Un lienzo de Carlo Saraceni y un poema de Joseph Brodsky

Carlo Saraceni, Madonna con el Niño y Santa Ana (1610)

Este año no tenía ni idea de cómo felicitaros las fiestas y despedirme temporalmente hasta pasado Reyes, pero navegando por la red me encontré con esta reproducción del lienzo "Madonna con el Niño y Santa Ana" de Carlo Saraceni. Un lienzo que respira humildad y serenidad, podrías pasarte horas contemplando esta escena llena de cotidianidad, alejada de cualquier grandiosidad o pompa, sencillamente una madre que sostiene a un tierno bebé que parece protestar porque su tía le ha quitado su juguete, una paloma blanca, mientras la madre parece reprenderle por el enfado, una escena que bien podría pertenecer a cualquier familia, ahí es donde radica la enorme ternura y grandeza de este lienzo y a su vez lo que me hizo reparar en él, la humildad de aquellos que son grandes, ya que los personajes del lienzo no son cualquier persona. Creo que es una obra no sólo maravillosa sino que nos aporta un mensaje de amor inmenso.

Estrella de Navidad
Joseph Brodsky

En estación helada y en un lugar más hecho al calor
que al frío, más a la superficie llana que al alcor,
en una cueva ha nacido un niño para salvar el mundo;
nevaba como sólo hace en el desierto en invierno crudo.
Al niño todo se le antojaba enorme: el pecho de la madre, el vapor
de las narices de los bueyes, los reyes magos Melchor,
Gaspar y Baltasar, y los regalos acarreados a la cueva.
Él no era más que un punto. También lo era la estrella.
Atenta, sin parpadeo, por entre leves nubes, desde lejos,
de la profundidad del Universo, desde su extremo opuesto,
sobre el niño acostado en el pesebre, hacia la cueva miraba
aquella estrella. Y era del Padre, la mirada.

Joseph Brodsky 24 de diciembre de 1987