miércoles, noviembre 04, 2009

Francisco Ayala, Granada 1906 - Madrid 2009

"Yo digo que la literatura es lo esencial, lo básico. Todo lo que no sea literatura no existe. Porque, ¿dónde está la realidad? Un árbol lo es porque uno lo está nombrando. Y al nombrarlo está suscitando la imagen inventada que teníamos. Pero si no lo nombras el árbol no existe." Con su marcha desaparece el último miembro de la Generación del 27, la historia de aquella España que pudo ser y quedó frustrada por la locura de la Guerra Civil, un buen hombre alejado de cualquier tipo de vanidad que ante los agasajos y las felicitaciones decía que: "Yo pienso que todo esto no se corresponde con mi personalidad. Yo no soy vanidoso. Y esto es un regalo para los vanidosos, que se vuelven locos con los agasajos. Yo lo veo como desde fuera. Lo veo fríamente. Lo he pasado bien y lo estoy pasando bien. Pero soy el mismo. El mismo que se ríe hasta de sí mismo." Francisco Ayala además de ser miembro, desde 1984, de la Real Academia Española, era poseedor de los premios más importantes de las letras españolas: Premio de la Crítica de Narrativa en castellano (Asociación Española de Críticos Literarios) en 1972 por El jardín de las delicias. Premio Nacional de Narrativa en 1984 por Recuerdos y olvidos. Premio Nacional de las Letras en 1988. Premio Por Granada en 1998 "por la defensa de los intereses de la ciudad". Premio Andalucía de Literatura y Las Letras en 1989. Premio Miguel de Cervantes en 1991. Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1998 Premio de la Fundación Fernando Abril Martorell en 2001 por su contribución a la superación de las etapas de discordia que han vivido los españoles a lo largo de su historia. Premio Internacional de las Letras de la Fundación Cristóbal Gabarrón en 2004. Premio Antonio de Sancha concedido por la Asociación de Editores de Madrid en 2005. Honores que le llegaron a su regreso a España en 1980 tras su largo exilio a causa de la Guerra Civil, que le obligó a abandonar su cátedra de Sociología en la Universidad Complutense para recorrer Argentina, Puerto Rico y Estados Unidos. "La cabeza del cordero", "Muertes de perro", "El jardín de las delicias", "La invención el Quijote" y "Recuerdos y olvidos", este último autobiográfico, forman parte importante de nuestra bibliotecas. " El arte, como proceso espiritual, como actuación, consiste en desprender de la realidad una apariencia orientada por la brújula del sentido estético, no de otro modo que la máquina del fotógrafo desprende una apariencia exactísima, y, sin embargo, independiente, de los objetos colocados en su campo. El toque del arte consiste en herir a la Naturaleza en su talón de Aquiles, en ese punto vulnerable, sensible, cuyo contacto -así también en la mujer; así en la caja de caudales- basta a lograr la apertura de su entraña estética. (...) Nos ha tocado a nosotros sondear el fondo de lo humano y contemplar los abismos de lo inhumano, desprendernos así de engaños, de falacias ideológicas, purgar el corazón, limpiar los ojos, y mirar al mundo, con una mirada que, si no expulsa y suprime todos los habituales prestigios del mal, los pone al descubierto y, de ese modo sutil, con sólo su simple verdad, los aniquila. "
Interpretaciones (fragmento)
+ Información http://www.ffayala.es/

13 comentarios:

Landahlauts dijo...

Y es cierto que no era vanidoso, en su última visita a Granada tuve oportunidad de verlo de cerca y me llamó la atención su sencillez. Parecía agradecer cada minuto de su vejez como si fuera una especie de prórroga, de regalo en forma de tiempo.

Me gustan las personas sencillas y más aún, si son personas a las que su genialidad les podría permitir el no serlo.

Una gran perdida.

Juan Duque Oliva dijo...

Un grande y también olvidado por el gran público.

Vulcano Lover dijo...

Añado como granito de arena la reseña que hice en su centenario yo, a propósito de la expo tan especial que le hicieron en la Biblioteca Nacional.

http://elamantedelvolcan.blogspot.com/2006/10/un-siglo-con-la-palabra-como-arma.html

Ayer en la 2 repitieron un reportaje muy interesante sobre su vida que se hizo en aquel año.

pon dijo...

Nos quedamos sin actores, nos quedamos sin pensadores, sin filósofos, sin escritores....también ha muerto Lévy-Strauss.....y qué hacemos sin ellos??? Sin maestros???

TUT dijo...

Hoy sabía que me encontraría este estupendo post sobre Ayala en tu blog, no podía ser menos.

Gracias por el trabajo que te tomas.

Un saludo

MM de planetamurciano.com dijo...

Con tener una pizca de su lucidez, me conformaría, porke en este caso creo ke es más importante el personaje y lo ke significa ke la historia en sí.

JB dijo...

Uma vida cheia

El Deme dijo...

Todo el mundo hablaba de él, pero yo nunca he leído un libro suyo. Me propongo pillar uno, creo que puede ser interesante descubrirle. Era un viejo muy guapo, con una mirada de hombre inteligente, que había sabido vivir. Otro de los que se tuvieron que ir (pero volvió a tiempo para que lo conociéramos). Puede que Recuerdos y Olvido esté bien, ya que fue Nacional de Literatura, y si es autobiográfico, se hará ameno.

Xavier dijo...

Altra geni que marxa. Els anys no perdonen, e inexorablement la parca recull els seus fruits. L’obra d’Ayala com a filòsof, escriptor, sociòleg a o en qualsevol altre disciplina es una memorable herència per la humanitat.

Es difícil ser “tot “ a la vegada, però ell ho ha demostrat ( no pas com altres), persona ètica i humana, senzill, proper, i edemes tot un Senyor.

Diu en Pon que ens quedem sense actors, pensadors, filòsofs i escriptors, te raó.
Però voldria pensar que es que ja tenim una edat i ens fa aquest efecte, espero que darrere vinguin altres que d’aquí un temps omplin aquets vuits que deixa la vida.

Diuen que es queixava dient : “ El que no hi ha dret és a viure tant” ho deia amb escèptica coqueteria, que el feia revifar, i la brillantor dels seus ulls el delatava, cada vegada que una dona jove se li acostava.

Cent tres anys de vida, de lucidesa pràcticament fins al final, avui ja historia.

Adéu Don Francisco.

Pilar dijo...

El mejor puente del xx al xxi, un gran pensador, un delicioso escritor, un ser humano pleno. Pena la muerte, esa maldita.

@ELBLOGDERIPLEY dijo...

La verdad es que se han sumado en poco tiempo, un conjunto de desapariciones de personajes, de maestros e intelectuales únicos, lo cual es muy triste. Nos queda su obra, y en el caso de Ayala, su lucidez y su increíble longevidad, pues tenía ciento dos, ó ciento tres años. Supongo que muchos firmaríamos por llegar a esa edad así, y sobre todo por atesorar tal experiencia y sabiduría, verdaderamente impresionaba el brillo de sus ojos adolescentes y vivos.
Petons.

Justo dijo...

Me pasa lo que a Deme, nunca le he leído, y quisiera... me falta tiempo para todo, ¡quiero más tiempo! Que se nos va de las manos, y quedan muchas cosas por descubrir...

senses and nonsenses dijo...

lo he dicho ya en varios sitios: tuve la suerte de poder asistir a una de sus clases magistrales. acababa de cumplir 90 años. sencillez han dicho por ahí arriba, y una lucidez en la palabra.
aunque ha vivido lo que pocos tendremos la oportunidad de vivir, lo he sentido mucho.
un Gran Hombre y una gran persona, me pareció...