lunes, diciembre 29, 2014

La Pasión de Carol Rama en el MACBA



"Las ventajas de ser una mujer artista son saber que tu carrera podría despuntar cuando tengas ochenta años. Estar segura de que cualquier tipo de arte que hagas será etiquetado de "femenino". Ser incluida en las ediciones revisadas de las historias del arte."
Guerrilla Girls

"La pasión según Carol Rama" reúne 200 trabajos hechos a lo largo de ocho décadas (1936-2006) es la muestra más amplia hasta hoy dedicada a esta artista. Una artista, que hasta hace muy poco, ha estado no solo censurada sino que nos es devuelta del olvido. Nuevamente nos enfrentamos a la relectura de la historia del arte, en el presente caso de las Vanguardias, porque a pesar de los múltiples textos que hablan del la liberación que supuso, para el arte, el movimiento romántico, la verdad es bien diferente.

El romanticismo libera al creador de cierto tipo de vínculos, pero mantendrá muy firmes otros. Porque  el hecho de ser mujer y desafiar las corrientes dominantes y ser una disidente de la sexualidad femenina no es que ayude demasiado, pero sí que nos ayuda a entender la obra de artistas contemporáneas como Cindy Sherman, Kara Walker, Sudo Williams, Kiki Smith o Elly *Strik.

"Il lavoro, la pittura, per me, è sempre stata una cosa che mi permetteva poi di sentirmi meno infelice, meno povera, meno bruttina, e anche meno ignorante… Dipingo per guarirmi"
Carol Rama


Dossier de Premsa: "La Passió segons Carol Rama"

Nacida en 1918 en el seno de una familia de industriales de Turín, sin formación artística académica, Carol Rama imprime en su obra temprana la impronta de la experiencia del cierre institucional (parece que su madre estuvo internada en un psiquiátrico) y de la muerte (el suicidio del padre). En los años treinta y cuarenta, Carol Rama empieza a inventar una gramática visual propia a través de acuarelas figurativas firmadas como Olga Carolina Rama. 
 
Appassionates y Dorines con miembros amputados y lenguas erectas son los cuerpos enfermos e institucionalizados a los cuales la obra del artista dará visibilidad, exaltándolos a través de una representación vitalista y sexualizada, y reclamándolos como sujetos políticos y de placer. Estos trabajos de la primera época se rebelan contra los ideales normativos de género, sexuales y de normalidad cognitiva y física impuestos por la Italia de Mussolini, y por esta razón, cuando se expusieron por primera vez en 1945, el gobierno italiano los censuró por «obscenidad»

Carol Rama 
1936, Nonna Carolina

Carol Rama
1939, Appassionata

Carol Rama
1939, Appassionata

Carol Rama
1940, Appassionata

Esta censura será entendimiento por Rama como una «invitación» a abandonar el conflicto de los motivos figurativos y pasar a aquello que podríamos denominar, con palabras suyas, la «guerra abstracta». En la década de los cincuenta, se asocia al Movimiento de Arte Concreto (MAC) para «dar cierto orden» y «limitar el exceso de libertad», según su propia expresión. Su obra, a partir de entonces, la firmará como Carol Rama. El nombre de Olga, como la figuración que llevó a la censura, será eliminado.

Carol Rama
1940, Appassionata

Carol Rama
1940, Dorina

Carol Rama
1940, Dorina

Carol Rama
1944, Dorina

Progresivamente Rama se deshace de las convenciones geométricas del MAC y empieza a experimentar con nuevos materiales y nuevas técnicas. Este giro hacia la abstracción le abre la puerta a jugar con el informalismo y el espacialismo en los sesenta y a desarrollar sus «bricolajes»: mapas orgánicos hechos con uñas, cánulas, signos matemáticos, jeringuillas y componentes eléctricos.

Carol Rama
1952, Composizione
MACBA

Estas obras reorganizan de manera aleatoria materiales orgánicos e inorgánicos, ecuaciones que provienen de la bomba nuclear, nombres como Mao Tse-Tung o Martin Luther King, para integrar un artefacto a la vez vivo y desnaturalizado. Los Bricolajes de Rama ponen en cuestión la experiencia de lectura: estos textos y estas imágenes ya no están hechos para ser leídos o simplemente vistos, sino para ser «experimentados» con todos los sentidos.

A finales de los años sesenta, las figuras masculinas del Arte Povera (Alighiero Boetti, Giuseppe Penone, Giulio Paolini, Mario Merz, Pino Pascali, Michelangelo Pistoletto...) se acaparan la escena artística italiana, con la excepción de escasas mujeres como Marisa Merz. Rodeada mayoritariamente de amigos no vinculados al Povera y/u homosexuales, Carol Rama queda fuera de la escena artística italiana desde 1960-1970, aunque si miramos con detenimiento su obra de esta época, es imposible no ver paralelismos y recurrencias con la Arte Povera. Excluida de esta escena, la obra de Rama continúa siendo invisible.

En la intersección entre el Povera, el Junk Art y el Nouveau Réalisme, la obra de la artista italiana es más visceral y más sucia que pobre. El Povera de Rama es un Queer Povera. Carol Rama había entendido que no solo los objetos inorgánicos tenían que ser recuperados por el artista a través de un nuevo encuentro utópico con la materia, sino que el cuerpo mismo, sus órganos y fluidos, objetos de la gestión política y del control social, también tenían que ser sometidos a una recuperación plástica.

Carol Rama
1966, L’isola degli occhi
Col. Privada

Carol Rama
1967, Bricolage

Carol Rama
1967, L’isola degli occhi

En los años setenta, Carol Rama conecta de nuevo con su biografía a través de la intensidad de los materiales. En esta época utiliza casi exclusivamente el caucho proveniente de neumáticos de bicicleta, un material que conoce bien porque su padre tuvo una pequeña fábrica de bicicletas en Turín. Rama disecciona los neumáticos, los transforma en superficies bidimensionales, crea formas a través del ensamblaje de diferentes colores y texturas. Los neumáticos de Rama, envejecidos por la luz y el tiempo, deshinchados, flácidos y en descomposición, son, como nuestros cuerpos, «organismos todavía muy definidos y vulnerables».

Carol Rama
1970, Presagi di Birnam

Carol Rama
Venezie 1983 

Carol Rama
1984, Seduzioni

Carol Rama
1985, Seduzioni

El 1980, la historiadora y crítica del arte Lea Vergine «descubre» la obra de Carol Rama e incluye una selección de sus primeras acuarelas en la exposición colectiva "L'atra metà dell’avanguardia 1910-1940", donde reúne obras de más de un centenar de artistas femeninas. Este «descubrimiento» vuelve a invisibilizar la obra de Carol Rama de dos maneras: por un lado, la «reconoce» con la condición de presentarla como «mujer», y de la otra, fijándose exclusivamente en sus acuarelas del periodo 1930-1940, eclipsa la obra posterior de la artista. Curiosamente, la valoración retrospectiva de las acuarelas llevará a Rama a recuperar la figuración y a «reproducir» los motivos tempranos de las Dorines y las Appassionates , que fuera del contexto creativo que las hizo existir aparecen ahora como inscripciones fantasmagóricas del trauma de la desaparición  histórico.

Carol Rama
1997, La mucca pazza 

Durante los noventa, cuando Carol Rama busca un lugar de identificación, no recurre a figuras de la feminidad, sino a la figura del animal enfermo afectado por la encefalopatía espongiforme vacuna: la vaca loca (la mucca pazza). Los elementos y motivos característicamente (el caucho, las telas de saco de correos, los pechos, las lenguas, los penes, las dentaduras...) se reorganizan para formar una anatomía dislocada que ya no puede constituir un cuerpo. Aun así, Rama llegará a calificar estos trabajos no figurativos de autorretratos.

Uno de los reconocimientos más destacados de Rama como artista llegó en 2003, con la concesión del León de Oro de la Bienal de Venecia por su carrera.

+ Información:

http://www.macba.cat/
http://archiviocarolrama.org/
http://www.frieze.com/issue/review/carol_rama/



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Quina citació tan fantàstica la de Guerrilla Girls!

No sóc cap especialista, però això no és excusa per afirmar que no coneixia Carol Rama fins la presentació del teu apunt. Això explica suficientment l'estat de coses pel que fa a les dones artistes.

Només puc dir que trobo fascinants totes les etapes que ens mostres i fan venir ganes d'anar a veure l'exposició.

Leo Natura dijo...

¡Feliz 2015!