Una de las presencias de más larga duración en el imaginario erótico gay, marineros y soldados, desde las abstractas visiones de Marden Hartley y sus pinturas sobre su amor hacia los soldados alemanes, el exageradísimo fetichismo de Tom of Finland, los Village People, los cuadros de Charles Demuth o Paul Cadmus y con la aparición de la fotografía su inclusión ya dentro de las fotografías de culturismo o los históricos Beefcake.
Soberbia selección como siempre. El marino siempre ha sido elemento de polarización erótica, no sólo en el mundo gay. Lo del amor en cada puerto y demás. Se me ocurre un interesante ejercicio de comparación entre estos gloriosos y musculosos marineros, con un puntito sordido, y los de Pierre y Gilles, que vienen a ser contrapunto absoluto.
Jesús qué tíos tan cachas, p-jota.
ResponderEliminarUn lujo para la vista y para la imaginación.
Pena penica pena que tan solo sean fotografías.
Eso es lo bueno que tiene el mar, sus marineros, je, je, je, si es que un hombre de blanco o a rayas azules y blancas, tira mucho...
ResponderEliminarbss
adorei
ResponderEliminarSoberbia selección como siempre. El marino siempre ha sido elemento de polarización erótica, no sólo en el mundo gay. Lo del amor en cada puerto y demás.
ResponderEliminarSe me ocurre un interesante ejercicio de comparación entre estos gloriosos y musculosos marineros, con un puntito sordido, y los de Pierre y Gilles, que vienen a ser contrapunto absoluto.
Me quedo con Querelle.
ResponderEliminarUn abrazo
L’únic uniforme “militar” que en fa pujar la temperatura ¿ per que ?
ResponderEliminaruno acaba harto de tanta perfección.
ResponderEliminarmucho photoshop ...y mucha envidia.
no tienen el morbo de Brad Davis y Franco Nero, ainss
Ta jodido UNO!!!!
ResponderEliminarQuerelle es mio!!!
Vamonos respetando!
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