Carl van Vechten
1934, Autorretrato
Carl van Vechten, nacido en 1880 en Cedar Rapids, Iowa, tras una breve temporada en Chicago donde se había enamorado de la cultura afroamericana, especialmente del ragtimese, se trasladó en 1906 a Nueva York. En 1909 se convirtió en el primer crítico de danza moderna estadounidense para el New York Times. Durante la década de 1920 pasará a ser uno de los principales impulsores de raza blanca del denominado "Renacimiento de Harlem". Cultivaría la amistad de muchos de los artistas de más talento de la época, como Langston Hughes y Cullen Countee, así como también mantendrá una larga amistad con Gertrude Stein, quien lo nombró albacea de su herencia literaria. Mientras tanto, Van Vechten, se convirtió en la estrella gay de la ciudad de Nueva York, ya que aún estando casado con la actriz rusa Fania Marinoff, nunca ocultó sus auténticas inclinaciones sexuales. Su casa en el 150 West 55th Street fue el escenario de importantes veladas a lo largo de los años 20 y 30, a las que asistieron personajes de la talla de George Gershwin, Bessie Smith, y Paul Robeson.
Carl van Vechten
1932, Diego Rivera y Frida Khalo
Carl van Vechten
1933, Henri Matisse
Sus retratos son un quién es quién de aquellos años, ya que se dedicó a retratar a bailarines, actores, escritores, artistas, activistas, cantantes, modistos, fotógrafos, críticos sociales, educadores, periodistas, y estetas, muchos de los cuales eran amigos suyos, creando una auténtica galería de personajes claves de la cultura del s. XX. Van Vechten murió en Nueva York el 21 de diciembre de 1964.
Carl van Vechten
1936, John Gielgud
El negro habla de ríos
He conocido ríos...
He conocido ríos antiguos como el mundo y más antiguos que la
fluencia de sangre humana por las venas humanas.
Mi espíritu se ha ahondado como los ríos.
Me he bañado en el Eufrates cuando las albas eran jóvenes,
He armado mi cabaña cerca del Congo y me ha arrullado el sueño,
He tendido la vista sobre el Nilo y he levantado pirámides en lo alto.
He escuchado el cantar del Mississippi cuando Lincoln bajó a New Orleans,
Y he visto su barroso pecho dorarse todo con la puesta del sol.
He conocido ríos:
Ríos envejecidos, morenos.
Mi espíritu se ha ahondado como los ríos.
He conocido ríos...
He conocido ríos antiguos como el mundo y más antiguos que la
fluencia de sangre humana por las venas humanas.
Mi espíritu se ha ahondado como los ríos.
Me he bañado en el Eufrates cuando las albas eran jóvenes,
He armado mi cabaña cerca del Congo y me ha arrullado el sueño,
He tendido la vista sobre el Nilo y he levantado pirámides en lo alto.
He escuchado el cantar del Mississippi cuando Lincoln bajó a New Orleans,
Y he visto su barroso pecho dorarse todo con la puesta del sol.
He conocido ríos:
Ríos envejecidos, morenos.
Mi espíritu se ha ahondado como los ríos.
Langston Hughes (Joplin, 1902-Nueva York, 1967)
Carl van Vechten
1937, Thomas Mann
1940, Retrato del coreógrafo Anthony Tudor (izquierda) y su amante el bailarín Hugh Laing.
+ Información:
http://beinecke.library.yale.edu/digitalguides/vanvechten.html
http://homodesiribus.blogspot.com/carl-van-vechten
No cabe duda que tuvo que ser una persona muy interesante. Qué gozada verlos a todos tan jóvenes. Yo creí por ejemplo que John Gielgud nunca lo había sido.
ResponderEliminarComparto la opinión de Uno sobre Gielgud y la verdad es que imaginar tratar a todos estos personajes que conforman una época brillante no deja de estremecer un poco.
ResponderEliminarMagnifica selección como siempre.
Un abrazo
Carrie Bradsaw se volvería loca con un personaje así, arrastraría a Samantha y a las demás chicas a todas y cada una de sus fiestas. La verdad es que poder hacer fotos a esos personajes tan interesantes tiene que ser la pera marinera. Gente tan mítica retratada en su vida cotidiana es un testimonio maravilloso.
ResponderEliminarLa gracia es el paso del tiempo quien nos torna interesantes porque cuando está ocurriendo todo nos parece tan normal y no nos damos cuenta de los tesoros que tenemos entre las manos. Yo no tengo ninguno, pero nunca se sabe.
ResponderEliminarPor la blogosfera pasa gente muy buena.
He aquí la muestra.
Le amo sr Arnot.
Qué apellido tan interesante lleva usted.
Es como para sentirse orgulloso.
¿Pero quedó algún gay o icono gay de mediados del siglo XX que NO fuera fotografiado por este hombre? Menudo catálogo...Brando está pa mojar pan. Y cada vez que veo una foto de Rivera y Khalo juntos, da la impresión de que el pintor se la va a comer.
ResponderEliminarMe encanta el nombre de su mujer, Fania Marinoff:-).
ResponderEliminarNo es que sea bueno, es que es un fotógrafo de cabecera, un genio completo. Las fotos de Capote y de Isherwood, son de cabecera también y de portadas de varias ediciones de libros. La de sir John Gielgud es alucinante por el toque misterioso, y la de Gertrude Stein es total, con ese pelo corto. Algunas más conocidas, otras menos, son retratos históricos, maestros.
Petonets!
aunque conocía muchos de los retratos, no le conocía. desde luego conoció a todos, y debió tener una vida fascinante. vaya galería de personajes.
ResponderEliminara mí tb me ha impresionado John Gielgud, no le hubiera reconocido tan joven.
un abrazo.