miércoles, enero 17, 2007

Pablo García Baena


Dibujo de Jean Cocteau


Elegía

Me envuelvo en tu recuerdo
como en nieblas secretas que me apartan del mundo.
En la calle sonrío al amigo que pasa,
y nadie,
nunca nadie
adivinó mi muerte bajo aquella sonrisa
ni el frío sin consuelo de mis ojos que ciegan
pidiendo de los tuyos más desdén,
más veneno.
Ahora que la tarde se derrumba en las sombras,
y que el libro de versos resbala por mis manos,
ahora que la lluvia llora por los cristales
de mi ventana,
y llanto va a caer de mis ojos,
antes de que una mano encienda la dorada
llama de mi quinqué,
dime si tú no sueñas en tu balcón, ahora
que la lluvia nos une a los dos con sus lágrimas,
o si sobre el teclado de tu piano oscuro
agoniza Chopin
bajo tus manos trémulas.
Nunca sabrás el loco deseo que me tortura
de cautivar tus labios bajo mi boca ávida,
y sentir el latido de tu sien en mi mano
aprisionada como un pájaro aterido.
Pero no sabrás nunca nada de mi deseo.
Nada de cuando pienso desgarrar con mis dientes
los azules canales de tus venas
y juntos
morirnos desangrados, confundidas las sangres.
Pero estamos ajenos.
Yo sigo en mi ventana,
y tú soñando en otro mientras Chopin suspira,
ahora que aún no arde en mi quinqué la luz
y que a los dos nos une la lluvia con sus lágrimas.


Rumor oculto (1946)

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Un blog ke edita poesia, Dior mío! Así da gusto.

Anónimo dijo...

Simplemente precioso. Gracias Pejota. Cuída el resfriado.
Abrazos.

João Baptista dijo...

Então já estás recuperado da gripe ?

saludos ibericos

un hombre virtuoso dijo...

Si la pasión puede calibrarse en medida de palabras, estas desbordan mi capacidad de asimilación. Gracias por incorporarlo a nuestros poemarios particulares.

erva_cidreira dijo...

Delfos

(...)
¿Qué esperas del oráculo, Pablo García Baena,
si tu vida es recuerdo, tapiado columbario
donde un cadáver se deshace
celosamente embalsamado por ti de algalias olorosas
y están tus pasos numerados como un libro
que dudoso repasas a la lámpara
y donde sólo falta el colofón
y las exequias en final viñeta?
¿Qué intentas que te diga esa velada Pitia,
esa obstinada esperanza furiosa
que se remueve como alimaña entre el heno segado,
si para ti ya ha muerto el amor y los días
son naipes que abandonas de un juego ya perdido?
¿Qué haces en la noche de Delfos,
junto al abismo que arañan los olivos,
con el lejano pavés del mar sagrado
centelleante a la indecisa luna
y el canto de los alemanes de un tour
profanando la calma augusta de las piedras?
Si ya el aviso de la anocheciente corneja
sonó lóbrego
y Apolo huyó de ti llevándose la luz,
¿no será ésta la noche del balance,
noche de la balanza donde arrojes tus días,
los mortales obsequios oferentes,
solitario, pobre, triste, casi cincuenta años,
tímido, huraño, callado y sonriente
Pablo García Baena?
Despójate del íntimo pingajo,
del último jirón, tiernos harapos
enmadreciendo heridas, zarpas, gritos,
y avanza solo en noche hacia el enigma,
desnudo hacia la voz, al desolado
carril de tu destino. Miente, habla,
silente trípode.

Pablo García Baena:Antes que el tiempo acabe(Cultura Hispánica, 1978)




Saludos griegos

hermes dijo...

Gracias a ti siempre descubro tesoros escondidos, ¡gracias, investigador de la belleza ¡.

Un abrazo amigo.

senses and nonsenses dijo...

bellísimo!
gracias.

Javier dijo...

La verdad es que he de confesaros que para mi también ha sido todo un descubrimiento, carecía totalmente de noticias o referencias de este poeta, del cual aún intentaré postear alguna cosa más, pero fue un encuentro totalmente fortuito.

Maryna- gracias por tus palabras, intentaré visitarte.

mm- encontrarás mucha poesía en este blog, paseate por la sección letras y descubrirás maravillas

Lobo- sencillamente gracias

Joao- mi amigo Ibérico, sí ya estoy mejor, gracias por tu preocupación.

Un hombre virtuoso- No esperaba menos de tí.

Erva- ufffffffffff, lo tuyo es demasiado que preciosidad.

Hermes- Gracias se que estas ahí.

Senses- La belleza siempre nos ilumina, verdad.