miércoles, mayo 25, 2011

Francisco de Goya y Lucientes

 
Francisco de Goya y Lucientes
Autorretrato (1815) 
Museo Nacional del Prado

Goya es una figura única dentro del mundo del arte, ya que supone la ruptura con lo preconcebido, con el estilo de su época, absorbe como una esponja todas las tendencias, Barroco, Rococó, Neoclásico y Romanticismo para crear algo completamente nuevo y diferente, un estilo que sólo puede ser denominado Goya.

Francisco de Goya y lucientes 
Sacrificio a Vesta (1771)
Colección Félix Palacios Remondo, Zaragoza

Francisco de Goya y Lucientes
Sacrificio a Pan (1771)
Colección Particular

Francisco de Goya y Lucientes nace el 30 de marzo de 1746 en Fuendetodos, provincia de Zaragoza. De familia humilde, Su padre José Goya era un modesto dorador con un taller en propiedad y poco más, "no hizo testamento porque no tenía de qué" y su madre Engracia Lucientes era hija de una familia de hidalgos rurales venida a menos. Pronto se trasladaron a Zaragoza donde el joven Goya recibirá sus primeras enseñanzas y conocerá a su amigo íntimo Martín Zapater y parece que acudió a la Escuela de dibujo de José Ramírez. A los doce años aparece como estudiante en el taller de José Luzán, donde aprenderá las técnicas de finales del Barroco. Aquí conocerá a los hermanos Bayeu, que marcarán su vida profesional, inclusive hasta la asfixia. En 1763 se traslada a Madrid, participando en el concurso de las becas destinadas a viajar a Italia que otorgaba la Academia de San Fernando, pero se quedará sin ella. Se instalará en el taller de quien acabará siendo su cuñado, Francisco Bayeu, quien le introducirá en las técnicas del Neoclasicismo, debido a la influencia de Antón Rafael Mengs, quien mantenía unas excelentes relaciones con Bayeu. Volverá a concursar para el asunto de las becas, nuevamente sin resultado, lo cual no le impedirá emprender el viaje a Italia por su cuenta; lo cual nos empieza a demostrar el fuerte carácter del joven pintor en pos de un sueño. En 1771 está en Parma, presentándose a un concurso en el que obtendrá el segundo premio con el lienzo "Anibal pasando los Alpes".

Francisco de Goya y Lucientes 
Anibal pasando los Alpes (1771)
Museo Nacional del Prado

A mediados de 1771 está de regreso en Zaragoza donde comenzará a tener un cierto nombre y recibirá sus primeros encargos importantes de temática religiosa: pinturas de la capilla del Palacio de los Sobradiel. El 25 de julio de 1773 Goya se casa con María Josefa Bayeu, hermana de Francisco y Ramón Bayeu.

Francisco de Goya y Lucientes 
El sueño de San José (1772)
(originalmente en el Palacio de los Sobradiel) Museo de Bellas artes de Zaragoza

Francisco de Goya y Lucientes 
Adoración del nombre de Dios (1772) 
Basílica del Pilar (Zaragoza)

Este matrimonio le abrirá las puertas de la Corte y recibirá los primeros encargos de cartones para la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara, una relación que durará 18 años en los cuales realizará sus cartones más preciados

Francisco de Goya y Lucientes 
Merienda a orillas del Manzanares (1776)
Museo Nacional del Prado

Francisco de Goya y Lucientes 
El Quitasol (1776-78)
Museo Nacional del Prado

Francisco de Goya y Lucientes 
El Cacharrero (1779)
Museo Nacional del Prado

Francisco de Goya y Lucientes 
La Vendimia (1786-87)
Museo Nacional del Prado

Francisco de Goya y Lucientes 
La Boda (1791-92)
Museo Nacional del Prado

En estos cartones ya se puede observar su genialidad y el partido que saca de una técnica constreñida dentro del los gusto Rococó de la corte, y donde él consigue dar una profundidad a los temas retratando la sociedad de su época, que hasta entonces eran imposibles.

Francisco de Goya y Lucientes 
Cristo Crucificado (1780)
Museo Nacional del Prado

En 1780 ingresa en la Academia de San Fernando para la que hará un Cristo crucificado, actualmente en el Museo del Prado.

Francisco de Goya y Lucientes 
Cúpula Regina Martirum
Basílica del Pilar (Zaragoza)

Ese mismo año decora la cúpula Regina Martirum de la Basílica del Pilar de Zaragoza, su estilo colorista y libre no gustó nada al Cabildo catedralicio y tendrá un importante enfrentamiento con su cuñado Francisco Bayeu.

Francisco de Goya y Lucientes 
Dn. José Moñino, Conde de Floridablanca (1783) 
Colección particular, Madrid

Regresa a Madrid y trabaja para la recién inaugurada iglesia de San Francisco el Grande por encargo de un ministro de Carlos III y comenzará su faceta de retratista con el retrato del Conde de Floridablanca, retrato que por cierto no sería muy bien recibido.

Francisco de Goya y Lucientes 
La familia del infante D. Luis (1784)
Fundación Magnani-Rocca, Parma, Italia

Durante el verano de 1784 retrata a toda la familia del infante D. Luis, hermano menor del rey Calos III, en Arenas de San Pedro (Ávila). A partir de aquí Goya se empieza a abrir camino en la Corte, gracias también a su contacto con las grandes casas nobiliarias como los Duques de Osuna o los de Medinaceli.

Francisco de Goya y Lucientes 
Carlos III cazador (1787)
-lo curioso de este lienzo es que no existe constancia de que el rey posara nunca para Goya-
Museo Nacional del Prado

Francisco de Goya y Lucientes 
Familia del Duque de Osuna, Dn. Pedro Téllez Girón, Doña Josefa Alonso Pimentel y sus hijos (1788)
Museo Nacional del Prado

Francisco de Goya y Lucientes 
Doña María Pilar Teresa Cayetana de Silva y Álvarez de Toledo, Duquesa de Alba (1795) 
Colección de la Casa de Alba

Francisco de Goya y Lucientes 
Dn José Álvarez de Toledo, Marqués de Villafranca y Duque de Alba (1795)
Museo Nacional del Prado

Carlos IV sucede a su padre en diciembre de 1788; la relación entre Goya y el nuevo soberano será muy estrecha, lo que elevará a Goya al puesto Pintor de Cámara en abril de 1789.

Francisco de Goya y Lucientes 
Carlos IV, retrato oficial de cuerpo entero, pintado con motivo de la coronación de los monarcas (1789) Museo Nacional del Prado

Francisco de Goya y Lucientes 
Carlos IV, retrato oficial (1789)
Museo Nacional del Prado

Francisco de Goya y Lucientes 
María Luisa de Parma con tontillo, retrato oficial pintado con motivo de la coronación de los monarcas (1789)
Museo Nacional del Prado

Francisco de Goya y Lucientes 
María Luisa de Parma, retrato oficial (1789)
Museo Nacional del Prado

Por fin parece que las murallas han caído y la mayor parte de la Corte madrileña pasa por su estudio para hacerse retratos. En 1792 durante un viaje a Sevilla el pintor cae enfermo; secuela de esta desconocida enfermedad será una sordera permanente, este hecho marcará para siempre su genio y su carácter, el cual se hará más fuerte y tendrá un efecto determinante en su obra, los Caprichos, una crítica feroz y despiadada de la sociedad que le rodea son una muestra del cambio que se ha producido.

Francisco de Goya y Lucientes 
El Sueño de la Razón produce Monstruos (1793-96)
Museo del Grabado de Goya (Fuendetodos)
 
Francisco de Goya y Lucientes 
Linda Maestra (1793-96) 
Museo del Grabado de Goya (Fuendetodos)

La sordera parece haberle agudizado la capacidad de observación y a huir de cualquier tipo de adulación y complacencia con los que le rodean y anteponiendo su mentalidad ilustrada a las supercherías e ignorancia. Al fallecer su cuñado en 1795 ocupará Goya la vacante de Director de Pintura en la Academia de San Fernando, lo que supone un importante reconocimiento. Ese mismo año comenzará la relación, sobre la que tanta tinta se ha vertido, con los Duques de Alba, especialmente con Doña Cayetana, de la cual lo único que se sabe a ciencia cierta es que su belleza y personalidad cautivarán al artista.

Francisco de Goya y Lucientes 
El Aquelarre (1797)
Museo Nacional del Prado

Francisco de Goya y Lucientes 
Milagro de San Antonio de Padua, 1798 
San Antonio de La Florida, Madrid

Francisco de Goya y Lucientes 
Escena de Brujas (1798) 
Museo Lázaro Galdiano, Madrid

En 1798 realizará una de sus mayores obras, los frescos de San Antonio de la Florida, en los que el pueblo es el auténtico y principal protagonista. De ese mismo año es el retrato de uno de nuestros más importantes ilustrados y amigo personal de Goya, Jovellanos.

Francisco de Goya y Lucientes 
Gaspar Melchor de Jovellanos (1798)
Museo Nacional del Prado

Francisco de Goya y Lucientes 
La Tirana (1799) 
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid

Francisco de Goya y Lucientes 
Leandro Fernández de Moratín (1799) 
Real Academia de Bellas Artes de san Fernando, Madrid

El contacto con los reyes va en aumento hasta llegar a pintar La Familia de Carlos IV, en la que el genio de Goya ha sabido captar a la familia real tal y como era, sin adulaciones ni embellecimientos.

Francisco de Goya y Lucientes 
La Familia de Caelos IV (1800-1801)
Museo Nacional del Prado

De izquierda a derecha: Carlos María Isidro, hijo de Carlos IV y María Luisa de Parma; el futuro Fernando VII, hijo primogénito de la real pareja; Goya pintando; Doña María Josefa, hermana de Carlos IV; un personaje desconocido con el rostro vuelto, podría estar destinado a colocar el rostro de la futura esposa de Fernando al contraer matrimonio; María Isabel, hija menor de los reyes; la reina María Luisa de Parma en el centro de la escena, señal del poder que ostenta, ya que era ella la que llevaba las riendas del Estado a través de Godoy; Francisco de Paula de la mano de su madre, (se decía que tenía un indecente parecido con Godoy); el rey Carlos IV, en posición avanzada respecto al grupo; tras el monarca, Don Antonio Pascual; Carlota Joaquina, la hija mayor de los reyes; cierra el grupo D. Luis de Parma y su esposa, María Luisa Josefina (hija de los reyes), que tiene en brazos al hijo de ambos, Carlos Luis.

Según documentación encontrada la opinión de la reina María Luisa era que: En el cuadro de todos juntos, como ella lo denominaba, quedaban todos muy propios y ella se sentía muy satisfecha. Lo cual tira por tierra ideas sobre posibles ridiculizaciones de la familia real, es decir, ese era el aspecto que tenían.

Francisco de Goya y Lucientes 
La maja desnuda (1800)
Museo Nacional del Prado

Francisco de Goya y Lucientes
La maja vestida (1800)
Museo Nacional del Prado

Francisco de Goya y Lucientes 
Dña. María Teresa de Borbón y Valládrigas, Condesa de Chinchón (1800)
Museo Nacional del Prado

Francisco de Goya y Lucientes 
Carlos Gutiérrez de los Ríos y Sotomayor Conde de Fernán Núñez (1803)
Colección Particular

Francisco de Goya y Lucientes 
José María de Magallón y Armendáriz, Marqués de San Adrián (1804)
Museo de Navarra

El estallido de la Guerra de la Independencia en mayo de 1808 supone un grave conflicto interior para el pintor ya que su ideología liberal le acerca a los afrancesados y a José I mientras que su patriotismo le atrae hacia los que están luchando contra los franceses. Este debate interno se reflejará en su pintura, que se hace más triste, más negra, como muestran la serie de grabados Los Desastres de la Guerra. Su estilo se hace más suelto y empastado. Al finalizar la contienda pinta sus famosos cuadros sobre el Dos y el Tres de Mayo de 1808.

Francisco de Goya y Lucientes
El Dos de Mayo o La Carga de los Mamelucos (1814) 
Museo Nacional del Prado

Francisco de Goya y Lucientes 
El Tres de Mayo o Los Fusilamientos en la Montaña del Príncipa Pío (1814)
Museo Nacional del Prado

Como Pintor de Cámara que es debe retratar a Fernando VII quien, en último término, evitará que culmine el proceso incoado por la Inquisición contra el pintor por haber firmado láminas y grabados inmorales y por pintar la Maja Desnuda. A pesar de este gesto, la relación entre el monarca y el artista no es muy fluida; no se caen bien mutuamente. La Corte madrileña gusta de retratos detallistas y minuciosos que Goya no los proporciona al utilizar una pincelada suelta y empastada. Esto provocará su sustitución como pintor de moda por el valenciano Vicente López Portaña.

Francisco de Goya y Lucientes
Fernado VII (1815)
Museo Nacional del Prado

Francisco de Goya y Lucientes 
Por ser Liberal
Museo Nacional del Prado

Goya inicia un periodo de aislamiento y amargura con sucesivas enfermedades que le obligarán a recluirse en la Quinta del Sordo, finca a las afueras de Madrid en la que realizará las Pinturas Negras, sus miedos, sus fantasmas, su locura, un mundo alucinante y alucinado que será su obra maestra.

Francisco de Goya y Lucientes 
Duelo a Garrotazos (1820-23)
Museo Nacional del Prado

Francisco de Goya y Lucientes 
La Romería de San Isidro (1823)
Museo Nacional del Prado

Francisco de Goya y Lucientes 
Saturno devorando a un hijo (1819-23)
Museo Nacional del Prado

Francisco de Goya y Lucientes 
Perro (1819-23)
Museo Nacional del Prado

Francisco de Goya y Lucientes 
Visión Fantástica o Asmodea (1819-23)
Museo Nacional del Prado

Francisco de Goya y Lucientes
Átropos o Las Parcas (1819-23)
Museo Nacional del Prado

En la Quinta le acompañaría su ama de llaves, Dª. Leocadia Zorrilla Weis, con quien tendrá una hija, Rosario. De su matrimonio con Josefa Bayeu había sobrevivido un único hijo y heredero, Francisco Javier. Harto del absolutismo impuesto por Fernando VII, en 1824, con la escusa de tomar las aguas en el balneario de Plombièresse se autoexilia en Francia, trasladándose a Burdeos, donde se concentraban todos sus amigos liberales exiliados. Aunque viajó a Madrid en varias ocasiones, sus últimos años los pasó en Burdeos donde realizará su obra final, la Lechera de Burdeos.

Francisco de Goya y Lucientes 
La Lechera de Burdeos (1827)
Museo Nacional del Prado

Goya fallece en Burdeos la noche del 15 al 16 de abril de 1828, a la edad de 82 años. Sus restos mortales descansan desde 1919 bajo sus frescos de la madrileña ermita de San Antonio de la Florida, a pesar de que le falte la cabeza ya que parece que el propio artista la cedió a un médico para su estudio.

+ Información:
 
 
 

6 comentarios:

senses and nonsenses dijo...

es perfecto! eres el mejor!
el post más completo de Goya posible. desde sus inicios, que ignoraba todo, hasta el final, final.
me encantan las pinturas negras, pero La familia de Carlos IV tiene mucha gracia (no hay más que verles).
un maestro (...ambos)

Uno dijo...

En el cementerio Pere Lechaise de Paris había dos lienzos colgados entre los arboles con copias bastante pedrestres de los fusilamientos del 3 de mayo. En una de ellas, los soldados franceses no disparaban sino que se marchaban. Era un montaje provisional en un rincón del cementerio homenajeando a las victimas supongo.
Muy grandes, Goya y tu.

Joaquinitopez dijo...

Como siempre soberbio.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Guau y requeteguau!!!!!

Menudo posteo te has mandado!!!! Sencillamente GENIAL.

Aprovecho para comentarte que he abierto un nuevo blog y te invito a darte una vuelta para ver qué onda. La dirección es

http://labananacanibal.blogspot.com/

Un enorme abrazo

ZekY's

Champy dijo...

No sabes cuanto de admiro... no tanto como te respeto, pero no lo sabes...

2046

Xavier dijo...

UN 10 amb matricula d'onor.