viernes, junio 22, 2018

Dinastía Qajars: El Imperio de la rosa

 
 Acróbata (c. 1820–1820), Irán. 
Archivio di Stato del Cantone Ticino, Bellinzona

En 1786, Agha Muhammad, general del ejército, eunuco y jefe tribal, consigue apoderarse del poder y se establece en la que entonces era una pequeña ciudad y de la que hizo su capital: Teherán. Tras su asesinato, en 1797, ascenderá al trono su sobrino Fath Ali Shah. La dinastía de los Qajars se pone en marcha y con ella se abre el siglo XIX, tanto políticamente como artísticamente. Se sucederán seis gobernantes hasta que, en 1925, Ahmad Shah fue depuesto por Reza Kan, fundador de la dinastía Pahlavi.

Acróbata (c. 1800–30)
Artista desconocido. 
Victoria and Albert Museum, Londres

De 1786 a 1925, los brillantes gobernantes de la dinastía Qajar gobernaron Irán. Originaria y sorprendente, la creación artística de este periodo es particularmente rica y abundante, estimulada por una producción extremadamente virtuosa.

El estudio de este periodo de la historia iraní por especialistas en el arte islámico es bastante reciente. Aun así, es un periodo fundamental, que actualmente es considerado como una referencia de gran importancia por los artistas iraníes contemporáneos.

Fath ‘Ali Shah sentado en el trono de Shahanshahnama of Fath ‘Ali Khan Saba (c. 1810-40)
Artista desconocido. 
Musée du Louvre, Paris

Durante este periodo, el desarrollo artístico de la producción destinada a la corte conllevará una gran evolución de las técnicas tradicionales del arte iraní. La pintura, el vidrio, la metalurgia o la caligrafía se encuentran en un alto grado de excelencia. 
 
Al mismo tiempo, surgen nuevas técnicas, incluida la fotografía, que tendrán un papel fundamental desde su introducción en la década de 1840. Mientras mantienen los temas iconográficos principales, los estilos cambian considerablemente y profundamente el arte iraní.
 

Bailarina con tambor, Irán, c. 1820-1830

 
Orden del León y el sol, Irán, c. 1840
Oro y piedras preciosas, decoración pintada de esmalte y champlevé

Bahram Kirmanshashi
Retrato de Nasir al-Din Shah (1857-58) 
Louvre-Lens

Isma‘il Jalayir. 
Damas alrededor del Samovar (c. 1860–75)
Victoria and Albert Museum, Londres

Estuche de espejo con el retrato de ‘Ali, Hasan and Husayn (1871), Irán. 
Bernisches Historisches Museum

Abu’l Hasan Ghaffari Sani al-Mulk. 
Retrat de Nasir al-Din Shah en apoteosis, Iran, Téhéran, 1858-1859

Atribuido a Mihr ALI, activo en Irán entre 1795 -1830. 
Retrato de Fa’th Ali Shah (1797 - 1834) c. 1805 
Louvre-Lens

Bol con tapa, plato y cuchara de un conjunto firmado y dedicado a Fath Ali Shahl (principios s. XIX)
Firmado por Bagir. 
Ashmolean Museum, University of Oxford

Gato (finales s. XIX)
Acero adamascado, decoración damasco 
Musée du Louvre, Paris

Compendio astronómico, s. XIX 
Oro, esmaltado, pintado y decoración de champlevé

Jules Laurens
Las ruinas del Palacio de Aschroff c. 1894
Musée Comtadin-Duplessis, Carpentras

Hebilla adornada
Museum of Islamic Art, Doha Samar Kassab

Césarine Davin
1808, El Ambajador Persa Askar Khan Afshar, en Paris de Julio del 1808 a Abril del 1810 
Palais de Versailles

Abu Turab Ghaffari
Retrato de un hombre religioso (finales del s.XIX)
Musée du Louvre

Retrato de Fath Ali Shah. 
Bernisches Historisches Museum

Encuadernación con decoración de roses y ruiseñores, finales del s.XVIII o principios del s.XIX
Papel maché pintado y Barnizado 
Musée du Louvre
 
 


+Información: https://www.louvrelens.fr/exhibition/lempire-des-roses/

 

 

2 comentarios:

Galderich dijo...

Iran és un país fantàstic malgrat el règim dels aiatol·làs. El seu art és magnífic i d'aquest període trobo sensacional aquest aiguabarreig entre l'art persa tradicional i l'occidental.

El Deme dijo...

Siempre fascinante Irán, país desconocido, país por descubrir.