jueves, mayo 12, 2022

Brassaï: El Ojo de París

 
Brassaï
Fuente en los Jardines de Luxemburgo, Paris (1930)

En la década de 1930, París no era de ninguna manera una fiesta. Diversos acontecimientos estaban dejando su huella en una nueva era, con importantes repercusiones económicas y políticas. La década comenzó con una de las mayores crisis financieras que el mundo haya experimentado jamás: la Gran Depresión. Esto llevaría al colapso del sistema financiero y a la pobreza de miles de familias. Europa se enfrentaba a la posibilidad de nuevas guerras y levantamientos que conducirían al surgimiento del totalitarismo. La cultura y el arte no estaban ciegos ante estos acontecimientos, pero marchantes y artistas se sintieron irresistiblemente atraídos por París, buscando en la Ciudad de la Luz una nueva vida artística y personal acorde con sus ideales, junto con la libertad necesaria para hacerlos realidad. 

Brassaï.
Montmartre (1930-31)

Brassaï
Autorretrato, Boulevard Saint-Jacques, Paris (1930-32)

Brassaï
La Opiómana, (c. 1931)

Brassaï
Bal des Quatre Saisons, rue de Lappe. (c. 1932)

Brassaï
Pareja, Bal de la Montagne Sainte-Genevieve, Paris (1932)

Brassaï
Gens du Milieu, (c. 1932)

Brassaï
Toilette, Chez Suzy (c. 1932)

Brassaï
At Magic City. (c. 1932)

Brassaï
Apagando la farola, rue Émile Richard. (c. 1932)

Brassaï
Callejeando, cerca de la place d’Italie. 1932

El trabajo fotográfico de Brassaï durante los años treinta ayudó a construir la imagen que hoy tenemos de París, con sus representaciones de la vida artística, social e intelectual. Sus fotografías son como rayos X de la gran ciudad, tanto durante el día como por la noche, desde sus callejones oscuros hasta su deslumbrante escena social y artística. Por este motivo ,Gyula Halász (1899-1984), el escritor Henry Miller acabaría apodándole "El ojo de París" 
 
Brassaï tiene ese extraño don que muchos artistas desprecian —una vista normal—. No tiene necesidad de distorsionar o deformar, de mentir o de predicar. No cambiaría un ápice del orden viviente del mundo; ve el mundo exactamente como es y como pocos hombres lo ven porque rara vez nos encontramos con un ser humano dotado de vista normal. Todo aquello que toca su ojo adquiere valor y significado, un valor y un significado, podría decir, que ha sido rehuido o ignorado hasta el momento. El fragmento, el defecto, el lugar común —él ve en ellos aquello que hay de nuevo o de perfección—. Explora con la misma paciencia, el mismo interés, una grieta en un muro y el panorama de una ciudad. Ver se vuelve un fin en sí mismo. Puesto que Brassaï es un ojo, un ojo viviente.
[...]
"El ojo de París" (1937)
Henry Miller

Brassaï
Fat Claude y su novia en Le Monocle, París (1932)

Brassaï
Kiki con su acordionista en el Cabaret des Fleurs, Rue de Montparnasse (1932)

Brassaï
Un traje para dos, en Magic City (1932)

Brassaï
Pablo Picasso en su estudio de la Rue la Boétie, París (1932)
Detrás se observa el retrato de Yadwigha obra de Henri Rousseau

Brassaï
Escaleras en Montmartre con un perro blanco, Paris (1932)

Brassaï
Trapecistas, Medano Circus (1932)

Brassaï. 
Chez Suzy. (1931-32)

Brassaï
Colonne Morris dans le Brouillard (1933)

Brassaï
Paris de noche, visto desde Notre Dame, (c. 1933)

Brassaï
Conserjería, París. (1933)

Brassaï. 
Vista bajo el pont Royal hacia el pont Solférino. c. 1933

Brassaï
'Au cochon limousin', rue Lecourbe, Paris (1935)

Brassaï
Haute Couture Soirée. (1935)

Brassaï
Weekend, Paris (1936)

Brassaï
Amantes en la Gare Saint-Lazare (c. 1937)




1 comentario:

El Deme dijo...

¿Quién no ha soñado alguna vez con este París de la bohemía, de la belle époque, del surrealismo y del art noveau?