martes, junio 04, 2013

"Caín" Lord Byron


Gustav Doré, Ilustración del Paraíso Perdido de Milton (1866)

"Caín" de Lord Byron es la dramatización de la leyenda de Caín y Abel. Caín se niega a seguir las alabanzas de su familia a Dios. Éste le ha hecho mortal, cosa que le hace sentir mal  porque él no sabe lo que es la muerte, y por eso no tiene nada que agradecerle.

Su mentor a lo largo de la historia es Lucifer, quien aparece en la primera escena de la obra. Después de discutir sobre la muerte y la inmortalidad, Lucifer le explica cómo se convirtió en lo que es tras no poder llegar a ser un dios. Se lamenta de que Dios ganó y reina como un tirano ...

Fragmento: Acto I, Escena I

Lucifer
Dicen de hombres y espíritus... lo que deben decir
y cantar, bajo pena de ser lo que yo soy
y que tú eres.

Caín
¿Y qué es ello?

Lucifer
Almas
que se atreven a usar su inmortalidad, almas
que osan mirar el rostro sempiterno del déspota
Omnipotente y decirle que toda
esa maldad no puede ser el bien.
Si, como él dice –y yo no sé ni creo-, nos ha hecho, no puede
ya deshacernos: ¡somos inmortales!
Pero no, nos ha hecho para así torturarnos. ¡Que lo haga!
Es grande y, sin embargo, no es más feliz con toda su grandeza
que nosotros en nuestra disensión. La bondad nunca habría
creado el mal. ¿Y él qué otra cosa ha hecho?
¡Dejémosle sentado allá en su vasto y solitario trono,
creando mundos, intentando hacer
la eternidad algo menos gravosa a su inmensa existencia
y a su soledad siempre incompartible!
¡Dejemos que acumule orbe tras orbe,
a solas, el tirano insoluble e infinito!
Si fuera a destruirse a sí mismo sería
el regalo mejor que nos hicieran nunca.
Dejémosle reinar, multiplicarse
en la desdicha. Al menos, espíritus y hombres
nos comprendemos, y sufriendo juntos
nuestros padecimientos, que son innumerables,
se hacen más llevaderos, al mostrarnos
comprensivos sin límite con todos y con todo. ¡Pero él!,
desdichado en su altura, ha de seguir
creando y recreando...
Quizás algún día
se otorgue a sí mismo un Hijo, así como
te dio a ti un padre; y, si así lo hace,
quede dicho, su Hijo no será sino un Sacrificio.
.............


"Caín", Lord Byron
Traducción: José Luis Piquero

+ información:

http://www.siltola.es/

10 comentarios:

Leo Natura dijo...

Me recordó un imagen de la Divina Comedia, de Dante Alighieri.

Anónimo dijo...

No deja de ser curioso que, reinando Dios, seamos hijos del caos y de la ira. Es la excusa perfecta para el arte, que nos permitió ganar la inmortalidad tras perder el Paraíso. ¡Gracias, Eva!

senses and nonsenses dijo...

dios y lucifer deben estar a estas horas echando un pulso...
como siga esto a este ritmo nos veremos todos en el juicio final.

El Deme dijo...

El bien y el mal son primos que de pequeños jugaban juntos pero que ahora cada uno intenta putear al otro.

tecla dijo...

Son el yin y el yang y no pueden existir el uno sin el otro.
Pero la excelencia del texto creo que está más cerca de Dios que de Lucifer. ¿O será al contrario?
Solo sé que no se nada.

Joaquinitopez dijo...

Desconozco mi absoluta ignorancia de la obra de Byron, pero el texto es digno de largas reflexiones, y no sé si estaré diciendo una barbaridad, rabiosamente moderno.
Un abrazo

MM de planetamurciano dijo...

Nunca podría ser objetivo en estos temas; me cae infinitamente mejor Lucifer que Dios. Y entre Caín y Abel, lo tengo clarísimo que el que molaba era el primero. Sin duda alguna, vamos.

@ELBLOGDERIPLEY dijo...

Yo no sé si me cae mejor Caín, Abel ó Maribel :-) es por ponerle una nota de color. Es broma.
Traducir a Lord Byron debe ser complejo, así que felicidades también a José Luis Piquero.
Petons!

Uno dijo...

Cuántos clásicos me he dejado sin leer en el camino.

Carlos Be dijo...

Es en momentos como éste cuando echo en falta no tener una librería en español a menos de mil kilómetros a la redonda. De todas formas, espero que sí lleguen los abrazos, ¡y muchos!