Una auténtica y bella rareza fotográfica debido a la pose del modelo, más escultural que fotográfica, algo que era bastante inusual para este tipo de tomas.
Desde luego una imagen deliciosa de la juventud. Ese muchacho siempre sería bello aunque estuviera ahora trotando con los Kalvin klein por encima de los pantalones. Pero Hay algo más. No quiere estar ahí medio desnudo. Hay rabia, tristeza, humillación en esa mirada. Rechaza su propio cuerpo, rechaza ser visto. En esta imagen se resume mucho lo que es la relación del hombre con su parte física hasta hace poco. Magnífica elección.
Espléndida visión para un lunes. Hasta el taparabos me gusta :-)
ResponderEliminarBon dia
Sí, muy buena manera de empezar la semana, posa tan naturalmente que casi se convierte en estatua...
ResponderEliminaruna estatua... muy bella.
ResponderEliminarno muy lejos de los canónes actuales. quizá ahora se lleve más el tipo musculoso.
...yo es que prefiero los huesos, las venas y tal, que el músculo.
un abrazo.
Oye...
ResponderEliminarno se... de entrada me tiene trabajando....creo que es ganancia no?
Yo los prefiero por humanos y nada mas....la carne y el color y... no son requisito.
2046
¡Un tanga del pleistoceno! Si ya está todo inventado.
ResponderEliminarel tanga es tremendo
ResponderEliminarhummmm, coincido con los tertulianos, ¡cómo me gusta el tanga!
ResponderEliminary tú
beso
P.Jota, a golpe, me ha dado la impresión de que se había guardado sus funciones en una bolsa en forma de talega.
ResponderEliminarTe beso.
Buena foto.
Da gloria pasarse por tu blog.
Trista funció la del drap que ha de tapar l’esplendor bella d’un sexe.
ResponderEliminar¿ Que hi ha mes bonic que un cos nu ?
Me alegra vivir en este tiempo...Los de antes no me gustaban...
ResponderEliminarqué pinta tan antigua
ResponderEliminarPues si, es pura escultura. Y bella.
ResponderEliminarMuy bello. Pero se puede ver que es una belleza del pasado.
ResponderEliminarDesde luego una imagen deliciosa de la juventud. Ese muchacho siempre sería bello aunque estuviera ahora trotando con los Kalvin klein por encima de los pantalones. Pero Hay algo más. No quiere estar ahí medio desnudo. Hay rabia, tristeza, humillación en esa mirada. Rechaza su propio cuerpo, rechaza ser visto. En esta imagen se resume mucho lo que es la relación del hombre con su parte física hasta hace poco. Magnífica elección.
ResponderEliminarA eso se le llama garbo...
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