jueves, mayo 18, 2023

Juan de Pareja (1610 - 1670) en Retrospectiva

 
Diego Rodríguez de Silva y Velázquez
Retrato de Juan de Pareja (1650)
The Metropolitan Museum, Nueva York
 
A veces son los foráneos los que nos han de recordar las joyas pertecientes a nuestra historia y cultura, siendo este uno de esos casos. La figura de Juan de Pareja emerge gracias a la primera exposición monográfica que le dedica el Metropolitan Museum de Nueva York.
 
A parte del famoso retrato que de él realizó Velázquez, la cuestión es quién fue Juan de Pareja. Realmente no hay demasiados datos, pero lo que tenemos seguro es que era hijo de una esclava de ascendencia africana, así como que Juan de Pareja pasaría a ser posesión legal de Velázquez por compra, herencia o donación.Durante los años que pasó al servicio de Velázquez, antes de ser manumitido, se dedicó a moler pigmentos, estirar e imprimar lienzos, preparar barnices y limpiar pinceles. 
 
"Donatio Libertatis 
Illm.us D. Didacus Silva Velasco Hispaliensis Filius quondam Joi Rodiches in Alma Urbe ad presentam rediens… asserens à multis anni retimisse penes se uti captivum vulgo dicto per schiavo Joannes de Parecha filium quondam altris Joannis de Parecha de Antechera Malagnes diocesis.."
 
En el documento de manumisión se estipulaban cuatro años más al servicio de Velázquez, años en los que se supone que Juan de Pareja pasaría a convertirse en aprendiz. Tras obtener la plena libertad en 1654, Pareja creó un estilo distinto a Velázquez y más cercano a los pintores de la Escuela Madrileña, que utilizaban composiciones densas y paletas cromáticas de inspiración veneciana. Luego trabajó como pintor hasta su muerte en Madrid en 1670.

Atribuido a Juan de Pareja
Retrato de un Caballero de la Orden de Santiago (c. 1630)
Museo del Hermitage, San Petersburgo
 
La documentación que tradicionalmente se ha utilizado para acercarnos a la vida de Juan de Pareja ha sido "El Parnaso Español Pintoresco Laureado" (1715-24) de Antonio Ascisclo Palomino

"Juan de Pareja, natural de Sevilla, de generación mestizo, y de color extraño fue esclavo de don Diego Velázquez y aunque el amor (por el honor del arte) nunca le permitió, que se ocupase en cosa que fuese pintar, ni dibujar; sino sólo moler colores, y aparejar algún lienzo y otras cosas ministeriales del arte, y de la casa: él se dio tan buena maña, que a vueltas de su amo, y quitándoselo del sueño, llegó a hacer de la pintura cosas muy dignas de estimación. Y previniendo en esto el disgusto forzoso de su amo, se valió de una industria peregrina; había, pues, observado Pareja, que siempre, que el señor Felipe Cuarto bajaba a las bóvedas, a ver pintar a Velázquez, en viendo un cuadro arrimado y vuelto a la pared, llegaba Su Majestad a volverlo, o lo mandaba volver, para ver, qué cosa era. Con este motivo, puso Pareja un cuadrito de su mano, como al descuido vuelto a la pared: apenas vio el rey, cuando llegó a volverlo; y al mismo tiempo Pareja, que estaba esperando la ocasión, se puso a sus pies, y le suplicó rendidamente le amparase para con su amo, sin cuyo consentimiento había aprendido el arte, y hecho de su mano aquella pintura. No se contentó a que el magnánimo espíritu real con hacer lo que Pareja le suplicaba, sino que volviendo a Velázquez, le dijo: no solo no tenéis, que hablar más en esto; pero advertid, que quien tiene esta habilidad, no puede ser esclavo. Aludiendo a lo que dijimos en el Tomo 1, que esta arte fue prohibida a los esclavos en el griego, y romano imperio; y no en el sentido que en España entendemos la palabra esclavo: sino en el que aquellas repúblicas lo entendían, que eran los pecheros, los que llamaban siervos, a quienes sólo se concedían las artes mecánicas, llamadas por estos serviles, por ser dedicadas a los siervos o esclavos; a distinción de las liberales, quedan reservadas para los libres, ingenuos, o nobles (que todo era uno).

Velázquez, hallándose preocupada la libertad con precepto tan soberano, obedeció ciegamente a su majestad en todo; Dándole desde luego carta de libertad absoluta a Juan de Pareja, el cual procedió tan honradamente, que todo lo restante de su vida sirvió, y no solo a Velázquez lo que sobrevivió a este caso y, sino después a su hija que casó con don Juan Bautista del mazo.

Y así por esta noble acción, como por haber tenido tan honrados pensamientos, y llegado a ser eminente en la pintura (no obstante la desgracia de su naturaleza) ha parecido digno de este lugar; Pues el ingenio habilidad, y honrados pensamientos, son patrimonio del alma; Y las almas todas son de un color, y labradas en una misma oficina; Y más cuando le debemos considerar artífice de su fortuna; Y que él por sus honrados procederes y aplicación cómo se labró un nuevo ser, y otra segunda naturaleza.

Tuvo especialmente nuestro Pareja singularísima habilidad para retratos, de los cuales yo he visto algunos muy excelentes como el de José Ratés (arquitecto de esta corte) en que se conoce totalmente la manera de Velázquez, de suerte, que muchos lo juzgan suyo. Murió el dicho Pareja en esta Villa por el año de 1670, y a poco más de los 60 de su edad."
 
Antonio Ascisclo Palomino, 
"El Parnaso Español Pintoresco Laureado" 
Ed. Aguilar, 1947, pp. 960-1
 
Juan de Pareja
Retrato de Agustín de Moreto (1648-53)
Museo Lázaro Galdeano, Madrid
 
Atribuido a Juan de Pareja
Retrato de Felipe IV (1650)
Santa Maria Maggiore, Roma

Atribuido a Velázquez / Juan de Pareja
La Gallega (1650)
Col Privada
 
Atribuido a Velázquez / Juan de Pareja
Retrato de un hombre (c. 1650)
The Metropolitan, Nueva York

Juan de Pareja
Retrato de un moje (1651)
Museo del Hermitage, San Petersburgo

Juan de Pareja
La Huida a Egipto (1658)
The John and Mable Ringling Museum of Art, Sarasota, Florida
 
Juan de Pareja
Judith ( )
Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba
 
Juan de Pareja
Perro con candela y lirios (c.1660)
Indianapolis Museum of Arts
 
Juan de Pareja
Cristo atendido por los ángeles (c. 1660)
San Diego Museum of Arts

Juan de Pareja
José Ratés Dalmau (1660-70)
Museo de Bellas Artes de Valencia
 
Juan de Pareja
La vocación de San Mateo (1661)
Museo Nacional del Prado, Madrid
 
Juan de Pareja
El Bautismo de Cristo (1667)
Museo Nacional del Prado, Madrid
 
 
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1 comentario:

El Deme dijo...

Interesante historia, el aprendiz pudo encontrar un camino propio de creación, tuvo buen maestro.