica Edith Sitwell, y a través de su apoyo y el de sus hermanos Sacheverell y Osbert, logra introducirse en el mas selecto grupo social de la capital británica, frecuentando al grupo de Dandis del mundo de la escena, donde conocerá a Noël Coward, aunque su relación con el dramaturgo será más bien fría.
Beaton ganará la admiración popular con sus glamurosos e innovadores retratos, en lo que utilizaba inusuales poses, accesorios teatrales, vestuario, así como por su uso de las dobles o triples exposiciones consiguiendo efectos únicos.
Algunos críticos encontraron su trabajo frágil, preciosista, y al mismo tiempo, provocador e ingenioso. En retrospectiva, sus retratos a menudo superficiales podría considerarse manifestaciones de cierta afectación camp.
En 1928, con la esperanza de hacer una fortuna rápida, viajó a Nueva York, donde hizo amistad con Elsie de Wolfe quien le abrirá las puertas del cine en Estados Unidos y muchas estrellas pasarán a ser clientes suyos.
Beaton ganará la admiración popular con sus glamurosos e innovadores retratos, en lo que utilizaba inusuales poses, accesorios teatrales, vestuario, así como por su uso de las dobles o triples exposiciones consiguiendo efectos únicos.
Algunos críticos encontraron su trabajo frágil, preciosista, y al mismo tiempo, provocador e ingenioso. En retrospectiva, sus retratos a menudo superficiales podría considerarse manifestaciones de cierta afectación camp.
En 1928, con la esperanza de hacer una fortuna rápida, viajó a Nueva York, donde hizo amistad con Elsie de Wolfe quien le abrirá las puertas del cine en Estados Unidos y muchas estrellas pasarán a ser clientes suyos.
Durante este período, gran parte de su tiempo y su energía los dedicó a viajar y a llevar una vida social mas bien extravagante, sin embargo, encontró tiempo para realizar los dibujos, fotografías y artículos para publicaciones como Vanity Fair, Vogue, Life y Harper's Bazaar.
Además, comenzó una carrera simultánea como escenógrafo de teatro, desde hacía bastante tiempo sentía fascinación por el ballet y realizó encargos para la Revue Cochran, una compañía Inglesa, y para los Ballets Rusos de Monte Carlo.
Colecciones enormes de fotografías de Beaton, que finalmente comenzaron a aparecer en la década de 1930, El libro de belleza (1930), Cecil Beaton's Scrapbook (1937), y Cecil Beaton Nueva York (1938).
La década de 1930 culminó para Beaton con el encargo de una serie de fotografías de la reina Isabel (la difunta Reina Madre). Posteriormente se convertiría en retratista oficial de la Familia Real Británica.
A través de los años de la Segunda Guerra Mundial el trabajo de Beaton dio un giro más serio. Se convirtió en el fotógrafo oficial del gobierno británico y de diversas agencias militares, y su obra creándose un registro histórico de la devastación infligida a Londres por los bombardeos alemanes.
A través de los años de la Segunda Guerra Mundial el trabajo de Beaton dio un giro más serio. Se convirtió en el fotógrafo oficial del gobierno británico y de diversas agencias militares, y su obra creándose un registro histórico de la devastación infligida a Londres por los bombardeos alemanes.
Tras la guerra, Beaton regresó al diseño de exuberante y extravagante escenografía , y de vestuario para los teatros de Broadway y Londres, así como para la ópera y el cine. Ganó un premio Tony (1957) por su vestuario para la producción de Broadway de My Fair Lady, en 1964 sería el director artístico de la versión cinematográfica dirigida por George Cukor y consiguiendo el Oscar al mejor vestuario. En 1958 había ganado un premio de la Academia por los decorados y el vestuario de la película Gigi de Vincente Minnelli.
Estos honores, junto con sus retratos de la Familia Real Británica le trajeron la seguridad financiera y la posición social que anhelaba desde hacía mucho tiempo, y en 1972 el título de Sir.
Beaton fue conocido por su comportamiento digamos que un pelo llamativo para su época, utilizaba lápiz de labios y se pintaba las uñas, lo cual le llevó a darse cuenta, bastante temprano, que él era, como escribió en su diario , "un terrible, terrible homosexualist". Sus relaciones con los hombres eran, generalmente, emocionalmente dolorosas, y generalmente no fue correspondido, aunque su gran amor fue el rico coleccionista de arte Peter Watson y la lista de amantes y amigos íntimos es un tanto reveladora si tomamos como ejemplo el affair que mantuvo con Gary Cooper.
Aunque lo más interesante son, según su biografo Hugo Vickers, sus "excursiones a la heterosexualidad," posiblemente por temor a la persecución y una sensación de interiorizada homofobia.
La más notable de estas "excursiones" era su relación con la bisexual Greta Garbo. Beaton se obsesionó con la Garbo en 1932, durante una visita a Hollywood, y persistió durante décadas. Según las cuentas de Beaton, la relación se consumó en la década de 1940, y los rumores de su inminente matrimonio eran públicos.
Aunque lo más interesante son, según su biografo Hugo Vickers, sus "excursiones a la heterosexualidad," posiblemente por temor a la persecución y una sensación de interiorizada homofobia.
La más notable de estas "excursiones" era su relación con la bisexual Greta Garbo. Beaton se obsesionó con la Garbo en 1932, durante una visita a Hollywood, y persistió durante décadas. Según las cuentas de Beaton, la relación se consumó en la década de 1940, y los rumores de su inminente matrimonio eran públicos.
Garbo, sin embargo, se mantenía distante e indiferente, y al final lo rechazó, irónicamente, de una manera siguiendo el patrón de la mayoría de sus relaciones homosexuales. Además la Garbo se sintió tremendamente ofendida por las revelaciones acerca de su relación en "The Happy Years: Diarios 1944-48" (1972), el tercer volumen de los diarios de Beaton. Si bien estas revelaciones eran un inconscientemente deseo de venganza. Beaton mantuvo su fijación por la Garbo hasta su muerte.
En 1974, Beaton sufrió una hemorragia cerebral severa que lo dejó parcialmente paralizado, aunque se las arregló para aprender a dibujar, escribir y tomar fotografías con su mano izquierda. Su estado de salud siguió siendo frágil, muriendo en Reddish House su casa en Broadchalke, Salisbury, el 18 de enero de 1980.
En 1974, Beaton sufrió una hemorragia cerebral severa que lo dejó parcialmente paralizado, aunque se las arregló para aprender a dibujar, escribir y tomar fotografías con su mano izquierda. Su estado de salud siguió siendo frágil, muriendo en Reddish House su casa en Broadchalke, Salisbury, el 18 de enero de 1980.
14 comentarios:
Muchisimas gracias .. este fotografo, un Maestro del retrato. Lo sencillo es lo mejor
Otra vida de novela, otro gran artista y otra vez aprende uno cosas nuevas en tus entradas, tan completas, tan detalladas.
Siempre me fascinó este artísta polifacético que consiguió mantenerse en la cima durante tantísimo tiempo.Pero esta fascinación se me queda cortísima al descubrir que, además, se tiro a Gary Cooper.
Por dios, sir no es nada, ¡que le hagan santo o algo!
Me quedo con el trabajador bengalí, con esa mirada y esos pezones no puedo decir que no...
Besotes
Xim
Adorei as fotos LINDAS
Me quedo de piedra, algunas las había visto pero nunca me dio por averiguar quien las hizo
Besos
Sólo he podido echar un ojo por encima a la entrada pero es suficiente para ver la magnífica selección de imágenes que has puesto de uno de los maestros indiscutibles.
Un abrazo.
Uno no se puede perder tus entradas p-jota.
Brillantes fotografías. Una delicia.
Como siempre, sólo puedo decirte gracias.
No sé si es uno de los grandes maestros, o "el Maestro". Algunas las había visto, pero otras no...Cualquiera es sencillamente perfecta. Me gustan todas, pero la de Greta Garbo con ese perfil y la cabeza ladeada...es que aparte son fotos tan innovadoras...con una mirada perfecta.
Tener a Gary Cooper y a Greta Garbo, encima...buuf. Me ha encantado lo de "terrible homosexualist", pues no tan terrible, menuda suerte:-)
Petons.
Cuánta foto para la inmortalidad :O
..hola
a veces tanta perfección, tanto esmero en la puesta en escena, de sus fotos, me distancian...
en cambio algunas otras, en su sobriedad, como en la de Brando, en su parquedad, es donde me identifico
un saludo.
Maravillosass. Antes de que la fotografía llegara al gran público como un consumo, las posibilidades de la fotografía se desplegaron de una forma esplédida. Y la verdad, y a pesar de todo, hoy sigue su camino como arte. Alucinantes fotografías, de entre ellas, me quedo como Marlon, uauu, te la he robado, amigo, con la venia, y me ha dado una idea, creo que la imprimiré en condiciones. Muchos besos, siempre buenas cosas las que me traes. Muasc (más contenta me voy...!)
Cada vez admiro mas el arte de la fotografía bien interpretada. Me ha gustado mucho el uso de la luz en estos ejemplos que nos has dejado.
Un beso
Imposible kedarse con una sola! Ni con cinco! Lo ke tengo claro es ke si el cine se convirtió en una fabrica de sueños fue porke gente como Beaton supieron poner la makinaria necesaria.
Cecil Beaton vivió largas temporadas en Tánger, donde llegó con David Herbert - otro gran personaje, segundo hijo de los Condes de Pembroke y que vivió hasta su muerte en Tánger. En Tánger, Beaton retrató a Barbara Hutton en su casa de Sidi Hosni, entre otros muchos personajes.
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