martes, julio 31, 2012

Descubriendo a Vitín Cortezo


Foto © Museo Nacional del Teatro de Almagro

"Amigos: Víctor Cortezo" de Luis Cernuda

Lo bueno, si breve, bueno dos veces.
¿Es cierto? Tal vez. Pero no siempre.
Una vez en tu vida cierto fuera:
Una amistad breve y dichosa,
Tan breve y tan dichosa
Como, al lado del mar, trago de aire salado,
Como el blancor que brota la rama del peral en junio.

Bastante más de veinte años hace ahora.
Ocurrió en un solsticio de verano,
Cuando en su tierra y en la tuya
(V. C., tu amigo, es uno de esos españoles admirables
Compensando que tan poco admirables sean los otros)
Otra guerra civil os suicidaba.

Bien humorado, sólo su pronta risa
Y simpatía generosa,
Firmes, constantes siempre
(Espadas bien templadas
Que para el juego deportivo sirven
Igual que en la defensa),
Para ti transformaron e hicieron tolerables
Esos odiosos días.

A diario, en el hotelucho
En que ambos parabais,
Oías a medianoche
El ascensor, subiendo
Al piso donde algún sacripante del Partido
Subía a por nueva víctima.

Él mismo, una mañana
No se hallaba en su cuarto
De donde le llevaron cuando la madrugada
Peregrinaste en su busca
Delegaciones, oficinas innúmeras,
Desesperando por su vida,
Sujeta, como todas las vuestras,
A aquella muerte entonces
Más que ordinariamente perentoria.

Y lo encontraste luego vivo,
De regreso en su cuarto,
Saludándote con un dicho risueño,
Uno de aquellos que solía
Regalarte, precioso
Entre tanta desolación, temores tantos.
Un polizonte desde entonces,
A espera abajo, en el vestíbulo,
Seguir solía afuera vuestros pasos.

Cuán fácilmente tú aceptabas
El don de su amistad, su compañía,
Sin maravillarte ante ellas,
Como lo milagrosamente natural se acepta, sin asombro.
Hoy, cuando el tiempo ha pasado, lo recuerdas,
Percibiendo el asombro entonces no sentido.

Por eso le das gracias y disculpas.
Cómo el recuerdo afectuoso
Hacia el amigo ausente o ido
Bien raro es que tarde vaya
A lo pasado. Éste tuyo de ahora
Esperas que compense,
Para él, tu silencio de entonces.

«Gracias, amigo», dices. «Bien te vaya
Donde quiera que estés y te acompañe
Dios, si es que quiere».
Que tu recuerdo siempre le sonría,
Tan lejos tú, a este amigo que ahora
Escribe para ti, tardíamente, estas palabras.

Poema 31 de Desolación de la Quimera

De izquierda a derecha, Víctor María Cortezo, Blanca Pelegrín, Luis Cernuda, María del Carmen García Lasgoity, Manuel Altolaguirre y María del Carmen Antón en los días del estreno de Mariana Pineda, de Federico García Lorca, verano de 1937 (Walter Reuters)

Víctor María Cortezo (Madrid, 1908‐1978) pintor, ilustrador, figurinista y escenógrafo. "Vitín", fue el nombre bajo el que se le conoció en el medio teatral, estuvo siempre seducido por los ilustradores tardomodernistas y los dibujantes de Vogue, Harperʹs Bazaar o Vanity Fair.

"Nací el 10 de junio de 1908. Mi padre, médico; mi abuelo, el famoso doctor Cortezo,con monumento en el Retiro, calle en Madrid y Toisón de Oro impuesto por Alfonso XIII. En el Paseo de Recoletos, 18; abajo la representación de automóviles de Dion Boutton. Desde el mirador, veíamos los desfiles, el entierro del general Polavieja, las nevadas y sobre todo, los carnavales".

De formación autodidacta comenzó a dedicarse a la pintura y el dibujo, junto a su amigo Luis López Escoriaza. En 1931 expone sus primeras obras en la sala "El Heraldo" de Madrid. Allí conoció a Federico García Lorca, Adolfo Salazar, Luis Escobar y Carlos Morla. Poco después viajó por toda Europa y conoció lo que estaba sucediendo fuera de nuestras fronteras, desde el surrealismo francés hasta el expresionismo alemán.

Perteneciente a la colección privada de Emilio Sanz de Soto

En París vivió el ambiente decadente y bohemio de los primeros años treinta, estudió con Paul Collin y conoció a numerosos artistas como a su amigo y protector Bob Gesinus, discípulo de Kokoschka, a Jean Cocteau, Nicolás Evreinov y Natalia Gontscharowa. Después visitó la Selva Negra, Florencia, Roma, Düsseldorf y Holanda.

"Creo que todos respiraron en mi casa  porque yo empezaba a ser un problema con mis excentricidades. Me sentía surrealista más en mi conducta que en mis obras. Mi abuelo aprobó la decisión".

En 1936 regresa a España, expone sus pinturas en la Biblioteca Nacional de Madrid y publica un libro de dibujos y poemas, El tímido, cuya edición dirigió Luis Cernuda. Su primera incursión en el mundo teatral fue Mariana Pineda de Federico García Lorca, dirigida por Manuel Altolaguirre para el II Congreso de Intelectuales y Escritores Antifascistas celebrado en Valencia en 1937. A partir de este momento su actividad como escenógrafo y figurinista fue intensa e ininterrumpida.

"El teatro fue siempre, como el resto de las artes, revisión y resumen, y como se han de montar obras clásicas, que del reciente futurismo, que del actual realismo, bueno es que, para cada una, se levante la puesta en escena que requiera y tal y como pueden hacerlo hoy artistas especializados".

Participó como escenógrafo y figurinista en más de 170 montajes, de los cuales unos 155 eran obras de teatro y el resto se repartirían entre óperas, zarzuelas, espectáculos de revista o de baile.







"El figurinista o el escenógrafo serán como un melómano que pudiera expresar plásticamente sus sensaciones".

Los directores con los que más trabajó fueron: Luis Escobar y Huberto Pérez de la Ossa, en la década de los cuarenta: La cena del Rey Baltasar, de Calderón (1939),La herida del tiempo, de Priestley (1942), La voz amada, de Rothe (1943), Nuestra Ciudad,de Wilder (1944), Plaza de Oriente (1947) e Historia de una casa (1949), de Calvo Sotelo,entre otras.

"Yo personalmente aporté a la escenografía nacional, el mimbre, de tradición artesana muy esmerada, que por primera vez utilicé en "El baile de los ladrones"…




En los años cincuenta del siglo XX colaboró con José Tamayo en obras como El pleito matrimonial del Alma y el Cuerpo, de Calderón (1955), Seis personajes en busca de autor, de Pirandello (1955), Tyestes, de Séneca (1956), Las brujas de Salem (1956), Gigi,de Colette (1959), El baile de los ladrones, de Anouilh (1960), etcétera. También con José Luis Alonso, Miguel Narros, Cayetano Luca de Tena, Gustavo Pérez Puig, José Osuna y Ángel Fernández Montesinos en los años sesenta y setenta: El jardín de los cerezos, de Chéjov (1960), Anatol, de Schnitzler (1961), La loca de Chaillot, de Giraudoux (1962), Peter Pan, de Barrie (1963), La feria del come y calla, de Mañas (1964), Madre Coraje y sus hijos, de Brecht (1966), Las mujeres sabias, de Molière (1967), o La detonación, de Buero Vallejo (1977).







Víctor María Cortezo es, sin ninguna duda, el escenógrafo y figurinista que más veces ha colaborado en el Teatro María Guerrero y en el Teatro Español. Sus trabajos fueron siempre elogiados por la crítica teatral resaltando su buen gusto, elegancia y genialidad. De él ha dicho Francisco Nieva: "El teatro fue su vida y no su estrategia para vivir, y se rió de quienes solo veían en él al figurinista... Casi no se sabía ni quería saberse que muchas noches de teatro le debían todo su prestigio visual, que habían sido imaginadas por él en su totalidad".

Texto perteneciente a la Semblanza biográfica editada por el CDN con motivo de la exposición dedicada a la obra de Vitín Cortezo, que tuvo lugar entre el 11 de mayo y el 16 de junio en el Teatro Valle Inclán de Madrid.

Nota: Mi agradecimiento a David Trullo (http://davidtrullo.com/) por su generosidad al suministrar el material gráfico para esta entrada.


+ Información:

http://elpais.com/diario/La frivolidad como defensa
http://blogs.elpais.com/bulevares-perifericos/2012/05/Especies (casi) extinguidas: Vitín Cortezo
http://www.revistaclarin.com/5/andres-trapiello-una-fotografia/

6 comentarios:

Anónimo dijo...

J'ai tout aimé, le saint-sébastien m'a enchanté et les croquis sont divins. Ici Maria Guerrero a fondé le magnifique théâtre Cervantes et elle dormait sous la coupole du même théâtre.
BESO
SÉBASTIEN paul lucien

Uno dijo...

Me ha gustado mucho ver sus dibujos que conocía muy poco. Por alguna razón lo junto en mi mente con Escobar y el maestro Moraleda. Nunca debí fiarme de mi memoria.

MM de planetamurciano dijo...

Madremía que currada de post...
Bienvenido y bienhallado!!

@ELBLOGDERIPLEY dijo...

Impresionante entrada, e impresionante material gráfico. Queda todo dicho si trabajó con Luís Escobar y si Nieva -que para mi es la mayor figura teatral viva- dice eso sobre él. El material gráfico, los dibujos y bocetos son espléndidos.
Maravillosa y terrible la foto con Cernuda joven: Maravillosa por la época que viven, por lo guapo que está (que están todos), terrible porque después parte de esa alegría, se convierte en amargura por la época.
Emocionante entrada.
Petons!

Alfonso Fuentes dijo...

Contigo siempre me asombro de las casualidades ( que para Emilio Sanz de Soto siempre eran casualidades ). Fantástica la entrada de Vitín Cortezo, muy amigo de Emilio.

A propósito, se inauguró el pasado martes una exposición de Fuentes en el Instituto Cervantes de Tánger: Los " Frottages", la última serie de Antonio.

Enhorabuena por tu " memoria histórica " y abrazos.

Alfonso Fuentes

Alfonso Fuentes dijo...

Causalidades !!! Correctores, agghhhh